EMPIEZA EL MUNDIAL DE MOTOGP

Márquez deja boquiabiertos a sus rivales al lograr el mejor tiempo en Malasia

Marc Márquez sale, esta mañana, con su Honda del boxe de Sepang para dar sus primeras vueltas.

Marc Márquez sale, esta mañana, con su Honda del boxe de Sepang para dar sus primeras vueltas. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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“¡Guau!, lo necesitaba como el comer. Ha sido un chute de adrenalina en todo el cuerpo. ¡Hombre!, eso de ir en moto, de pilotar, es como ir en bicicleta, no se te olvida nunca, ¡pero llevaba dos meses, dos!, sin coger la moto de carreras y estas 29 vueltas, que me hubiese encantado que hubieran sido las 50 o 60 que han hecho mis más directos rivales, han sido fantásticas”, decía Marc Márquez, sometido a una doble operación, el pasado 4 de diciembre, en su hombro izquierdo, de la que salió totalmente ‘groogy’ “pues tenía que haber durado una hora o poco más y duró casi cuatro”, ha sido hoy el mejor, el más rápido, en el primer test de pretemporada de Sepang (Malasia).

Gran trabajo de dos meses

El equipo de Márquez, empezando por su manager Emilio Alzamora, su ingeniero Santi Hernández, su fisio Carlos J. García e, incluso, el propio Alberto Puig, director deportivo de Honda y también lesionado, se habían puesto como punto de partida de esa rehabilitación el Gran Premio de Catar del próximo 10 de marzo. “Pero yo he trabajado los dos últimos meses, sin Navidades, Fin de Año, ni Reyes, para estar hoy aquí en unas mínimas condiciones para poder pilotar mi Honda nueva y siento la satisfacción del trabajo bien hecho, aunque aún me falta mucho, mucho, sobre todo para no sufrir en los cambios de dirección y en las curvas de izquierdas, donde me falta mucha fuerza en ese hombro”.

Eso ha comentado Márquez en la tarde de Malasia (Sepang), media mañana en Barcelona, después de ¡asómbrense!, lograr el mejor crono (1.59.621 minutos) en el primer test de pretemporada frente a los mejores de MotoGP (solo faltó su compañero, Jorge Lorenzo). “No es momento de mirar los tiempos, nadie mira los cronos aquí, pero es un orgullo y satisfacción para todos, sobre todo los que me han ayudado a superar esta difícil y dura doble operación, comprobar, con ese excelente tiempo, que estamos donde queríamos estar, en la pelea desde el primer día aunque, insisto, me hubiese encantado dar más vueltas y, sobre todo, poder hacer dos o tres vueltas a tope, cosa imposible en estos momentos”.

"Ser el primero ahora no cuenta, pero forma parte del chute de adrenalina que ha sido subirse, tras dos meses sin moto, a mi Honda"

Marc Márquez

— Piloto oficial del equipo Repsol Honda y campeón del mundo de MotoGP

Márquez, que le sacó 0.258 segundos a un fabuloso Àlex Rins (Suzuki), 0.316 segundos al no menos veloz Maverick Viñales (Yamaha) y 0.362 segundos a un más que sorprendente Tito Rabat (Ducati), contó que había tenido que cambiar “momentáneamente” de estilo. “Ahora he de ser más suave, no puedo pilotar con mi estilo agresivo de siempre pero, mira, los tiempos salían solos y, desde que me he subido a la moto, no sé si porque tenía muchas ganas, ilusión y necesitaba ese chute de adrenalina, todo ha ido muy bien”. Es más, explicó que al cambiar de pilotaje, eso, más suave, “he descubierto que las curvas de derechas me salen mejor que antes; las de izquierdas, no, desde luego, pues ahí me falta mucha fuerza”.

El piloto de Cervera (Lleida) reconoció que se ha encontrado mucho mejor de lo que pensaba su equipo, pero algo peor de lo que soñaba él. Es decir, que el equivocado era él, pues, en efecto, el resultado de hoy debe considerarse como fabuloso y así lo piensan los responsables del ‘team’ Repsol Honda. “El equipo, la fábrica, ha hecho un trabajo brutal. Han traído tantas cosas que creo no podré probarlas todas”. Márquez se fue a descansar al hotel pendiente de la respuesta, mañana, de su hombro. “He dado solo 29 vueltas para no maltratarlo, pues tenemos miedo de que se inflame y mañana no podamos seguir el programa de trabajo. Veremos cómo me despierto”.

El heptacampeón del mundo reconoce que este primer test de pretemporada, en el que sufrió horrores el año pasado, le ha dejado muy contento “pues la moto es mejor que la que dejé antes de operarme”. Márquez tiene en el boxe dos motos muy distintas. La pintada con los colores del ‘team’ Repsol Honda, la mejor del pasado año, la que le convirtió en el pentacampeón más joven de MotoGP y la negra del 2019. “La nueva tiene cosas nuevas, algo de motor, algo de chasis, tren delantero…pero necesito tiempo para saber cómo va, aunque la primera impresión ha sido buena”.

Contento con su Honda

Márquez ha reconocido que la ansiedad por volver a pilotar su MotoGP le ha producido “más energía de la normal y he tenido que ser prudente”. Insistió en la sorpresa que se ha llevado de lo bien que ha trazado las curvas de derechas (“mejor que en el GP de Malasia”) con su nuevo pilotaje, mucho más suave, obligado por la situación de su hombr izquierdo, y felicitó a Honda por el pasito dado “y la segunda evolución de la moto es ligeramente mejor que la anterior, lo que indica que estamos en el buen camino, gracias al equipo de pruebas en el que está Stefan Bradl”.

Sobre acabar la primera sesión de entrenamiento de la pretemporada liderando la tabla, tras dos meses sin tocar la moto y una complicadísimo doble intervención quirúrgica, Márquez, que superó a Valentino Rossi (Yamaha) por medio segundo al igual que al subcampeón Andrea Dovizioso (Ducati), se mantuvo muy modesto: “¡Hombre, mejor estar primero que el 20 o quedar a dos segundos del mejor!, pero acabar primero lo que te proporciona es un premio al trabajo bien hecho, pues pensaba que igual se me había olvidado ir en moto. Empezar con buen pie es vital, pero en los entrenamientos todos se guardan algo. Ducati irá más rápido y hasta el último día del test de Catar todo el mundo se guarda algo”.