INDONESIA, EL PAÍS DE LA MOTO

Todo un país (presidente incluido) rendido a MotoGP

El Mundial de motociclismo regresa, 25 años después, al país del mundo que más ama la moto, que más la utiliza y que más pasión y devoción siente por Marc Márquez y compañía

Desde el presidente, Joko Widodo, poseedor de una Kawasaki, hasta el último de los habitantes en el islote más pequeño posee una moto en un país donde se venden 5 millones de scooters al año

Marc Márquez

Marc Márquez / MotoGP.com

Emilio Pérez de Rozas

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Es verdad, muy cierto, que hoy en día el mundo del deporte e, incluso, el de la alta competición, es un espectáculo, un negocio y, por descontado, el mayor de los entretenimientos.

Es cierto, muy cierto, que los organizadores de los grandes eventos y campeonatos del mundo se escogen los escenarios por muy diversos motivos y, sí, el dinero es muy importante, pero también los medios a su disposición, las instalaciones, la ubicación del evento, la audiencia televisiva, la tradición de ese país con referencia a ese deporte y tantas otras cosas que pueden decantar la llegada de ese gran espectáculo a determinados lugares.

Regreso esperado

Hacía 25 años que el Mundial de motociclismo y, muy especialmente, la categoría reina, antes de 500cc y ahora de MotoGP, no aterrizaba en Indonesia. Y este domingo se cierra la que para muchos ha sido la visita más espectacular de la historia del ‘circo’ de las dos ruedas.

“Yo, de verdad, en mi vida había visto una cosa igual, desde que visité este país, en el 2014, me he quedado fascinado, boquiabierto, de lo que representa la moto y las motos, las carreras y los pilotos para este pueblo. Es maravilloso correr aquí, ¡maravilloso!”, señala Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo, que tiene una legión (y religión) de seguidores detrás en todas las islas de Indonesia.

Los pilotos se pasearon, rodeados de miles de fans, el pasado miércoles, por las calles de Yakarta.

Los pilotos se pasearon, rodeados de miles de fans, el pasado miércoles, por las calles de Yakarta. / MOTOGP.COM

“Solo puedo añadir un detalle a lo que dice Marc”, señala Pol Espargaró, su compañero en el equipo Repsol Honda, “ahora entiendo cómo se sienten las estrellas de rock porque a nosotros nos han tratado esta semana como si fuésemos auténticos dioses ¡qué maravilla de gente, de cariño, de devoción, de sensibilidad hacia nuestro trabajo”.

Maravillosos recuerdos

‘Polyccio’ reconoció que “solo puedo hacer una comparación, que me pone la piel de gallina, y es que cuando veo como nos quieren estos auténticos, verdaderos y devotos aficionados en Indonesia, me acuerdo de cuando papá, Aleix y yo hacíamos kilómetros y kilómetros en coche, con bocadillos y bebidas, para ver correr a Álex (Crivillé) por todos los circuitos de Epaña ¡aquello sí era devoción! Bueno, como esta”.

Los pilotos compartieron el sentimiento del pueblo indonesio y de su presidente, Joko Widodo, el primer ‘motard’ del país con su Kawasaki, en una parada, caravana y paseo multitudinario, el pasado miércoles, por las calles de Yakarta, con miles de aficionados que les vitorearon a su paso, y que concluyó en el palacio del presidente.

Saludar al presidente

Este es un país de 210 millones de habitantes donde se venden al año, más o menos, unos cinco millones de motos (el 88% scooters y el 78% de la marca Honda). Este es un país donde no se utiliza el casco y donde, en una misma moto, va montada toda la familia, papá, mamá y dos hijos. Y donde, por supuesto, en los cruces o cedas el paso, pasa el más intrépido, el que tiene más (o tanto) coraje como Marc Márquez y compañía en las curvas de Mandalika.

Joko Widodo, presidente de Indonesia, posa con Carmelo Ezpeleta y un numeroso grupo de pilotos de MotoGP.

Joko Widodo, presidente de Indonesia, posa con Carmelo Ezpeleta y un numeroso grupo de pilotos de MotoGP. / MOTOGP.COM

Es por eso, más que por el dinero, por devoción, por rendir pleitesía a millones de aficionados, por lo que la organización de Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna y el Mundial, ha vuelto a Indonesia. Más que suficiente. Es por ello que el joven italiano Enea Bastianini (Ducati, 'team' Gresini), ganador del primer gran premio del año, hace quince días, en Qatar, no pudo por menos que agradecerle a Ezpeleta "haber podido saludar y compartir unos minutos, por vez primera en mi vida, con todo un presidente de una nación. Eso me lo ha proporcionado mi deporte, el Mundial y su organización y yo debo estar agradecido porque, seguro, que no hubiese podido vivir un momento así jamás. ¡Por fin he podido saludar a un gran jefe de estado!"

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