ENTREVISTA

Ezpeleta: "Queremos que sea un Mundial memorable"

Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports y máximo responsable del Mundial de motociclismo.

Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports y máximo responsable del Mundial de motociclismo. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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Es la semana decisiva y como buen pelotari a Carmelo Ezpeleta (Barcelona, 1946) no le tiembla el pulso. Mejor aún, está eufórico por haber conseguido que el Mundial de MotoGP renazca con nuevos bríos y, sobre todo, con uno de los mejores, mayores y más atractivos espectáculos televisivos del deporte mundial.

El CEO de Dorna Sports quisiera que todo fuese normal, es decir, con miles y miles de espectadores, la familia ‘motard’ al completo, incluidos periodistas y fotógrafos, pero todos, organización, circuitos, promotores, fábricas, equipos, escuderías, ingenieros, pilotos, prensa y demás habitantes del ‘paddock’ saben que lo más importante que es hayan carreras. Sin carreras, no hay ni deporte, ni espectáculo, ni negocio. Los desplazados, finalmente, serán 1.385 y el total de gente encerrada, en Jerez, durante dos semanas, serán 1.893 personas.

Dos carreras en Jerez, una en Brno (República Checa), dos en Austria, dos en Misano (Italia), una en Barcelona, una en el mítico Le Mans, dos en Aragón y dos en Cheste (Valencia) y, luego, si se puede, se volará a Asia. De momento, los 13 grandes premios que pide la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) para homologar el campeonato. Los camiones entraron el domingo en Jerez y, hoy, ya están todos en el ‘paddock’, limpios de coronavirus. Todos.

Le duele el alma ¿verdad? reanudar el Mundial de esta manera, encerrados en una burbuja, con grandes y permanentes medidas sanitarias, habiendo reducido al mínimo posible el número de personas presentes en Jerez. Me duele, ¡claro que me duele!, porque si este Mundial ha sido posible, si hemos sido capaces, pese a todas las dificultades -tenga en cuenta que nosotros somos como un circo integrado por miles de personas de decenas de países y, además, nos movemos por todo el mundo, lo que dificulta nuestra viabilidad en situaciones extremas como las que hemos vivido y vivimos aún-, repito, si hemos sido capaces de ponernos en marcha, es porque somos una familia y porque todos, desde nuestros accionistas (la compañía inglesa Bridgepoint y el fondo de inversión canadiense CPPIB) hasta el más modesto de los mecánicos, han entendido el problema, han arrimado el hombro y, estoy seguro, se comportaran inmaculadamente para que todo salga redondo.

"Somos una familia, por eso merecemos tener suerte. Todos han cedido mucho y entendido la difícil situación que vivimos"

Carmelo Ezpeleta

— CEP de Dorna Sports, organizadora del Mundial de motociclismo

¿Ha sido difícil poner a todo el mundo de acuerdo, que todo el mundo aceptase las condiciones de alarma? Nos ha costado a todos, no tanto entender la situación, pues eso era muy fácil de comprender ¡lo estábamos viviendo encerrados en casa! Lo que ha sido difícil ha sido renunciar a muchas cosas que considerábamos imprescindibles desde cada uno de los sectores y que, al final, no lo son. Todos somos necesarios y nadie es imprescindible. Lo que quiero decir es que nosotros, por lo que hace referencia a Dorna Sports, lo que hacemos, desde 1992, son carreras, carreras y carreras. Ese es nuestro plato fuerte, la carne, lo jugoso de nuestro deporte y espectáculo. Luego, le ponemos un montón de aliños, de acompañamiento, de aderezo, para que, no solo sea vistoso, lo más vistoso posible, sino que guste, que apetezca comérselo, que la gente disfrute con ese guiso. Pero, repito, sin carne, sin lo principal del plato, no hay aliño que valga.

¿Cuándo se dio cuenta que podía conseguirlo, que iba a lograr confeccionar un Mundial, más o menos completo? Desde el minuto uno de la pandemia. ¿Por qué? Porque tuve a las fábricas, a los equipos, a los pilotos, a mi lado, como ha sido siempre. Mire, sé que muchos me critican porque siempre trato de que todo se haga por consenso, aunque, al final, sea yo quien decide, pero siempre, siempre, sea el problema pequeño o inmenso, consulto a todo el mundo. Y, repito, desde el minuto uno, todos, con sus más y sus menos (por ejemplo, a las fábricas les costó entender que debíamos congelar la evolución de motores y aerodinámica para ahorrar, pero, al final, estuvieron encantadas), empujaron en la misma dirección. Pero si me pide un momento clave, le diré que cuando nuestros accionistas nos dijeron “adelante, los últimos años han sido muy buenos y tenemos colchón para aguantar, al menos, todo este año”.

