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Ralf Speth dejará de ser CEO de Jaguar-Land Rover

Ralf Speth, consejero delegado de Jaguar-Land Rover

Ralf Speth, consejero delegado de Jaguar-Land Rover / periodico

Àlex Soler

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El consejero delegado de Jaguar-Land Rover (JLR)Ralf Speth, dejará su cargo el próximo mes de septiembre. Así lo confirmó Tata Motors, matriz de JLR, que ahora tendrá que buscar un sucesor que lleve el timón de una compañía en horas bajas tras la ralentización del mercado chino y la caída del diésel. Según el diario británico Financial TimesHanne Sorensena, exCEO de la danesa Maersk, se posiciona como la favorita para ocupar la vacante que dejará Speth.

Lejos de abandonar la empresa, tal y como confirmó el presidente de Tata Sons, matriz de Tata Motors, Natarajan ChandrasekaranSpeth pasará a ocupar una vicepresidencia no ejecutiva en JLR y seguirá en la junta directiva de Tata Sons.

Ralf Speth empezó su trayectoria en el mundo del motor en 1980, cuando entró en BMW, donde se mantuvo durante 20 años. Posteriormente, entre el 2000 y el 2002 trabajó en Ford Premier Automotive Group, la división de Ford que entonces controlaba las marcas Jaguar y Land Rover. Finalmente, Tata lo eligió para dirigirlas cuando compró JLR a Ford. Speth cumplirá 65 años en septiembre.

Una ascensión truncada por el mercado chino

Tras tomar las riendas de JLR, la compañía inició una ascensión que terminaría registrando una rentabilidad récord para la marca durante los años 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015, año en el que cerró con un margen de beneficio del 14%. Durante esos años, la compañía se benefició de un gran crecimiento en el mercado chino, el más grande del mundo por volumen.

No obstante, durante los últimos años, en los que el mercado del Gigante Asiático no solo se ha ralentizado, sino que ha caído por primera vez en dos décadas, JLR ha visto como su modelo de negocio se desquebrajaba. En el año fiscal 2018-2019, JLR perdió 3.600 millones de libras (4.275 millones de euros), aunque desde entonces ha dirigido sus esfuerzos a volver ser rentables.

Para ello, en enero del año pasado, anunció el despido de 4.500 trabajadores en todo el mundo y una reducción de la producción en China por culpa de la situación del mercado y de la caída en picado del diésel, combustible principal de la compañía por las características de sus coches. A principios de este año, también se anunció un recorte de plantilla del 10% en su planta de Halewood, Inglaterra. JLR cerró el año pasado con 550.000 unidades matriculadas, un 6% menos respecto a 2018.

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