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Tensiones entre Renault y Nissan tras el fiasco de FCA

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Xavier Pérez

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El río anda revuelto en casa de la Alianza Renault-Nissan tras el fracaso de la posible fusión entre la marca del rombo y Fiat. Desde que el grupo FCA retiró la oferta la pasada semana, los puñales han volado a tres bandas entre el gobierno francés, Renault y Nissan.

La última de las tensiones se ha producido hoy mismo cuando Nissan ha comunicado que ha recibido una carta de Renault en la que les anuncia que se abstendrán en la próxima junta de accionistas en la que se debe aprobar la reorganización de la cúpula directiva de la marca nipona. Esta reunión era de suma importancia para Hiroto Saikawa, presidente de Nissan, ya que en ella se iba a tratar el nuevo rumbo de la compañía tras el 'caso Carlos Ghosn' (recordemos que todavía no se ha llevado a juicio).

Las dudas expresadas por Nissan en el proceso de la posible fusión de Renault y Fiat, al considerar que quedaban en inferioridad ante una supuesta nueva sociedad, acabaron contagiando al gobierno francés que presionó a Renault para que incluyera a la marca japonesa en el grueso de la negociación. Ante tantos problemas más políticos que financieros, Fiat retiró su oferta de 65.000 millones de euros.

Renault cambia de idea

Nissan consideraba que la propuesta "alteraría significativamente la estructura" de Renault y, según Saikawa, "requeriría una revisión fundamental de la relación existente entre Nissan y Renault". La respuesta no se hizo esperar. El consejo de administración de Nissan aprobó recientemente por unanimidad, incluyendo los votos de Renault (que es el accionista mayor del grupo nipón con el 43,4 % del capital), que se llevara adelante la propuesta de reforma corporativa.

Sin embargo, la carta recibida por Nissan señala que el grupo francés se abstendrá en la asamblea general de accionistas del 25 de junio. Al no contar con ese 43,4 % de apoyo accionarial, la reforma no podrá recibir los dos tercios de los votos que necesita. Saikawa ha estallado. Nissan considera que la nueva postura de Renault en este asunto "es muy lamentable, ya que va en contra de los esfuerzos de la compañía por mejorar su gobierno corporativo".

Francia aún ve la fusión

Mientras los cuchillos vuelan en Japón, desde el Elíseo aún mantienen la idea de que la fusión con FCA no es mala y el propio ministros de finanzas, Bruno le Maire, ha señalado que lo que hay que hacer es "poner las cosas en el orden correcto. Eso significa primero la consolidación de la alianza, y luego la consolidación (con otros socios), y no una antes de la otra, porque de lo contrario, corre el riesgo de que todo se derrumbe como un castillo de naipes". 

Para abordar esta nueva propuesta en el tema, le Maire considera que lo ideal sería "reducir la participación del Estado en el capital de Renault", algo que cree que no será un problema "siempre que tengamos una alianza más fuerte entre los dos principales fabricantes de automóviles". El carnaval está servido y Renault aún tiene un par de semanas para reconsiderar la 'traición' cometida según el punto de vista de Nissan.