Los tabúes del sexo

Sexo y tabú siguen yendo de la mano

El sexo se ha convertido en una fachada aparentemente moderna que esconde aún muchos miedos, mitos y falsas creencias

Elena Crespi Asensio

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“¡No es posible que el sexo siga siendo un tabú hoy en día!” dirán seguramente muchos de los lectores y lectoras que nos acompañan. Y, a menudo, es una frase que repito y digo alta y clara cuando tengo la oportunidad. Por suerte, hemos recorrido mucho camino en este trayecto llamado sexo o sexualidad, pero aún estamos ante las puertas de un camino mayor.

Es cierto que la gente, hombres y mujeres, hablamos más de sexo. Sin ninguna duda. Pero eso no significa que ya no sea un tabú. De hecho, muchas conversaciones están relacionadas con aquella parte más superficial del sexo, la capa más externa. Quizás esta parte más superficial está relacionada con lo que llamamos la gimnasia sexual, vinculada al buen rendimiento físico. E incluso en esa capa del sexo, existen muchos miedos y falsas creencias.

Vivimos la era de la información, la comunicación, internet, las redes sociales, etcétera y aún seguimos prorrogando tabúes que muchos piensan que ya no existen. Y es que la sexualidad forma parte de la intimidad de una persona y no solamente pone en juego su cuerpo sino también su 'alma', si se me permite llamarlo así.

Todo lo que nos han enseñado sobre sexualidad, de manera directa o indirecta, en casa o en la escuela, los amigos o las parejas, de los medios de comunicación o de los libros, etcétera, no contempla una esfera muy importante que nadie puede enseñarnos: la esfera personal. Y eso es lo que hace que cada sexualidad sea única y en donde nos ponemos a nosotros mismos en juego. E aquí lo complicado de esta aventura.

Pongamos un ejemplo de mitos o falsas creencias que hacen permanecer los tabúes: Muchas veces hablamos de orgasmos y aún hay un halo de misterio ante ellos. Sobretodo cuando hablamos de orgasmos femeninos. ¿De dónde representa que viene el orgasmo femenino? ¿de la vagina, del clítoris, de la oreja? Y... ¿qué sucede cuando llega un orgasmo por una vía que se supone que no es la buena? O... ¿qué sucede cuándo no llega? Las confusiones y las creencias erróneas ponen en duda nuestra autoestima, nuestra seguridad, cuando no sucede aquello que se supone que tiene que suceder. Soy redundante pero... ¿quién nos explica qué es lo que tiene que pasar cuando tenemos relaciones sexuales? ¿es fiable tal información?

O pongamos otro ejemplo: ¿Quién nos dice cuánto tiempo tiene que durar una erección? ¿qué buenos ejemplos tenemos para aprenderlo? ¿La pornografía? ¿La experiencia de los amigos o amigas? ¿La duración de las erecciones es temario escolar o nos lo cuentan nuestros padres? La gran pregunta sería saber de dónde podemos sacar la información fiable, de nuevo.

Y podría haber muchos ejemplos más que iremos abordando y aclarando. De momento, deseo que os planteéis una cosa: ¿qué mitos o falsas creencias podéis tener? ¿habéis localizado alguno? Quizás se ha colado algún mito en la mochila de cada uno y sería importante localizarlo.

Poco a poco os iremos ayudando...