Del autogiro al coche volador

El Salón del Automóvil de Barcelona siempre ha caminado a la velocidad de los adelantos tecnológicos. Su propuesta de exposición ha atraído a marcas y público en un entorno mágico que con el paso de los años ha ido ganando en intensidad. En la edición de 1925 la organización consiguió acercar a los barceloneses a la tecnología del futuro con la presencia de una sección de aeronáutica, una muestra en la que el autogiro de Ricardo De la Cierva fue el gran protagonista.

Hoy, 94 años después, el salón vuelve a convertirse en una cita de altos vuelos con la presencia en el Automobile Barcelona del Pal-V Liberty Pioneer Edition, el primer coche volador. Tras mostrarse en Ginebra, Barcelona será su segunda pista de aterrizaje.

Tanto el autogiro de De la Cierva como el PAL-V responden a la necesidad humana de desplazarse más allá de las carreteras. Así, surcando el aire, ambas propuestas buscaban esos vientos de libertad. El autogiro quería ser un invento pionero, y el PAL-V busca la descongestión del tráfico y el incremento de las opciones de movilidad. Dos conceptos con una misma base.

Invento español

El autogiro fue un invento del ingeniero español Ricardo De la Cierva, que desarrolló el rotor articulado, un concepto que sirvió de base para el nacimiento de los primeros helicópteros. Eso fue en el año 1923 y el ingenio llegó a cubrir 200 metros, cubriendo su primera ruta entre los aeródromos de Getafe y Cuatro Vientos en 1924.

La creación de De la Cierva fue evolucionando y consiguió articular la cabeza del rotor, además de aplicar un mando directo que hizo suprimir las alas.  Posteriormente le añadió un prelanzador (un invento de Heraclio Alfaro Fournier, no confundir con el Heraclio Fournier fabricante de naipes aunque el autogiro merezca el as de oros), un elemento que permitía acortar la carrera de despegue.

El PAL-V Liberty es un híbrido entre el coche y el propio autogiro (o girocóptero), aunque mucho más evolucionado. Al igual que el ingenio de De la Cierva, el PAL-V necesita algo de carrerilla para el despegue y por eso se aleja del concepto del helicóptero moderno. Se trata del primer modelo que se lanza para su comercialización en serie y los responsables de la compañía presentan la Pioneer Edition, cuyos primeros 90 modelos costarán 563.000 euros. No obstante, conducir/pilotar un vehículo de estas características no será algo que todo el mundo pueda hacer. Precisa de una licencia que se consigue tras un curso específico de unas 40 horas de duración.

El sistema de funcionamiento varía si lo usamos por tierra o por aire. En Automobile Barcelona, no obstante, no lo podremos ver volar (cuestión de permisos de las autoridades aeronáuticas). El diseño tiene un perfil afilado y cuenta con tres ruedas, es biplaza y su interior es una mezcla de coche y cabina de aviación. Con las hélices plegadas el PAL-V puede alcanzar en su ‘modo coche’ los 160 km/h y cuenta con una autonomía de 1.200 kilómetros. El motor de gasolina tiene 200 CV y acredita en sus primeras pruebas un consumo de 8,33 litros a los 100 kilómetros. Cuando lo usamos en ‘modo aéreo’ el PAL-V puede disponer de la autonomía necesaria para recorrer sin atascos unos 400 kilómetros. Las primeras unidades empezarán a entregarse en 2020.

Habrá versión de acceso

El PAL-V que veremos en el Automobile Barcelona es el primero de una generación que en breve se completará con un nuevo modelo denominado PAL-V Liberty Sport, que será una versión más de acceso y su precio rondará los 376.000 euros. Si algún visitante del salón se hace con una de las unidades del PAL-V debe saber que para convertir el coche (triciclo) en un girocóptero tendrá que invertir solo cinco o diez minutos de su tiempo, necesario para preparar los rotores, los timones, desplegar las alas y subir las hélices. También tendrá que buscar un espacio abierto y con la distancia suficiente para coger carrerilla. El vehículo es de propulsión trasera, tanto en modo coche como en modo aéreo.

La participación de PAL-V transmitirá al Automobile Barcelona la pasión por volar. Del 11 al 19 de mayo todos los que quieran sumarse a esta aventura de altos vuelos podrán hacerlo en una edición que celebra 100 años de historia y en la que el espíritu de esos primeros innovadores como Ricardo De la Cierva estará muy presente.