MOTOGP

MotoGP: El misterio Viñales: de último a primero en cinco días

El piloto catalán de Monster Yamaha, de 26 años, olvida, de pronto, su desastre en Sachsenring y consigue la 'pole position' en el GP de Holanda

Cuando le preguntan qué ocurre, 'MVK' no convence con sus explicaciones y afirma que lo único que ha cambiado es qu "ahora tengo agarre"

Viñales

Viñales / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

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Hay gente que bromea y, la verdad, no es cosa de broma. Hay gente que se lo toma como si fuese un entretenimiento, una diversión o, como poco, un divertimento. ¿Por qué?, porque nada ( o casi nada) tiene sentido en la vida de Maverick Viñales, un piloto impresionante, de 26 años, campeón del mundo de Moto3 y que, nada más ascender a la categoría de MotoGP, lo ha tenido todo, todo, todo, para ser el mejor, el ‘antiMárquez’, el campeón y jamás, jamás, ha estado cerca de ello.

Es incomprensible lo que le ocurre a este muchacho. Es tan complicado que ni siquiera él sabe explicarlo. Es más, cuando lo cuenta, nadie se lo cree. La opinión más generalizada en el ‘paddock’, excelentemente explicada recientemente por un reportaje publicado por Nadia Tronchoni en el diario ‘El País’, es que todo es mental, todo es culpa suya, de su entorno, de sus cambios constantes sin criterios, tanto a nivel técnico como familiar o de amistades e, incluso, de asesores, managers y entorno.

¿El motivo?, el agarre

Jamás Viñales ha sido capaz de explicar lo que le ocurre. No es posible (y nadie se lo cree) lo que contó ayer cuando dijo que de ser el último (a más de 24 segundos del ganador, Marc Márquez) en Sachsenring, al primero, al ‘poleman’, al favorito, al más rápido en el enrevesado trazado de Assen (Holanda), la ‘catedral’ del motociclismo, “lo único que ha cambiado es que aquí, en Assen, tengo agarre y puedo hacer lo que quiero con la moto y, en Alemania, no había manera de hacerla funcionar y todo era un desastre. Y eso, lo de Alemania, ya me había pasado cuatro veces antes, de ahí mi cabreo, mi enfado y mis declaraciones”.

Nadie, absolutamente nadie, tiene la menor duda de se trata de una cuestión de mentalidad, de predisposición, de actitud, de entrenamiento mental, de carácter. No puede ser que MVK lo tenga todo para ser ganador fijo siempre, casi campeón, y sus finales de Mundial sean 6º, 3º, 4º, 3, 4º y, ahora, sea 6º del campeonato, a 56 puntos (más de dos victorias) del líder, su compañero Fabio Quartararo, que pilota su misma Yamaha M1.

Sobre la actitud

Cuando ayer le preguntaron si no sería más sensato reflexionar sobre su actitud y no ser tan agresivo a la hora de criticar a una marca y una moto que está liderando el Mundial, Viñales, que este domingo (14.00 horas, DAZN), saldrá desde la ‘pole’, respondió: “¿Qué quieres, que me quede dormido en el boxe y no diga nada? No puedo sumar cinco o seis carreras con malos resultados y no decir nada. Ni siquiera Dios sería veloz si no tuviese agarre y eso es lo que me ocurre. Cuando tengo agarre puedo hacer lo que quiero con la moto y estoy delante”.