motores en marcha

Seat y Nissan encabezan una reactivación al ralentí de la industria del automóvil

Las fábricas de Seat y Nissan, a punto de arrancar de nuevo

Las fábricas de Seat y Nissan, a punto de arrancar de nuevo / periodico

Gabriel Ubieto

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La industria del automóvil ha iniciado esta semana una reactivación al ralentí de su producción, tras más de un mes con la gran mayoría de cadenas de producción paradas. Seat ha puesto otra vez en funcionamiento ya este lunes una de sus líneas en Martorell, mientras Nissan ha enviado una avanzadilla a calentar la maquinaria en Zona Franca, con la incógnita de si reanudará su actividad ante la convocatoria de huelga indefinida a partir del 4 de mayo. Volkswagen en Pamplona y Mercedes en Vitoria también han vuelto al tajo este lunes; Renault hará lo propio a partir del miércoles y PSA sigue sin fecha concreta para el retorno.  

En la fábrica de Martorell de Seat las colas a primera hora se han alargado hasta el párking, según han explicado fuentes sindicales consultadas. La empresa ha pintado en el suelo el metro y medio de seguridad y en el ingreso de los trabajadores ha primado la distancia por encima de las prisas. Unos 5.000 empleados, de los casi 15.000 que tiene en plantilla la firma automovilística, han retomado este lunes la actividad; enterrando un erte por causa de fuerza mayor e inaugurando otro por causas productivas que puede acabar alargandose cuatro semanas. De los 2.300 vehículos que ensamblan diariamente en Martorell, este lunes se han ultimado unos 325; según cuentan desde la empresa. 

La idea de la compañía es ir aumentando progresivamente la producción. 

Nissan, a la espera de una huelga

En el caso de Nissan, la de este lunes ha sido una jornada de toma de contacto. Una primera tanda muy reducida de trabajadores se han desplazado a la planta de Zona Franca para, casi literalmente, calentar motores. El 4 de mayo están llamados a reenganchar los cerca de 3.000 empleados de la firma de origen nipón en Catalunya, aunque el regreso a día de hoy parece improbable. La automovilística pondrá en marcha la línea 2 para cumplir con los pedidos de la pick-up de Mercedes-Benz, mientras que la línea 1, que fabrica la e-NV200 (modelo propio de Nissan), aún no tiene fecha de inicio de la actividad.

De por medio hay una convocatoria de huelga indefinida secundada por todos los sindicatos, ante el temor extendido de que la actual crisis del coronavirus sea el argumento definitivo de la compañía para finiquitar sus operaciones en toda España. Un paro 'sine die' que puede afectar a la vuelta a la actividad de las fábricas de su socio Renault, pues parte de las piezas que precisa la marca de origen francés para ensamblar provienen de fábricas como la de Martorell, de Nissan. 

El presidente de Nissan Europa, Gianluca De Ficchy, y el consejero director general de Nissan Motor Ibérica (NMISA), Genís Alonso, se reunieron el pasado viernes con los sindicatos. De Ficchy explicó que informarán sobre el plan industrial antes de la parada técnica de verano, pues de momento están discutiendo opciones con Japón. La última palabra vendrá de tierras niponas.