AUTOMOCIÓN

El Rey inaugura la producción del Opel Corsa en Zaragoza

El Rey inaugura la producción del Opel Corsa eléctrico en Zaragoza.

El Rey inaugura la producción del Opel Corsa eléctrico en Zaragoza. / EL PERIÓDICO

Xavier Pérez

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El Rey Felipe VI, acompañado por el presidente del Grupo PSA, Carlos Tavares, ha sido protagonistas hoy de la puesta en marcha de la producción en línea de la sexta generación del utilitario Opel Corsa en la planta de Figueruelas (Zaragoza). Es la tercera vez a lo largo de la historia de la factoría aragonesa que un monarca español visita el centro de fabricación la marca alemana. El Opel Corsa se producirá con sus tres versiones, eléctrico, diésel y gasolina y estará disponible en el mercado español a partir de 2020.

En su visita, el Rey pudo ver de cerca las instalaciones de montaje de la nueva generación del Opel Corsa (en la línea 2), modelo que se produce exclusivamente en la factoría española. La plataforma CMP multienergía del Grupo PSA atrajo especialmente el interés del monarca, que pudo conocer de la mano de Carlos Tavares y de Michael Lohscheller (director general de Opel). Durante el recorrido, Felipe VI pudo reunirse con los trabajadores y representantes del Comité de Empresa.

Después de la visita, el monarca se puso al volante de la primera unidad del Corsa-e surgido de Figueruelas y pudo comprobar las prestaciones del modelo en un corto pero 'electrizante' recorrido. Posteriormente, descubrió una placa conmemorativa y firmó en el libro de honor de la planta.

Por parte de Opel también estuvieron siguiendo la comitiva Yann Vincent, vicepresidente ejecutivo y director Industrial de PSA, Antonio Cobo, vicepresidente de producción y cadena de suministros de Opel/Vauxhall y Juan Antonio Muñoz Codina, director del Clúster Ibérico del Grupo PSA. Mientras, a nivel político, acompañaron al Rey, entre otros entre otros, el presidente de Aragón, Javier Lambán; la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto; el presidente de las Cortes de Aragón, José Javier Sada; la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez; el consejero de Justicia de Aragón, Ángel Dolado Pérez; el alcalde de Figueruelas, Luis Bertol y la alcaldesa de Pedrola, Manuela Berges.

La fuerza de PSA

La visita del Rey pone de relieve la gran apuesta del Grupo PSA por sus tres plantas españolas (Vigo, Madrid y Figueruelas). En 2020, PSA será el único conglomerado automovilístico presente en España que montará un vehículo 100% eléctrico en cada una de sus plantas. Carlos Tavares, presidente de PSA, quiso destacar la importancia de este evento que consolida el esfuerzo del grupo y el compromiso con el desarrollo industrial en España.

PSA fabricó un total de 336.420 vehículos de los modelos Opel Corsa, Opel Crossland X y Citroën C3 Aircross en Figueruelas durante los ocho primeros meses de 2019, un 16.6% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. El grupo industrial es líder en España en el terreno comercial, gracias a la aportación de sus cuatro marcas Peugeot, Citroën, DS Automobiles y Opel, que suman una cuota de mercado del 22% en el periodo enero-septiembre de 2019 (con una producción total en estos nueve meses de 626.982 unidades).

En la actualidad las marcas de PSA producen en España los modelos Citroën BerlingoOpel ComboCitroën C4 Space Tourer Grand C4 Space Tourer (anteriormente Picasso), Peugeot Partner/RifterCitroën C-Elysée, Peugeot 301, Opel MokkaCitroën C3 AircrossOpel Corsa (3 y 5 puertas), Opel Crossland X Citroën C4 Cactus.

El presidente de PSA afirmó durante la visita real que  "estamos presentes en el país desde hace más de 100 años. Somos el productor líder del sector de automoción español, así como el número uno en el mercado y pronto produciremos vehículos 100% eléctricos en nuestras tres plantas españolas". Y sobre el nuevo Corsa eléctrico, Tavares apuntó que con esta puesta en escena "se demuestra que el Grupo está preparado para afrontar los retos planteados por la transición energética".

Reproche a la UE

En su encuentro con la prensa, Tavares lanzó un serio reproche a la Unión Europea. "Hemos entrado en un debate dogmático con el sector del automóvil en lugar de afrontarlo de forma pragmática. Desde la Unión Europea se debería ver claramente lo que se quiere con la movilidad del futuro. Hay que ser pragmático y no dogmático en esa transición energética porque la industria sufrirá y ni España ni Francia ni Italia ni Alemania se van a escapar", apunta Tavares.

La puesta en marcha de la producción del Corsa eléctrico es una muestra de que "los fabricantes hemos hecho bien nuestro trabajo y estamos orgullosos de la gente que trabaja en nuestras fábricas. El riesgo para el futuro viene de fuera, del dogmatismo que parece haberse instalado en la Unión Europea a nivel político. Hay que ser coherentes, y no sé dónde estaban España, Italia o Francia cuando en 2018 se debatían las normativas en la UE cuando son países con un arraigo industrial tan grande con el automóvil. Habría que preguntar a esos gobiernos porqué se instalaron en posiciones tan extremas con las normativas", admite el presidente de PSA.

Tavares quiere mirar al futuro y reconoce que "la industria ha respondido creando todo lo necesario para el desarrollo del vehículo eléctrico. Ha invertido, tiene plantas de producción y la organización para desarrollarlo, aunque el principal problema es la velocidad que se le ha pretendido dar a esta transición energética. La gente debe entender que el coche eléctrico es más caro que el convencional. Tiene un coste de producción y desarrollo superior. Estaría bien que los gobiernos lo aclararan a la gente. Hay que mantener la velocidad adecuada", comenta el directivo.

"Nosotros hemos hecho el trabajo, ahora hay que hacer que se compre el coche eléctrico y no es tan fácil. La Unión Europea no se ha parado a pensar en todo lo que supone el coche eléctrico. Se necesitan infraestructuras de recarga. En muchos países no existen, y no se puede pretender que alguien se compre un coche eléctrico si no tiene dónde enchufarlo. Es como comprar un teléfono sin cargador. La inversión en infraestructuras debería correr a cargo de los Gobiernos y los Estados, que trabajen con iniciativas privadas también", afirma.

Tavares considera que con el dogmagtismo se ataca a la democracia: "La libertad de movimiento es la base de la democracia y no somos nadie para reducirla.  Porque al final no estamos hablando de coches sino de estilos de vida. ¿Quieren cambiarlo de forma drástica? Hoy en día ya no podemos pensar en un coche por el tipo de cliente que somos sino por el uso que le vayamos a dar que variará en función de una reglamentación, limitando la libertad de movimiento".