Carsharing

España acelera en carsharing, pero sigue lejos de quien lidera la carrera en Europa

El Barómetro del Carsharing 2025 refleja avances claros en usuarios, flota y sostenibilidad, pero evidencia que España sigue por detrás de otros países europeos en implantación y escala

Servicios de carsharing en España

Servicios de carsharing en España / Renault

Edgar Vivó

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El coche compartido avanza en España, pero no lo suficiente como para competir con los países europeos más desarrollados en esta materia. Esa es la principal conclusión que se extrae del Barómetro de la Movilidad Compartida 2025, presentado por la Asociación de Vehículo Compartido de España (AVCE). El informe muestra una evolución positiva en el número de viajes, vehículos y usuarios, pero también deja claro que falta recorrido para alcanzar los niveles de implantación que ya son habituales en mercados como Alemania o Bélgica.

Según el estudio, en 2024 se realizaron 3,89 millones de viajes en servicios de carsharing, un 25% más que en 2021. La flota operativa es de 3.891 vehículos, repartidos entre seis empresas y con presencia en 24 municipios de más de 50.000 habitantes. El servicio cubre tanto grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, como otras más pequeñas como Gijón, Torrelavega o Boadilla del Monte.

Servicios de carsharing en España

Servicios de carsharing en España / Zity

Se trata, sin duda, de una red en expansión que empieza a consolidarse en núcleos urbanos relevantes. El modelo free floating, más flexible al no depender de bases fijas, representa el 82% del total, mientras que el resto pertenece al sistema station based, más enfocado a trayectos largos.

Sostenibilidad como bandera

Uno de los puntos fuertes del carsharing en España es su compromiso ambiental. Según los datos del barómetro, dos de cada tres vehículos son eléctricos puros (BEV), y un 19% son híbridos enchufables (PHEV). De hecho, en la modalidad free floating, el 100% de la flota es eléctrica o híbrida, lo que permite a los usuarios moverse por las Zonas de Bajas Emisiones sin restricciones.

Además, los vehículos compartidos son jóvenes: 3,6 años de media, frente a los 14,2 del parque automovilístico español, lo que significa menos emisiones, mejor tecnología y más seguridad. Más del 50% incorpora sistemas ADAS como frenado automático, aviso de cambio involuntario de carril o alerta de fatiga.

Servicios de carsharing en España

Servicios de carsharing en España / Wible

¿Y en Europa? Falta escala

Aunque España se sitúa en el Top 5 europeo por volumen de flota, según el informe, la comparación directa con otros países revela que el ritmo es aún moderado:

España tiene más de 3.500 coches compartidos en circulación, pero Alemania opera más de 26.000.

En términos relativos, España cuenta con 0,8 vehículos por cada 10.000 habitantes, frente a:

  • Alemania: 3,1
  • Polonia: 1,5
  • Bélgica: al menos 3,0

Esto sitúa a España por debajo de varios mercados europeos en términos de penetración y escala, aunque el estudio no aporta cifras completas de países clave como Francia, Países Bajos o Suiza, donde se intuye una implantación superior.

Por tanto, lo más justo es decir que España avanza, pero aún está lejos de los referentes europeos. El desarrollo es positivo, pero falta ambición institucional, más capilaridad territorial y un impulso público claro para que el carsharing deje de ser una opción residual y se convierta en un actor clave en la movilidad urbana.

Eso sí, los datos de uso son alentadores: cada vehículo de carsharing se utiliza de media 3 veces al día, frente a menos de una del coche en propiedad. También se reduce la necesidad de aparcamiento, ya que estos vehículos pasan el doble de tiempo en circulación.

Servicios de carsharing en España

Servicios de carsharing en España / Free2move

La distancia media de los trayectos es de 11 km en free floating y de 190 km en station based, lo que muestra que hay espacio tanto para el uso urbano puntual como para desplazamientos más largos. Además, el 61% de los usuarios combina el carsharing con transporte público, lo que refuerza su papel dentro de una movilidad multimodal.

Quién lo usa y para qué

El perfil de usuario sigue siendo mayoritariamente urbano y adulto: el 77% tiene entre 25 y 55 años. Un 70% tiene coche propio, pero recurre al carsharing como complemento, y un 18% no tiene vehículo, lo que confirma su utilidad como solución principal de movilidad.

Los principales motivos de uso son:

  • Comodidad (51%)
  • Facilidad de aparcamiento (30%)
  • Ahorro económico (20%)

Y los trayectos más habituales están vinculados al ocio (43%), el trabajo o estudios (27%) y los desplazamientos familiares (26%).

El sector necesita algo más que usuarios: necesita un marco institucional que lo potencie. Falta integración real con el transporte público, zonas reservadas para aparcamiento, incentivos fiscales y una estrategia común a nivel estatal. Mientras tanto, el crecimiento dependerá de la iniciativa privada y de la demanda en las grandes urbes. 

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