FIESTA GRANDE EN PALMA

Mir promete más títulos en la fiesta de Mallorca

El campeón de MotoGP, de 23 años, ofreció su segundo título mundial de motociclismo a los aficionados y autoridades mallorquinas

El mallorquín Joan Mir (Suzuki) celebra, hoy, con cientos de moteros su título en Palma.

El mallorquín Joan Mir (Suzuki) celebra, hoy, con cientos de moteros su título en Palma. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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"Repetiremos seguro". No es que el mallorquín Joan Mir (Suzuki), flamante nuevo campeón del mundo de MotoGP, de 23 años, en su quinto año en el Mundial, en su segunda temporada en MotoGP, se crea superior a todos, es que estaba orgulloso de encontrarse en Mallorca y celebrar su segundo título mundial, el de la categoría 'reina', con los suyos, tras tres años de dedicarles a sus paisanos el de Moto3, en el 2017. Mir hizo este pronóstico durante la recepción que las autoridades de la isla hicieron al campeón Consolat de Mar, después de que más de 200 moteros le acompañaran desde el Circuit de Llucmajor hasta la sede el Govern

“Desde que crucé esa línea de meta, lo primero que pensé fue en cómo iba a celebrar este título en Mallorca, con mi gente. Aquí estoy”. Mir, quien se proclamara campeón del Mundo de MotoGP, el pasado 15 noviembre, en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, al fin pudo cumplir su deseo. El piloto de Suzuki ha recibido hoy un merecido homenaje en su tierra, tras la conquista del título en la categoría reina.

Al mal tiempo, buena cara

Cerca de 200 moteros acompañaron al piloto de 23 años en una sonora caravana desde el Circuit de Llucmajor hasta el Consolat de Mar. El palmesano pudo sentir el calor de su gente en un acto que tuvo que orquestarse de manera descafeinada, debido a la actual situación sanitaria. Mir quemó goma a su llegada a la sede del Govern y se despidió de todos los aficionados, que prosiguieron su marcha por el Passeig Marítim sobre sus motos.

La recepción oficial se gestó a medio gas y no hubo la ya tradicional salida al balcón, pero eso no evitó que el palmesano disfrutara de su momento: “Es verdad que la situación no nos ha permitido celebrarlo a lo grande, algo que nos habría encantado, pero esperamos poder volver muy pronto con un nuevo título. Repetiremos seguro”, afirmó Mir durante su discurso en el patio del Consolat.

Los actos de homenaje comenzaron por la mañana, en el Circuit de Llucmajor, donde el balear se formó como piloto durante su niñez. En el recinto, Mir atendió a la prensa y se realizó una foto de familia con las futuras promesas del Programa de Tecnificación del Govern. Pese a que la intención, en un principio, era que el piloto realizara una exhibición sobre el asfalto, el acto quedó suspendido debido a las condiciones de la pista.

Todos quisieron homenajearle

A las 16 horas, una concentración de motos, encabezada por el piloto sobre su Suzuki, partió desde el Circuit hasta el Consolat. Mir paró frente a la sede del Govern para despedir a la caravana, que se diluyó en el Passeig y, tras cambiarse el mono de trabajo por una vestimenta algo más formal, fue recibido por las autoridades y la presidenta Francina Armengol.

Ninguna de las instituciones presentes en el acto quiso dejar al piloto sin su obsequio. Rafael Cañellas, en representación de la Federació Balear de Motociclisme; Catalina Cladera, homóloga en el Consell de Mallorca; Vicenç Thomas, como representante del Parlament; y José Hila, alcalde de Palma, agasajaron al piloto con trofeos de lo más variopintos. “No sé yo si cabrán todos en la maleta”, bromeaba la novia del piloto, Alejandra López, observando el acto desde una discreta posición. “Ahora ya sí que no”, atestiguó en cuanto la presidenta del Govern, Armengol, obsequió al piloto con una lámina enmarcada.

“Por encima del piloto, me gustaría poner en relevancia a la persona. Es alguien humilde y sencillo y quiero destacar su parte humana. Es increíble tener aquí a una estrella a nivel internacional”, destacó Armengol. Y así, tras casi un mes sin descanso, Mir, exhausto, cerró su año con su gente y en su isla. Un 2020 que jamás olvidará, aunque repetirá, seguro.