ASÍ ES EL NUEVO CAMPEÓN

Albert Arenas, el muchacho al que le chiflan los helados

Albert Arenas, a la derecha, se toma un helado con su amigo Santi Costa.

Albert Arenas, a la derecha, se toma un helado con su amigo Santi Costa. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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No siempre ocurre, pero esta vez se ha producido por partida doble, tanto Joan Mir (Palma de Mallorca, 23 años, Suzuki, MotoGP) como Albert Arenas (Girona, 23 años, KTM, Moto3), merecían proclamarse campeones del mundo de motociclismo. Mir lo logró en su primera bola de partido, en Cheste (Valencia), con una discreta séptima plaza (más que suficiente) y Arenas, lo acaba de conseguir esta mañana, en el precioso trazado de Portimao (Portugal), con un brillante podio. Mir y Arenas fueron, de largo, los mejores en MotoGP y Moto3 en el año de la pandemia, en el Mundial exprés, en el campeonato que repetía circuitos y grandes premios.

Arenas, que ha necesitado pelear hoy hasta el sufrimiento absoluto, hasta lograr la 12ª plaza que le daba el título, es el chico del carrito de los helados (de ahí la celebración en la vuelta de honor de hoy), así es como el piloto del ‘team’ de Jorge Martínez ‘Aspar’, un tetracampeón que sabe mucho de las categorías pequeñas, celebra sus grandes logros, sean ‘poles’, podios o victorias, tomándose un fresco y sabroso helado con sus dos amigos, el ingeniero de KTM, Santi Costa, y Tommi, el caballero japonés de los cascos HJC. “Es una manera divertida, anecdótica, de sentirnos felices por lo que consigue nuestro amigo Albert”, explica Costa.

Controlando el Mundial

Arenas nació, en Girona, el 11 de diciembre de 1996. Hoy ha sumado su gran premio nº 74, con 6 victorias, 10 podios, 1 vuelta rápida y, sí, vaya, cero ‘poles positions’. El flamante nuevo campeón del mundo de Moto3, que sustituye al italiano Lorenzo Dalla Porta (Honda), que, el año pasado, ganó con mucha más facilidad –entre otras razones porque Arenas se lesionó a principios de temporada, entrenándose en bici, en el hematórax derecho y se perdió dos grandes premios--, debutó en el GP de Valencia del 2014, ganó su primer GP en Francia-2018 y su última victoria ha sido este año en Austria.

Cuando digo que Arenas se merecía más que nadie el título no es solo porque haya ganado más carreras que nadie (tres: Catar, Jerez y Austria), liderado más vueltas que nadie (54), sino porque siempre ha estado en el grupo delantero peleando por el podio, con más o menos suerte. “Era evidente que Albert era uno de los claros favoritos al título, por moto, equipo y pilotaje, pero eso es muy fácil decirlo y muy, muy, difícil conseguirlo en una categoría donde, en cada carrera, puede pasar de todo, bueno, ¡pasa de todo!, y nunca tienes el control de la prueba”, señala orgulloso Aspar.

“Desde que empezó la temporada sabe que va a ser campeón, en serio, Albert es un tipo muy preparado, muy determinante, muy detallista y lo tiene todo controlado”, comenta Santi Costa, ingeniero en el gran proyecto de KTM MotoGP e inseparable amigo del nuevo campeón de Moto3. “Le gusta el golf y, como yo, su compañero de partido, creemos que jugamos bien a golf, pero no, no jugamos bien a golf, pero nos lo pasamos en grande”.

Costa recuerda que Arenas empezó a estudiar ingeniería porque no tenía muy claro si podría competir en el CEV. “Cuando le tocó correr con aquella Maindra que era una Peugeot, o al revés, vivió días algo desesperados, lo que le hizo esforzarse y ser aún más fuerte mental y físicamente. Luego, cuando contó con el apoyo de Aspar, todo empezó a ir mejor.

El sueño de MotoGP

Costa asegura que el sueño de Arenas es llegar a correr con una KTM en MotoGP. “Siempre le ha encantado nuestra marca. Es más, su primera moto era una KTM, que le compraron sus padres, Manel y Nuria, que, por fin, acudieron este año a un gran premio en directo. "Su presencia me ha dado mucha fuerte porque para mí era muy importante que ellos, que tanto esfuerzo han hecho para que estuviese aquí, para que pudiese cumplir mi sueño, se merecían disfrutar de este instante". El instante de ser campeón que, como cuenta Santi, se ha producido a los mandos de su moto preferida, la KTM.

Entre risas, Costa cuenta que siempre bromean con Albert porque es el tipo que más sabe posar del mundo. “Yo siempre se lo digo, si no hubiese sido piloto, hubiera sido modelo, ¡el tío posa con un estilo increíble!”, cuenta Costa, que asegura estar esperando a su amigo en la sede del equipo de competición de KTM, en Austria, después de que se proclame, en los próximos años, campeón de Moto2, categoría en la que competirá, la próxima temporada, como compañero de Aaron Canet en uno de los equipos de Aspar.

Ni que decir tiene que Arenas, cuya novia se llama Maria, tiene 18 años y es de Ibiza, se siente una persona privilegiada y reconoce que, desde el pasado año, cuando superó momentos muy complicados ha ganado en tranquilidad y serenidad. "Ello me ha permitido esquivar instantes complicados de esta temporada, como la lesión de Jerez, cuando mis rivales se me acercaron antes de Le Mans y no dejar de creer en el objetivo".

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