AUTOMOCIÓN

Automobile Barcelona, motor de España

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Xavier Pérez

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El pasado martes el cronómetro se puso en marchaCien días para que arranque el primer salón ferial de España capaz de cumplir un siglo de vidaAutomobile Barcelona. El salón internacional del automóvil celebra su edición número 40 tras cien años de historia. Todo empezó en 1919, en el Palacio de Bellas Artes del parque de la Ciutadella y, del 11 al 19 de mayo, la ciudad renovará sus votos con la industria del automóvil.

La tradición barcelonesa en la organización de ferias hizo que el sector mantuviera a lo largo de un siglo su compromiso con Catalunya. Por encima de cualquier discrepancia política, el Automobile Barcelona se perfila en cada edición como un escaparate lleno de ilusiones, novedades y tecnología, que respira gracias a unas cifras que constatan la importancia del automóvil en el peso de la economía española.

Barcelona siempre ha tenido un importante peso específico a nivel industrial. El primer coche'made in Spain'  (el triciclo Bonet) se hizo aquí en 1889, las primeras fábricas de automóviles de España (De la Cuadra y la Hispano Suiza) nacieron en Barcelona con el inicio del siglo XX (hubo hasta 15), la primera matrícula de coche de la península ibérica en 1903 (tres años antes había matriculado el primer coche de España en Palma de Mallorca) fue la B-1 para un Berliet francés importado por Rupert Garriga (Banca Garriga y Nogués), y asi numerosos hitos que pusieron a Barcelona como epicentro del automóvil nacional. Es más, en la actualidad la única marca española de coches, Seat, nació y sigue estando en Barcelona (bueno, ahora en Martorell). Y, como no, el primer y único salón internacional del automóvil de España se celebra, ¿adivinan?... en Barcelona.

De ahí que la edición de este año del Automobile Barcelona sea tan importante. Por historia, obvio, y por peso industrial, también. El pasado año (pese a la crisis originada por la falta de motores homologados tras la entrada en vigor de la normativa europea de emisiones WLTP) el sector cerró con una nueva subida de las ventas del 7% en turismos y todoterrenos, con un 7,3% en vehículos derivados y pick-up, y con el 8,4% en furgones y camiones ligeros, posicionándose España como uno de los mercados clave de Europa.

Enrique Lacalle, presidente del Automobile Barcelona, considera que "son unos buenos datos. Además, España es el segundo país de Europa en cuanto a producción de vehículos por lo que se trata de un sector potente a nivel industrial. Piensen que el 3% de los coches que se fabrican en el mundo se hacen aquí y eso, pienso, es bastante relevante", admite. 

La apuesta de Barcelona, en cuya zona de influencia están las fábricas de Nissan en la Zona Franca y de Seat en Martorell, es importante para un sector estratégico a nivel nacional. Casi el 9% de la población activa de España trabaja en alguna empresa relacionada con la automoción y hay 400.000 empleos relacionados directa o indirectamente con el automóvil. Las marcas han invertido cerca de 10.000 millones de euros en I+D, sobre todo el modelos innovadores de emisiones cada vez más reducidas. España fabrica 15 modelos en 13 factorías de los que 13 disponen de sistemas de propulsión de energía alternativa y diez son 100% eléctricos.

El sector está en plena transformación, y por eso la propuesta del Automobile Barcelona suena tan interesante para el gran público. La cita barcelonesa también se transformó hace dos años (el salón es bienal) incorporando la tecnología, la conectividad, la conducción autónoma, los nuevos formatos de propiedad (carsharing y demás) y la sostenibilidad a su oferta. Todo ello, unido al concepto de salón comercial (donde las marcas suelen aplicar precios atractivos) hace que el Automobile Barcelona represente un punto de interconexión para la industria y los visitantes.

A parte queda el "oasis institucional" que siempre ha defendido a capa y espada su presidente Enrique Lacalle. Barcelona calienta motores para la gran cita. Empieza la cuenta atrás.