MUNDIAL DE MOTOGP

Tino Martino, el fotógrafo que capta todas las caídas

Lleva 32 años en el Mundial de motociclismo y cuando algún piloto se cae, todo el mundo sabe o intuye que Tino Martino, de la agencia italiana Milagro, tiene la foto. Y no fallan.

Martino, de 59 años, dice que no todo es suerte, pues él conoce mejor que nadie los circuitos, las curvas, los instantes y los pilotos que pueden protagonizar esas caídas

Tino Martino

Tino Martino / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

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Forma parte del Mundial, bueno, del decorado de la sala de prensa de todos los grandes premios del Mundial de motociclismo. Y lo hace desde hace 32 años, lo que significa, según él, que llegó con el también italiano Loris Capirossi, que debutó aquel año, en la categoría de 125cc, con una Honda del equipo Polini.

¿Y por qué se acuerda, o comenta, o recuerda Tino Martino, fotógrafo de la agencia italiana Milagro, que empezó a trabajar en el ‘circo’ de las dos ruedas, en 1990, con ‘Capirex’? Pues, sencillamente, porque la primera caída que captó con su cámara fotográfica fue un despiste de Loris, que acabó con el campeón por los suelos. Por eso recuerda Tino, como le llamamos todos, que lleva 32 años en el Mundial.

El cazador de caídas

Y es que Capirossi se fue después de correr durante 22 años y Tino ha añadido ya 10 más a tu impecable trayectoria. Martino no es un ser muy hablador. O no es muy hablador…con los que no le gustan, con los que le gustan es un ser maravilloso, encantador, ágil, listo, muy, muy, sagaz, que siempre tiene, en milésimas de segundo, la frase graciosa, la respuesta adecuada y la anécdota que provoca la mayor carcajada del día. Ese es Tino Martino, de 59 años, el hombre, el cazador de caídas, el fotógrafo al que uno siempre, siempre, ha de acudir cuando se ha producido o una gran caída, o una caída espectacular o una de las estrellas, uno de los campeones, ha rodado por los suelos, por la arena.

La caída que no fue. Tino Martino captó esta plegada, derrapada, de Marc Márquez (Honda), en Brno, en agosto del 2014 y pensó que se había caído.

La caída que no fue. Tino Martino captó esta plegada, derrapada, de Marc Márquez (Honda), en Brno, en agosto del 2014 y pensó que se había caído. / MILAGRO / TINO MARTINO

“¡Tino, la tiene!”, se suele oir gritar en la sala de prensa de los grandes premios en cuanto se ve caer a algún piloto. Y, sí, Tino la suele tener. Las tiene a cientos, a miles. ¿Suerte?, nadie cree que es suerte. Tino, sí, un poquito. “Veamos, la experiencia funciona, porque son 32 años viajando por el mundo y yendo a todos los circuitos del Mundial”, comenta con calma Martino, mientras Alex, Jesús y Rudi, sus colegas de Milagro, mueven las cejas dando a entender ¡mentira! que Tino se hace el importante. Nada de eso.

"Tú debes mirar lo que ocurre en la pista a través de tu cámara. Tú no puedes levantar la vista. Tú no eres un espectador. Tú estás ahí para hacer la foto"

— Tino Martino / Fotógrafo de la agencia Milagro

“Conocemos los puntos críticos de cada trazado, sabes del estilo de pilotaje de cada piloto, sabes de sus necesidades, no sé, si alguien ha ido apurado el viernes, sabes que el sábado por la mañana saldrá a por todas y ese tipo puede caerse antes que los demás, sabes quién es más agresivo que otro ¡nadie como Marc (Márquez), claro!, es decir, que todo eso te ayuda para colocar en determinados puntos. Pero…como decía Picasso ‘cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando’, es decir, debe estar atento a todo, a todo, pues la caída puede producirse en el momento más imprevisto”.

Martino sonríe cuando explica que “debes resistir a la tentación de dejar de mirar la pista a través del visor, de tu objetivo y levantar la mirada para ver caer al piloto. Tú estás allí para hacer la foto, no eres un espectador ni, mucho menos, un fan. Tú debes ver las carreras a través de tu cámara y no levantar ¡jamás¡ el dedo del disparador”.

La caída de Joan Mir (Suzuki), el pasado domingo, en Sachsenring (Alemania).

La caída de Joan Mir (Suzuki), el pasado domingo, en Sachsenring (Alemania). / MILAGRO / TINO MARTINO

Tino cuenta, por descontado, que ha habido sesiones que ha estado 45 minutos que alguien se fuese al suelo delante suyo y no ha ocurrido. “Pues bien, ayer, viernes de Sachsenring, me fui a la primera curva, en Moto3, y, en cuatro minutos, se cayeron delante mio ¡cinco pilotos!” Eso sí, algo tiene Tino porque, no hace mucho, se llevo a un amigo suyo italiano a Malasia, lo colocó en una curva, le dijo “tú quédate quieto aquí, no te muevas, y ya verás como los pilotos se caen delante de ti. ¡Y se cayó Marc! ¡Tremendo!”

Caida de 'Pecco0 Bagnaia, hace quince días, en Alemania.

Caida de 'Pecco0 Bagnaia, hace quince días, en Alemania. / MILAGRO / TINO MARTINO

Ni que decir tiene que todo los colegas, todos los compañeros, vigilan de reojo a Tino y Martino, feliz. Él no tiene secretos para nadie. “Es posible que alguien me acompañe en una sesión y, de pronto, esa sea la sesión en la que no se cae nadie. Eso no es suerte ni mala suerte es, simplemente, que ocurre”. Eso sí, lo que no hace Tino es despistarse.

“Lo importante es captar el momento, la caída, el vuelo, la entrada del piloto en la gravilla…luego, si no está del todo fina, limpia, enfocada, no pasa nada. Lo importante es captar el momento. Cuando la foto refleja ese vuelo tremendo, esa caída espectacular, ese cuerpo en medio de la pista sorteado por otros pilotos, la calidad pasa a segundo lugar, entre otras razones porque estamos hablando de exquisiteces y, en esos instantes, prima la noticia, la imagen, el vuelo”.

Valentino Rossi, dolorido, en la pista, en el 2010.

Valentino Rossi, dolorido, en la pista, en el 2010. / MILAGRO / TINO MARTINO

Tino no engaña a nadie cuando explica que con las sofisticadas cámaras que manejan ahora los fotógrafos, que pueden captar 20 imágenes en un segundo, es más fácil acertar “siempre y cuando, insisto, estés atento a la acción, a la pista”. La capacidad de tener tantas imágenes de la caída, te permite editar la mejor instantánea del vuelo o del accidente. “Es evidente que editar bien, con gusto, con tacto, con conocimiento, cada fotografía, ayuda mucho a que el resultado final brille”.

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