Por eso pudo ayudar económicamente a los equipos privados…Me preocupaba mucho que alguien sufriera, no como estructura, es decir, que equipos privados de Moto3, Moto2 y hasta de MotoGP pudiese desaparecer. Lo que me inquietaba era dejar tirada a tanta gente. Por eso hablé con los equipos y pactamos esas ayudas, vitales para aguantar mientras no hiciésemos carreras.

Y los pilotos, ¿le han dado mucho la paliza, han estado inquietos, han ayudado? Los pilotos quieren correr, es su vida, corren desde niños, no es solo su profesión, es su sueño, su ilusión, su diversión convertida en carrera profesional. ¡Claro que me han dado la paliza!, pero yo siempre he estado encantado de hablar con ellos, porque ellos son nuestros artistas y han de formar parte de nuestras decisiones, no solo conocerlas. Ellos querían correr, no diré que cómo fuese, no, pero la verdad es que nos hemos estado animando mutuamente todos estos meses. Pero los pilotos han tenido un comportamiento megaprofesional, confiando ciegamente, no solo en Dorna Sports, sino en sus equipos, en sus fábricas, en sus jefes y eso habla muy bien de ellos, de todos ellos.

Jamás había vivido una situación así, tan extrema, ¿verdad? Ni yo, ni nadie y, en ese sentido, pienso en LaLiga, en la F-1, en el baloncesto, en la NBA, con quien hemos estado en continuo diálogo para aportar ideas y, sobre todo, soluciones y aprender. Por primera vez, casi nada dependía de nosotros. Estábamos en mitad de una tormenta y no sabíamos si al día siguiente sería mejor o peor, ni cuánto duraría, ¡hasta los médicos más sabios dudaban a diario!

Un pajarito me ha dicho que llegó, incluso, a pensar en encerrar a todos los equipos en un país, en una ciudad, en un circuito durante siete semanas y hacer todo el Mundial en el mismo trazado. Pues sí, lo pensé. Estuve mirando en contratar varios aviones, meter a las 1.385 habitantes del ‘paddock’ en esos aeroplanos, encerrarnos todos en Doha (Qatar), porque, entonces, era el lugar más seguro (luego, se demostró que no) y, durante siete semanas, hacer todas las carreras en el trazado de Losail, de día o de noche. Era una locura, pero eran días en los que, cada quince minutos, se me ocurría algo para salir del encierro.

"Pensé encerrar a todo el Mundial en Qatar y, durante 7 semanas, correr todos los grandes premios en Losail"

¿Se ha llevado alguna sorpresa o todo el mundo ha reaccionado como esperaba? Me he llevado tan pocas sorpresas, tan pocas, que debo decir que no me he llevado ninguna sorpresa, esa es la verdad. Todo el mundo y, cuando digo todo el mundo me refiero a todo el mundo, ha reaccionado, durante estos duros meses, como esperaba. Todos han sido muy, muy, solidarios, aunque sé que algunos sectores, como periodistas y fotógrafos, que viven de esto, de momento se tienen que sacrificar. En estas dos primeras carreras no nos podemos arriesgar más de lo que ya nos arriesgamos. Tienen que salir bien y, luego, ya plantearemos nuevas incorporaciones. La gente, insisto, ha sido muy poco egoísta y eso es hermoso y reconfortante.

¿Cuál es su preocupación y su sueño en estos momentos? Mi preocupación es evidente: ser capaces de mantener sellada, cerrada, la burbuja que vamos a crear, con controles médicos y comportamiento cívico, las 1.893 personas que estaremos en Jerez, de las que 1.385 es nuestro habitual ‘paddock’, sensiblemente reducido. ¿Mi sueño?: que todo salga bien porque, si sale bien, va a ser un campeonato memorable. Y, entonces, será el momento de decirles a todos “gracias, muchas gracias”. Sueño con ese instante, sí, porque tendremos mucho que agradecer a muchos.