GP DE AZERBAIYÁN

McLaren y Alonso ya saben que este año tampoco ganarán

El error cometido por Goss en el diseño de la aerodinámica del F-1 impide que el motor Renault rinda como hace en los Red Bull

Fernando Alonso (McLaren-Renault), en los primeros ensayos de ayer en Baku.

Fernando Alonso (McLaren-Renault), en los primeros ensayos de ayer en Baku. / .43099820

Miguel Martínez

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La de Tim Goss parece la primera destitución en una remodelación más amplia de la cúpula técnica de McLaren que suena a crisis de las gordas. El jefe técnico es la primera víctima, pero en McLaren asegura que “habrá una remodelación “ del organigrama técnico. El MCL-33 ha resultado una decepción.  “Soñábamos con acercarnos a las posiciones de podio, era lo que queríamos a principios de año y nos hemos encontrado que estamos un poco lejos", asegura resignado Fernando Alonso, que todo parece, completará 2018 sin un coche competitivo. Porque los cambios en la dirección técnica van encaminados al diseño del coche del 2019 que comienza a dibujarse estas semanas.

Irregulares ensayos en Baku

Alonso completó en séptima y sexta posición las dos tandas de entrenamientos libres del GP de Azerbayán, el primero del resto del mundo, por detrás de MercedesFerrari y Red Bull —Sebastian Vettel acusó problemas de reglajes y finalizó 11º con uno los coches de Maranello— a casi un segundo del mejor tiempo. Y ahí está el problema. Un segundo es una eternidad, y lo peor de todo, ese mejor tiempo es de Daniel Ricciardo con un Red Bull que equipa el mismo motor Renault que el McLaren, el mismo propulsor con el que ganó la última carrera de China en la que Alonso solo pudo ser séptimo.

El batacazo de diseño del McLaren es tal que Alonso ve difícil entrar en algún momento en la Q-3 de la clasificación —los diez mejores— en Bakú. “No hemos estado en Q3 este año, es difícil estar ahí", añade resignado. La larga recta de Bakú, como las de los circuitos de las carreras precedentes en China y Baréin desnudan las deficiencias aerodinámicas que lastran el coche con una baja velocidad punta en la recta. Y esa circunstancia no solo entierra cualquier posibilidad de lograr un buen tiempo. "Tenemos que comprometer un poco el agarre del coche, para bajar el alerón e intentar tener algo más de velocidad”, explica el bicampeón del mundo.

Discreto fin de semana, fijo

En resumen, Alonso no espera “grandes cosas” este fin de semana, salvo que por la naturaleza urbana del circuito, pueda darse “carrera impredecible debido a los coches de seguridad u otras circunstancias”. Y puede que sea así el resto de la temporada. Salvo en circuitos donde se necesite una alta carga aerodinámica como Mónaco, Hungría o Singapur, Alonso apenas tendrá posibilidades de meterse entre los diez mejores en clasificación, y fiará la consecución de puntos a su talento y a las circunstancias de carrera. Nadie espera mucho de la evolución que el equipo estrenará en la siguiente carrera, el GP de España, sobre todo, porque todos los equipos estrenan una gran actualización y las diferencias se suelen mantener.

"A principio de año soñábamos con acercarnos a las posiciones de podio y hemos de reconocer que estamos un poco lejos"

Fernando Alonso

— Piloto oficial del equipo McLaren-Renault

Será entonces cuando McLaren presente la reestructuración de su cúpula técnica, pero es difícil que esos cambios solucionen nada porque el verdadero problema es que McLaren es un grande venido a menos, un caso como el de Williams, donde el bajo presupuesto manda. Los años sin resultados, tres temporadas en la cola de las clasificaciones,  le han dejado sin patrocinadores y sin bonus por premios. Ferrari y Mercedes superan los 450 millones de presupuesto, Red Bull cuenta con 375 y McLaren apenas llega a los 250, con menos dinero incluso que la escuadra de Renault de Carlos Sainzt. Ese es el verdadero problema.

Sin dinero, no hay mejoras

Sin dinero no hay ni ingenieros, ni horas de túnel de viento, ni CFD… Si dispones del presupuesto de un equipo de mitad de la parrilla, eres un equipo de mitad de la parrilla. Y lo peor, es que no mejorará. Porque hasta el año pasado, los motores los proporcionaba Honda —y algún dinero más— y ahora el equipo tiene que detraer 30 millones para pagar los propulsores de Renault. Fue Lewis Hamilton quien se atrevió a pronosticar la enfermedad del equipo de Woking hace ya tres años: “El verdadero problema de McLaren es que tienen la mitad de presupuesto que cuando yo estaba allí en 2012”.