Márquez: "Àlex no debe dar el salto a MotoGP si no tiene una buena moto"

"No me entraña que este chico gane como gana, a lo bestia, en MotoGP. Aquí, en una excursión entre amigos, no te perdona ni una meta volante”. Carlos Coloma, uno de los mejores corredores de mountain bike españoles, ha terminado la jornada con el resto de deportistas de élite de un montón de países que la compañía norteamericana Oakley ha citado en el campo de golf de la PGA, de Caldes de Malavella, para, se diría, un intercambio de experiencias, liderado por Marc Márquez.

Luego de la intensa excursión, medallas de broma, un millón de selfies, risas a montón, cientos de litros de agua y kilos de fruta. “Ha sido muy divertido y, desde luego, cuando eres deportista las 24 horas del día, ni siquiera estos encuentros en broma puedes tomártelos a risa”, señala Márquez, antes de subirse a la habitación, ducharse y intercambiar opiniones con sus colegas de patrocinio.

Correr los dos juntos

Apaciguado el tremendo calor reinante, le recuerdo a Márquez que, en la celebración de aquella jornada con la Fundación Pequeño Deseo, dijo que su deseo del futuro es correr con su hermano Àlex, actual líder de Moto2, en MotoGP. ¿Juntos? ¿Separados? ¿Rivales? ¿Alumno y discípulo? “No, no, lo que quiero es que Àlex complete ¡ojalá sea así! este año la conquista de su segundo título, el de Moto2, y de el salto a MotoGP. Eso es lo que me hace una ilusión especial”.

Marc considera que su hermano ha de ir, paso a paso, cumpliendo las pautas que ha programado junto a Emilio Alzamora, manager de los hermanos de Cervera (Lleida), y, sobre todo, en estos momentos no perderle la cara al título de Moto2 “ahora que lleva tres triunfos seguidos y se ha encaramado al liderato. Lo importante ahora es que no piense que ser segundo o tercero, en Assen o Alemania, las dos próximas carreras, es un fracaso. Si puede ganar, fantástico, de lo contrario hay que seguir puntuando”.

El mayor de los Márquez siempre ha dicho que el apellido no cuenta para nada y que, a veces, hasta te perjudica. “Sé que mucha gente piensa que ser el hijo de o el hermano de te abre muchas puertas. Y no es así, no, y menos cuando hablamos de MotoGP, que son palabras mayores. En MotoGP, o vales o no vales, nadie mira el apellido”.

Con la boca pequeña, el heptacampeón recuerda, mientras continúa consumiendo botellas de agua, que todas las motos oficiales de MotoGP (las dos Honda, las dos Yamaha, las dos Ducati, las dos Suzuki, las dos KTM) están cogidas y, menos en el caso de Danilo Petrucci, que parece en vías de renovar con la firma italiana de Borgo Panigale, todos sus pilotos tienen contra en vigor hasta finales del 2020.

Una decisión muy meditada

“Àlex se está ganando con su pilotaje, triunfos, liderato y determinación dar el salto a MotoGP el año que viene, pero yo soy partidario de que ese salto no se puede dar de cualquier manera. Es decir, no debes aceptar cualquier condición, sin una buena moto, sin una moto competitiva. Tu aspiración no ha de ser, simplemente, correr en MotoGP, estar en la parrilla de MotoGP, decir que ya eres piloto de MotoGP”, señala el pentacampeón del mundo más joven de la categoría.

"Àlex se está ganando ser piloto de MotoGP. En MotoGP no vale ser el hijo de o el hermano de. O vales, o no vale"

Marc Márquez

— Heptacampeón del mundo de motociclismo y piloto del equipo Repsol Honda

“No tiene sentido y más teniendo solo 23 años, coger el primer tren que pase. No tiene sentido dar el salto a MotoGP para pelear, cada fin de semana, por hacer el 12º, el 13º o el 14º. No es lo mismo tener una moto ganadora o, como poco, competitiva, que te permita estar arriba, que ir cada fin de semana al circuito buscando la carambola de meterte entre los diez primeros”, insiste Marc, que parece haber hablado largo y tendido sobre el tema con Àlex, Emilio y papá Juliá.

A Márquez le encantaría, sí, que Àlex completase el doblete antes de correr en MotoGP. “No hay nada escrito al respecto. Hay pilotos que se han saltado alguna categoría y han debutado en MotoGP. Si te va bien, no pasa nada; el problema es que no te vaya bien pues, luego, es durísimo volver atrás. Yo creo que Àlex, como hice yo en su momento, está pasando por todos los aprendizajes que te permiten llegar a la máxima categoría con los deberes hechos”.

En busca del segundo cetro

Para el campeonísimo de Cervera, lo más importante en la carrera de un deportista de élite es saber guiar tus pasos en la dirección correcta, en aquella dirección que te permita alargar al máximo tu carrera deportiva. “Àlex tiene solo 23 años y, normalmente, no hablo de Valentino (Rossi), que tiene ya 40, tú puedes correr hasta los 32 o 33. Así que, si no puede ser este año porque no le ofrezcan una moto competitiva, será el siguiente. No ha de tener prisa. Lo importante es que este año acabe ganando el título y siga madurando como piloto. Cuando Àlex se lo cree y tiene confianza, es invencible”.

Ni que decir tiene que los dos hermanos se pasan el fin de semana de carreras compartiendo comentarios, aunque sus vidas diarias están muy separadas. En ese sentido, Marc está muy contento de que el discurso que le ha servido a él durante las cuatro últimas campañas (“ganar cuando se pueda y hacer podio cuando no se pueda ganar”) ha calado también en la mente de Àlex.

Marc aventaja a Andrea Dovizioso por 37 puntos (más de una victoria, que son 25 puntos), por 39 a Àlex Rins y por 42 a Danilo Petrucci. “Es ya una ventaja importante, no voy a negarlo, pero quedan 12 carreras (300 puntos), una barbaridad. Pero esa ventaja te permite elegir entre seguir arriesgando o correr con la calculadora. Yo pienso seguir arriesgando cuando vea posible la victoria pues, si la carrera se tuerce por algo, tú sigues líder del Mundial”.