Quartararo despega y Márquez acaba séptimo entre aplausos

Hace tiempo, bueno, dos o tres años, que el joven francés Fabio Quartararo (Yamaha), que no ha ganado nada en su llamativa carrera deportiva (me refiero, claro, a títulos mundiales), está llamando a la puerta de algo grande, sin duda de un título enorme, el mayor, el de MotoGP, el de los reyes. Y su doble victoria, en Catar (llamado el GP de Doha) y este domingo, en Portimao (Portugal), significa, por fin, su auténtica candidatura a algo inmenso y merecido, el cetro mundial entre los grandes pilotos.

No deja de ser curioso que, cuando el ‘Diablo’ despuntaba (2019), Marc Márquez Alentà (Honda), que este domingo ha demostrado su tremenda competitividad, su pasión por las motos, por la carrera, su inmensa ilusión por ser alguien, al acabar séptimo del GP en el que reaparece tras nueve meses de ausencia y tres intervenciones quirúrgicas (la última de 11 horas), le tocase la cresta y lo superase; y no deja de ser curioso que, el pasado año, cuando, sin MM93, podía aspirar al título, el mallorquín Joan Mir (Suzuki) apareciese y le arrebatase esa posibilidad.

Río revuelto

Ahora, mientras Márquez vuelve a ser Márquez, mientras Maverick Viñales (hoy 11º y protagonista de la peor salida de la historia), mientras las Suzuki se muestran dudosas, mientras Ducati no acaba de tener jefe (el ‘satélite’ Johann Zarco se ha caído hoy cuando era tercero), Aprilia se reivindica pero no llega y las KTM parecen en crisis, Quartararo ha decidido marcar su tremendo ritmo y demostrar que es, sin duda, el principal favorito al título tras ganar su quinto GP de MotoGP. Eso sí, con permiso de todos ellos, cómo no, pues esto solo acaba de empezar y ahora empieza la auténtica gira europea, dentro de quince días, en Jerez.

La victoria del ‘Diablo’, que ha rodado a un nivel lo suficientemente alto como para forzar las caídas de Miller, Rins, que estaba segundo y listo para lanzar su último ataca a el ‘Diablo’, Zarco y hasta de Valentino Rossi, que deberá plantearse pronto, muy pronto, frente al tremendo ridículo que está protagonizando, le convierte en el gran favorito al título, una vez llegado al equipo oficial Yamaha Monster de la marca de los diapasones.

"Ya sé lo que necesito para ganar: sentir la Yamaha, sentir que puedo apretar con la rueda delantera y, por fin, la moto y el piloto son uno. Creo que estamos en la línea adecuada para poder aspirar al título, aunque esto es muy largo", dijo Quartararo, que si, en el 2020, había celebrado uno de sus triunfos con la pose de Kylian Mbappé hoy lo ha hecho al grito, saltito, parón y pose de Cristiano Ronaldo, de la Juve, su equipo favorito. "La verdad es que he logrado un ritmo tremendo y he tenido a Álex (Rins) justo en mi cogote, hasta que ha cometido un error y me ha dado cierto respiro”.

Marc Márquez, el héroe

La carrera, sin duda, ha tenido otro grandísimo protagonista, que ha sido Marc Márquez, que ha sido tremendamente aplaudido por todo el equipo Repsol Honda, que le ha demostrado su agradecimiento y homenaje al entrar en el box Repsol Honda tras cruzar la meta en séptima posición, por delante de muchos de los rivales que llevan meses preparándose.

Márquez, visiblemente emocionado, llorando, con el rostro, feliz, cansado, pero repleto de lágrimas, con Emilio Alzamora y Santi Hernández, su mánager y su ingeniero, acariciando su cogote y su rostro felicitándole, ha conseguido los primeros 9 puntos de un campeonato que, sin duda, va a querer pelear hasta el final.

Mundial de MotoGP: 1. Fabio QUARTARARO (Francia), 61 puntos; 2. Francesco BAGNAIA (Italia), 46; 3. Maverick Viñales (España), 41; 4. Johann ZARCO (Francia), 40 y 5. Joan MIR (España), 38.

La próxima cita del Mundial de MotoGP será el próximo 2 de mayo con motivo del GP de España en el circuito de Jerez. Será hasta entonces. Saludos

Así hemos narrado el Gran Premio en directo: