EL GRAN PREMIO DE MALASIA

Rossi lamenta haber cambiado Honda por Yamaha en el 2004

Valentino Rossi (Yamaha) simula brindar por su GP nº 400, en el boxe de Phillip Island (Australia).

Valentino Rossi (Yamaha) simula brindar por su GP nº 400, en el boxe de Phillip Island (Australia). / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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No solo son malos tiempos para Jorge Lorenzo en el equipo oficial Repsol Honda. También, aunque, el pasado domingo, llegase a liderar durante algunas vueltas el Gran Premio de Australia, son pésimos momentos para el mito Valentino Rossi (Yamaha), que, en Phillip Island, cumplió su gran premio nº 400 con los peores resultados de su vida, igualando los 44 grandes premios sin ganar, que vivió en la época Ducati (2011 y 2012), reconociendo que “fue un error” cambiar Honda por Yamaha en el 2004 (“aunque mi victoria con Yamaha en Suráfrica-2004, fue el momento más bello de mi carrera”), lamentando no haber seguido con la firma alada “pues, tal vez, hubiese podido alcanzar los récords de Giacomo Agostini” y cumpliendo, el próximo 17 de noviembre, en Cheste (Valencia) los 10 años persiguiendo su 10º título mundial.

Dos series de 44 derrotas

La fecha de Australia-2019 ha marcado una nueva marca horrible en la biografía del ‘Doctor’, que cumplía, ese día, su GP nº 400 (tremendamente elogiable a los 40 años), pero también llegaba su 44 gran premio (los 9 últimos del 2017, los 18 de todo el 2018 y los primeros 17 de este 2019) sin ganar. Idéntica racha a la cosechada con los últimos 3 del 2010 con Yamaha, los 35 disputados con Ducati en el 2011 y 2012 y los 6 primeros del 2013 con Yamaha.

Esas dos rachas tienen la curiosidad de que las 44 ‘derrotas’ del periodo 2010-2013 se interrumpen con una victoria en Assen, la ‘catedral’ del motociclismo mundial y la actual racha, de también 44 ‘derrotas’ arrancan con otra victoria en Holanda, a la que siguen, de momento, seis podios, todos segundos puestos: Argentina, EEUU y Australia, en el 2017; Alemania, en el 2018 y Argentina y EEUU, este año.

En una entrevista publicada en ‘La Gazzetta dello Sport’, el pasado fin de semana, celebrando su GP nº 400, Rossi reconoce que el cambio protagonizado, en el 2004, de Honda a Yamaha, fue un cambio “por coraje” porque todo el mundo decía que “si no tenías la Honda, no ganabas y yo demostré que se podía ganar con la Yamaha, en Welkom-2004”. Pero, a continuación, Rossi reconoce que aquel cambio, aquella ‘chulada’, fue un error. “Había que estar loco, ser tonto, para dejar Honda. Aún me pregunto cuantas carreras y títulos hubiese podido acumular si me hubiera quedado en Honda. Tal vez, incluso, habría superado los récords de Giacomo Agostini”. Rossi tiene ahora 115 victorias y 9 títulos y ‘Ago’, 122 y 15 cetros.

¿Será Viñales la víctima?

Todo el mundo en el ‘paddock’ del Mundial ha considerado esas sinceras declaraciones de Rossi como un auténtico desprecio para la firma de los diapasones, que está dándole vueltas a renovarle el contrato al ‘Doctor’, pese a quedarle aún (como al resto de ‘fantástico’ de la parrilla de MotoGP) un año más de contrato, el próximo 2020. Esa crítica se produce, además, cuando la Yamaha de Rossi es la única que no está delante, pues tanto el joven ‘rookie’ Fabio Quartararo como Maverick Viñales han demostrado que la M1 sigue siendo muy competitiva.

Se da la circunstancia que, en unas recientes declaraciones al diario deportivo 'Marc'a', el británico Lin Jarvis reconoció que, en un futuro muy inmediato, se les puede plantear un problema serio, pero no con Valentino Rossi, sino con Maverick Viñales, el otro piloto oficial del equipo Yamaha Monster. Jarvis reconoce que "si subimos a Fabio Quartararo (el 'rookie' y revelación de esta temporada) al equipo oficial, en el 2021, y renovamos a 'Vale', el problema puede ser, sí, Viñales".