ENTREVISTA A GABRI RODRIGO

"En Moto3 no hay más muertes de puro milagro"

El piloto hispano-argentino, de 24 años, asegura que "es el momento de dar el salto a M2 porque M3 se ha convertido en una categoría demasiado peligrosa"

Rodrigo, que cree que los rebufos aumentan el riesgo, afirma que "hay pilotos jóvenes que creen que el premio a jugarse la vida es una plaza en MotoGP"

Gabri Rodrigo

Gabri Rodrigo / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

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Es el fiel de la balanza. Ni niño ni mayor. Tiene suficiente experiencia (lleva ocho años en el Mundial) y ha corrido suficientes grandes premios (116) como para asegurar que los niños deberían medir mejor su arrojo y recomendar que intentemos situar a Moto3 en el mismo punto de riesgo de Moto2 y MotoGP.

Gabri Rodrigo (Barcelona, 1996), catalán con raíces argentinas, cuya bandera defiende en el Mundial de la pequeña cilindrada, le ha empezado a tener respeto, que no temor, “más del que jamás pensé que le tendría”, a Moto3, por eso está feliz de haber firmado ya su nuevo contrato, el del año que viene, para dar el salto a Moto2.

Le noto seriamente preocupado por las últimas muertes. Como todos ¿no? Desde hace un par de años, aunque muy especialmente esta temporada, sufro una gran contradicción. Pienso que todos en el Mundial, organizadores, circuitos, marcas, equipamiento, pilotos, estamos haciendo lo imposible para que las carreras sean lo más seguras posibles, pero es absurdo obviar que practicamos un deporte sumamente peligroso, de riesgo, de contacto y, por tanto, jamás evitaremos que hayan caídas, accidentes y muertes. Nunca. A esa observación de gratitud al esfuerzo de todos, este año hemos añadido la mala suerte. Hemos tenido muy mala suerte y se han juntado una serie de factores que han hecho que se produzcan tres muertes muy seguidas que ha aumentado esa alarma que todos llevamos incorporada, latente, asumida, en nuestra cabeza. Es la primera vez que siento que mi deporte es más peligroso de lo que pensaba.

"Fue una gran idea igualar las motos de M3, el problema es que las consecuencias son carreras en grupo y más peligro"

— Gabri Rodrigo / Piloto del Mundial de Moto3

¿Y tiene miedo? No, no, jamás. Aquí nadie tiene miedo. Si tienes miedo, te paralizas, no te puedes subir a la moto. Además, si lo hicieses serías un peligro para tus compañeros. Nosotros tenemos asumido el riesgo, el peligro, desde niños. Es casi lo primero que aprendes e interiorizas. No, no, lo que ocurre es que hemos llevado la categoría de Moto3, la que sirve de trampolín a las demás, aquella en la que empiezan los jóvenes y pelean para hacerse un sitio en MotoGP, ve, ese es otro problema, todos quieren llegar ¡ya mismo! ¡cuánto antes! a MotoGP, y es una división tan igualdad, tanto, a nivel técnico y de moto, que para destacar hay quien decide añadir más riesgo, valor, arrojo, irresponsabilidad, inconsciencia, que otros. Y, a veces, esas ansias, ese exceso, provocan accidentes, caídas.

Es evidente que cuando ves una carrera de Moto3, la sensación de peligro es permanente. Mire, lo diré en buen tono, pero es como lo siento: en Moto3 no hay más muertes de puro milagro. Se ha convertido en una categoría muy peligrosa y yo ya tengo ganas de huir de ella y dar el salto a Moto2. Todo empezó con una propuesta la mar de lógica: fuera motos oficiales, de fábrica, en Moto3, una categoría de promoción, y así igualamos la parrilla. Perfecto, se acabaron aquellos misiles que llevaban Maverick (Viñales) o Rins (Álex), por dar dos nombres, no por criticarlos, ¡por favor!, y aumentamos la igualdad y la pelea. Pero esa igualdad y, sobre todo, la tremenda capacidad de que el que no corra tanto o sea tan bueno se pueda agarrar al rebufo para estar delante ha hecho que las carreras sean en grupo, de hasta 20 pilotos, y el riesgo sea tremendo. Era justo, sí, que todos corriésemos con el mismo material, pero nadie pensó en las consecuencias de esa igualdad, que es más riesgo, peligro, caídas y, sobre todo, atropellos.

