ARRANCA EL MUNDIAL DE MOTOGP

Sepa por qué la Ducati es la mejor moto por mucho

El italiano 'Pecco' Bagnaia, flamante campeón del mundo, pilota una nueva 'Desmosedici', mejor que la del 2022, que ganó 12 de las 20 carreras disputadas

Ducati no solo arriesgó en el diseño de su moto, también apostó por tener ocho máquinas en MotoGP, cuyos pilotos ofrecen una información privilegiada

Ducati

Ducati / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Emilio Pérez de Rozas

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Esto empieza a la palabra de ¡ya! Y empieza en Portimao. Y arranca con un campeón, el italiano ‘Pecco’ Bagnaia, al que todos dan como principal favorito. Bueno, como único favorito. Todo lo demás son suposiciones…que si Fabio Quartararo (Yamaha) puede haber solucionado sus problemas de velocidad, que si Aprilia ha dado el pasito que le faltaba en el sprint final del 2022 y arropa a Aleix Espargaró con mejor estructura y organización técnica y con una moto «totalmente nueva», que si Marc Márquez pondrá todo lo que le falta a su Honda, que es demasiado….todo son suposiciones, pero la única realidad es que la Ducati ganó, el pasado año, 12 de las 20 carreras y, nada más poner en pista su ‘Desmosedici’ GP23, ya es mejor que la anterior.

«Mira, cuando tú estás en la pista, cuando aprietas los dientes y peleas por estar delante y, de pronto, te pasa una Ducati, cinco curvas después te pasa otra y, cuando completas la vuelta, te pasa una tercera Ducati, es evidente que esa moto es muy superior a las demás», señala Aleix Espargaró (Aprilia). ¿Y en qué es superior?, pues, como reconoce Marc Márquez, «en el paquete, en todo, han conseguido la moto más completa y, encima, con un paquete aerodinámico muy especial y eficaz».

Aerodinámica decisiva

«Si quieres tener un motor atómico tienes que invertir una cantidad de dinero brutal», explica Carlo Pernat, descubridor de Valentino Rossi y manager que lleva un montón de décadas en el ‘paddock’, «pero si inviertes dinero, no mucho, en aerodinámica, consigues avances brutales que, además, sorprenden a tus rivales y hacen que tu moto sea muchísimo más eficaz. Eso es lo que ha sabido hacer, como nadie, Ducati».

«La moto me pareció acertadísima desde el minuto uno en que la piloté en Sepang», asegura, sin rodeos, Bagnaia. «Tenemos, tal vez, algo menos de velocidad, pero esta moto es mucho más fácil de pilotar. Antes me faltaba agarre en las curvas y, ahora, el paso por curva es estupendo. Yo creo que aprendimos de los errores de la pretemporada del pasado año, que fue muy deficiente y preocupante, y esta moto se adapta, ya de salida, perfectamente a mi pilotaje. Somos favoritos, sí, vale, pero hay que demostrarlo en la pista».

"Desde el minuto uno de pretemporada comprobé que la Ducati de este año ya era mejor que la del 2022"

— 'Pecco' Bagnaia / Campeón del mundo con Ducati

«Una cosa está clara: cualquier piloto que se sube a la Ducati es rápido, lo que demuestra que es la moto perfecta», dice Luca Marini, el hermano de Valentino Rossi. «No solo eso, no», añade el mayor de los Espargaró, «son rápidos pilotos con estilos distintos, con técnicos diferentes, con motos del 2021, 2022 y del 2023, con puestas a punto diversas…¡una locura!, insisto. Es una gran moto».

Hay quien dice y no les falta razón que el equipo técnico, dirigido por el pillo Gigi Dall’Igna, supieron encontrar los recovecos, los trucos, las trampillas ‘legales’ al último reglamento técnico mientras que los japoneses, siempre tan japoneses, se ajustaron a lo que describía la ley. Y se estancaron. Como afirma Alberto Puig, máximo responsable del equipo Repsol Honda, «fueron más agresivos, más valientes, arriesgaron más y consiguieron una mejor moto».

El cuadro de mandos de la Ducati 'Desmosedici' de 'Pecco' Bagnaia.

El cuadro de mandos de la Ducati 'Desmosedici' de 'Pecco' Bagnaia. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

«Una cosa que no debemos olvidar», cuenta con listeza el novato Raúl Fernández (Aprilia), «Ducati trabaja con cuatro equipos diferentes, con motos del año pasado y de este, con ocho pilotos distintos, con ocho ingenieros diferentes y, claro, cuando acaban los entrenamientos, Dall’Ignia y todo su ‘staff’ técnico tiene miles y miles de datos de cómo se comportan sus motos en cada curva, porque han pasado mil veces ocho pilotos por allí. Y, al día siguiente, eso se traduce, incluso la noche del sábado, claro, en que todos, todos, llevan una puesta a punto ideal, compendio de todo lo descubierto, analizado y puesto en la moto».

Luciendo el nº 1

«¡Uf!, es otro mundo, desde luego, para mí mejor, claro», asegura el bicampeón Àlex Márquez, que ha dejado Honda para abrazar la mejor Ducati, la del campeón Bagnaia, es decir, la del 2022 «aunque si lo hago bien, espero que me regalen la de este año». Y se parte de risa, mostrando la satisfacción del cambio. «Esta Ducati es otra historia, no tiene nada que ver con la Honda. Es fácil de pilotar y, además, no te traiciona. Con la Honda no entendías por qué hacía las cosas que hacía, tenía todo un punto de desconcierto, de locura. Con la Ducati todo está mucho más controlado. El motor, además, es potente, previsible y te facilita mucho, mucho, la vida».

Bagnaia ha decidido que, tras muchos años (Casey Stoner, Ducati, 2012), la parrilla de MotoGP volverá a ver en acción una moto con el nº 1. «El título merece que lo luzcamos en pista», dice ‘Pecco’, al que todos ven repitiendo «cosa que solo han logrado Valentino (Rossi) y Marc (Márquez)».

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