¿Hay ciencia en el sexo?

Nos comportamos de una manera o de otra según si somos hombre o mujer, dependiendo de si hemos crecido en un entorno o del otro y, además, tenemos en nuestras raíces toda una colección de hormonas, neurotransmisores, genes, etcétera, que configuran la base sobre la que crecerá nuestro ser a medida que vayamos viviendo. Esto pasa, también, en lo que se refiere a nuestro comportamiento sexual.

Es divertido ver como hay quienes desean achacar la responsabilidad de nuestro comportamiento solamente a nuestra parte más biológica. Y también a quienes creen que solamente la sociedad influye casi al 100% nuestros comportamientos.

Yo me sitúo en el centro. Entendiendo que nuestra base está regulada por nuestros instintos más animales, por nuestras hormonas, genes y neurotransmisores pero que este comportamiento de base se ve alterado por el entorno en el que crecemos.

Es muy curioso ver como, por el hecho de ser animales, tenemos ciertas partes de nuestra configuración que son tan distintas como macho o hembra. Pero también me deja maravillada ver como científicos expertos en estudiar la ciencia del sexo nos dicen que realmente no somos tan distintos como parece.

La diferencia es más importante en nuestra parte más primitiva... pero los seres humanos envolvemos nuestra parte más prehistórica con nuestra inmersión en un mundo con aprendizajes, cultura, en un mundo socializado. Y es ahí cuando la mezcla de nuestra parte biológica y nuestra parte social se mezclan haciéndonos casi imprevisibles.

Podemos seguir unos patrones pero hay cosas que nunca descubriremos. Recientemente he compartido un “Café científico” en el Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona con dos grandes compañeros y científicos: Mara Dierssen neurobióloga y Pere Estupinyà bioquímico. Ambos han estudiado la ciencia del amor y del sexo y nos ayudan a entender mejor qué sucede en nuestro cerebro cuando nos enamoramos, cuando nos excitamos, cuando deseamos acercarnos a alguien, etcétera. En ese “Café científico” se escaparon conclusiones que me parecieron interesantes: “Podemos describir qué sucede en el cerebro cuando nos enamoramos, pero no por qué nos enamoramos de alguien en concreto” decía Mara. “Las hembras humanas son de las pocas hembras en el mundo animal que tienen deseo sexual a pesar de no estar ovulando” nos comentó Pere.

Un mundo fascinante en el que aquellos que no nos dedicamos a la investigación científica pero sí trabajamos con el comportamiento humano deberíamos sumergirnos.

Una lectura recomendada

Para empezar, y hacerlo de una manera amena, divertida e interesante, me permitiré el lujo de haceros una recomendación, que no es otra que el libro que Pere Estupinyà ha publicado recientemente: S=EX2 La ciencia del sexo (Editorial Debate). En el libro, el autor recoge distintas investigaciones sobre sexo y las comparte con todos nosotros y nosotras para que podamos entender mejor ciertos aspectos de nuestro comportamiento sexual.

¿Deseas saber si realmente somos tan distintos los hombres de las mujeres como siempre se ha dicho? Pues quizás deberías empezar a leer...

www.elenacrespi.com - www.iesp.cat - www.interpersonal.cat