Y algunos niños inconscientes. Mire, no seré yo quien señale a nadie. Todos cometemos errores. Cuando las carreras son en grupo, cuando tú, sin ser el más rápido ni el más experto, pero sí el más joven, el más atrevido, el que tienes menos que perder o el más pillo para vivir eternamente en el rebufo y logras codearte con los buenos, con los rápidos, estás comprando números para provocar algún accidente. Y siempre son no deseados, sin querer. Le repito: para cómo vamos, para cómo corremos, para el tipo de carreras que protagonizamos, pasan pocas cosas, de verdad.

El peligro es que te atropellen. Ese es el peligro de Moto3. ¿Por qué?, pues porque en Moto2 y MotoGP enseguida se abre el grupo, se estira. Como mucho, las tres primeras vueltas de MotoGP tienen un peligro similar pero, luego, los buenos, los que tienen ritmo, se van, adiós. En MotoGP, coges un segundo, ya no te digo dos, y ya no te pillan. En Moto3, es imposible coger ni cinco décimas. Y, cuando las tienes, entre curva y curva, que para nosotros es una recta, sobre todo si pillas rebufo, atrapas a cualquier ¡a cualquiera! Si desapareciera la posibilidad de los rebufos, no sé, si corriésemos sin carenados, el riesgo bajaría tremendamente. Y le confieso que no sé cómo podemos reducir el peligro en Moto3, no tengo ni idea por más cosas que se han comentado. Cuando se te cae alguien delante y venimos en manada es un milagro no atropellar o que te atropellen.

"Es imposible o muy difícil, pero si eliminásemos el rebufo reduciríamos muchísimo el peligro de accidentes graves en M3"

Ya veo que no culpa a los más jóvenes por asumir más riesgo del necesario. Estamos en una categoría de formación, de promoción y, sobre todo, no lo olvidemos, en un campeonato, el de Moto3, donde todos nos buscamos la vida por brillar y merecer un puesto en Moto2 o MotoGP. Y, si las motos son iguales y/o los rebufos te permiten estar con los mejores, hay quien decide que la única manera de marcar diferencias es arriesgar más de lo debido. Sí, puede ser. Ha habido algo que ha provocado el aumento de esa agresividad o ganas: los pilotos que logran subir a MotoGP cada vez son más jóvenes y algunos hasta se saltan el periodo de aprendizaje de Moto2 y, claro, todo el mundo quiere ir a MotoGP. Repito, no lo critico, cada uno sabe el riesgo que asume pero, a veces, tengo la sensación que los más jóvenes creen que el premio a jugarse la vida es MotoGP.

Esta visto que, en Moto3, cada vez se necesita más suerte para eludir el accidente, la lesión, la muerte. Pues sí, lamentablemente es así. Por eso digo que desconozco cuál es la solución. No hay más remedio que empezar de niño, de joven, con motos pequeñas, no puedes hacer que Moto3 sean motos de 600cc, no tiene sentido con 16 años. Y, si lo hicieses en el Mundial, lo único que harías sería desplazar el peligro a los campeonatos nacionales, es decir, lo sacarías de la pantalla de televisión. Y, respecto a la suerte, le diré que todos, todos, nosotros, en todos, todos, los entrenamientos y carreras, hemos visto, sufrido y protagonizados caídas, individuales y colectivas, donde no ha ocurrido nada. Pero donde te has llevado las manos a la cabeza y, luego, por la noche has pensado ‘me podía haber matado’. Eso es suerte. La caída del otro día en Austin fue ¡escalofriante! y ninguno de los cuatro pilotos se hizo rasguño alguno. Otras veces, con menos, con mucho menos, te rompes cinco huesos o te matas.

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