MUNDIAL DE MOTOGP
Márquez solo piensa en ganar y deja que los demás corran
Emilio Pérez de Rozas
Periodista
Licenciado en Ciencias de la Información por la UAB. Hijo de Carlos Pérez de Rozas, sobrino de Kike y Manolo Pérez de Rozas, integrantes de una auténtica saga de fotoperiodistas. Trabajó en Diario de Barcelona, fundador de El Periódico de Catalunya en 1978 también formó parte de la redacción en Catalunya del diario El País. Colaborador del diario deportivo Sport y vinculado al departamento de Deportes de la cadena COPE, que dirige Paco González. Emilio suele completar muchas de sus informaciones con sus propias fotos, en recuerdo a lo aprendido junto a su padre y tíos.
Emilio Pérez de Rozas
Todo ha empezado con la moto estropeada. Es decir, cuando han llegado las 10.50 horas de la mañana del primer día del Gran Premio de Argentina, la Honda RC213V nº 93 de Marc Márquez, el pentacampeón de MotoGP más joven de la historia, del gran dominador de cinco de los últimos seis campeonatos del mundo de la categoría ‘reina’, del muchacho que mantiene récords de ‘poles’, podios y victorias desde su aparición en el 2013 ante los ‘reyes’ no se puso en marcha.
Bueno, no se puso con el motor de arranque y Xavi Ortiz, el más joven, el más cachas de sus mecánicos, le empujó por el ‘pit lane’ hasta perder el ‘walkie’ y, como la moto seguía sin ponerse en marcha, Márquez se bajó de la Honda y ayudó a Xavi corriendo, empujando el monstruo, agarrándolo con sus manos y, de golpe, saltando sobre su sillín y ¡boooom! los 260 caballos estallaron de golpe.
Dominar absoluto
A partir de ahí, Márquez, que había sobrevivido al empuje del subcampeón italiano Andrea Dovizioso y su Ducati ‘Desmosedici’ con truco (esa cucharita aerodinámica que surge de su quilla y que, además de refrigerar el neumático, pega la moto al asfalto más que las otras), empezó a mandar como le gusta a él. Vuelta a vuelta, el de Cervera fue el dueño del primer día de Argentina. Cierto, al final, solo al final, pero por pura estrategia, cedió su privilegiada primera plaza, la que había mantenido durante 85 minutos, para que sus adversarios disfrutasen de unos segundos de gloria y consiguiesen mejores cronos que él.
Luego, claro, lo explicó, sobre todo al oír, que todos, todos, le daban por favorito en este circuito. “Hemos decidido adoptar la estrategia que tan buenos resultados nos dio el año pasado. Hemos dedicado todo el viernes a conocer el trazado, probar el neumático trasero medio (por la mañana) y el blando (por la tarde), sin obsesionarnos por lograr el mejor tiempo, pues, al final, todos han puesto goma de ‘quali’ y nosotros hemos preferido seguir con nuestro ensayo con vistas a la carrera, ue es lo importante”. Los papeles, luego, así lo reflejaban. Márquez es el único que tiene la friolera de 11 vueltas en 1.39 minutos; ‘Dovi’ solo tiene una, la que lo colocó arriba del todo (1.39.181 minutos), Jack Miller (Ducati, una), Maverick Viñales (Yamaha, una), Cal Crutchlow (Honda, dos), Fabio Quartararo (Ducati, dos), Valentino Rossi (Yamaha, dos) y Àlex Rins (Suzuki, dos).
"Cierto, tengo mejor ritmo que los demás, pero solo estamos a viernes, en una pista que cambia de configuración tras cada entrenamiento"
Pero, claro, este es un trazado demasiado especial como para decir que está todo decidido. ¡Ni hablar! La razón es sencilla. Aquí, en Termas de Río Hondo, se corren muy pocas carreras, la pista está muy sucia, solo hay una trazada y cada hora que pasa, perdón, cuantas más vueltas dan las motos (todos: 29 de Moto3, 32 de Moto2 y las 22 de MotoGP), más goma se queda en el asfalto y, por tanto, hoy bajarán los tiempos y, mañana, en carrera aún irán más rápidas. Hace años que el viernes no acaba con 21 de los 22 pilotos metidos en un puño, en un segundo, el que va del 1.39.181 de ‘Dovi’ al 1.40.159 del tricampeón malloquín de MotoGP, Jorge Lorenzo, que no quiere caerse, ni seguir haciéndose daño y ha decidido que su Mundial comience, digo, en Jerez, tras Argentina y Austin (Texas, EEUU).
Calmar a la fiera
La superioridad de Márquez en esta primera jornada argentina, en la que muchos comentaristas locales lo consideran (y así se lo dicen) “el Messi de las motos” (y eso que aquí, como sabe Leo, no todo el mundo adora a la ‘Pulga’), fue tal que el equipo decidió que se lo tomará con calma y no se arriesgase demasiado. El truco fue mostrarle en la pizarra, cuando pasaba frente a su muro, el crono del segundo, que siempre era medio segundo más lento que el suyo. Era una manera de decirle “vas bien, cuando se te acerquen, te avisaremos”.
“Sí, para ser el primer día ha sido una gran jornada. No nos hemos caído, hemos probado las gomas, nos hemos metido en la ‘quali’ y completado todo el programa que habíamos previsto”, indicó Márquez. “Pero es viernes y todos mejorarán. Tenemos ritmo pero, para intentar ganar o lograr podio, aún tendremos que hacerlo mejor”.
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