Porsche renuncia definitivamente al diésel

Ya es oficial. Porsche dejará de producir de forma definitiva vehículos equipados con motores diésel. Así lo ha anunciado  la marca a través de su CEO, Oliver Blume, que ha reconocido que a filosofía del gasóleo no encajaba con la de la firma de Stuttgart. Sin embargo, a nadie se le escapa que el escándalo del diéselgate, que también les ha salpicado como parte del Grupo Volkswagen, ha sido como el clavo final que ha tapado el ataud de esa tecnología en Porsche.

Oliver Blume ha señalado que "el diésel ha desempeñado tradicionalmente un papel subordinado en la marca. Eso no quiere decir que condenemos esta tecnología porque consideramos que es válida para determinados vehículos y sigue siendo importante. En ningún momento se nos ha pasado por la cabeza demoniza al diésel porque no es justo".

Pero las cifras mandan. La cuota de diésel en 2017 en Porsche era solo del 12%, y la demanda de modelos de la marca con este tipo de motores ha descendido alarmantemente en este 2018.

El CEO de la marca considera que "en Porsche siempre hemos sido una marca deportiva, de coches deportivos, y para nosotros el diésel ha jugado un papel secundario. Por eso hemos decidido que nuestro futuro se desarrolle sin modelos diésel".

Parón de producción en febrero

El pasado mes de febrero la marca ya había anunciado que posponía, de momento, la producción de modelos diésel hasta que no se solventaran los problemas derivados de la presunta estafa de emisiones del consorcio alemán.

El grupo Volkswagen estaba siendo investigado judicialmente por las autoridades germanas, y en esta investigación se había detectado software fraudulento en los motores diésel de ocho cilindros del modelo Cayenne con especificiaciones de homologación Euro5 procedentes de Audi (su marca hermana en el grupo), según señaló el rotativo Bild am Sonntag. En consecuencia, Porsche tuvo que llamar en mayo a revisión a más de 60.000 Cayenne y Macan para regular las funciones de software del motor.

A partir de ahora Porsche se dedicará, según el propio Oliver Blume, a focalizar su estrategia en modelos de gasolina, híbridos y también eléctricos. Para ello han invertido 6.000 millones de euros en movilidad eléctrica hasta el año 2022. "La hibridación se está haciendo cada vez más popular en nuestra marca", comenta Blume.

Un 63% de los Porsche Panamera que se venden corresponden al modelo híbrido, una tecnología en la que Porsche ya había debutado en el año 1898 con el Lohner-Porsche que montaba dos o cuatro motores eléctricos y uno de gasolina. En el plano del eléctrico puro la marca ya ha anunciado la producción del su modelo Taycan en 2019 que será el primer coche 100% eléctrico de Porsche basado en el prototipo Mission E. En 2025 cada modelo de Porsche de la gama tendrá una opción electrificada.