Márquez se sube a la moto ocho semanas después de operarse el hombro izquierdo

El piloto catalán Marc Márquez, heptacampeón del mundo más joven de la historia del motociclismo y pentacampeón de la máxima categoría de MotoGP, ha vuelto a subirse a su Honda de carreras, en el circuito de Alcarràs, muy cerquita de su casa de Cervera (Lleida), ocho semanas después de que, el pasado 4 de diciembre, fuese intervenido, en una complicadísima doble operación, en el Institut Dexeus, de Barcelona, por los doctores Xavier Mir, Víctor y Teresa Marlet, que primero le pusieron un tope óseo para que su hombro izquierdo, que se le había salido más de 20 veces a lo largo del Mundial-2018, no se le volviese a salir y, además, reconstruyeron todos los ligamentos que han detrás del hombro, que estaban totalmente destruídos.

Invierno muy duro

Márquez, que ha asegurado haber pasado “el peor y más aburrido invierno de mi vida”, está absolutamente convencido de que los entrenamientos de la próxima semana en Sepang (Malasia), del 6 al 8, son “vitales” para tratar de poner la Honda a punto. Su participación es vital para la factoría, Honda, actual campeona del mundo de constructores, ya que el pentacampeón mallorquín Jorge Lorenzo sigue lesionado de su brazo izquierdo y no podrá acudir a la cita malaya y el tercero piloto oficial de la firma alada, el británico Cal Cruchlow, viajará a Malasia sin saberse muy bien cómo está, ya que se ha pasado todo el invierno (“creí que no podría volver a correr”) recuperándose de las múltiples fracturas sufridas a final de la pasada temporada.

“He probado la moto en Alcarrás porque no podía viajar a Malasia sin haber sentido las primeras sensaciones en la pista”, ha comentado Márquez tras esta primera toma de contacto tras ocho semanas sin subirse a una moto. “¡Necesitaba esto!, lo necesitaba y mucho. Hasta he podido tocar con el codo en el asfalto, lo que ya es mucho. Al menos, durante las 14 horas de vuelo hacia Malasia pensaré que ya me he subido a la moto y eso es mucho. Los pilotos necesitamos sentir la moto entre nuestras piernas, el tacto del gas, la velocidad, la sensación de que estás frenando fuerte y tarde. Es evidente que lo primero que he notado es que, al menos durante los próximos entrenamientos, voy a sufrir mucho con las curvas de izquierda, que es mi fuerte, pues aún no tengo suficiente fuerza en ese hombro como para apoyar fuerte y duro a la entrada de la curva. Pero, insisto, lo importante es llegar lo más a tope posible, que no lo será del todo, al primer gran premio de esta temporada”.

"Necesitaba sentir la moto antes de ir al test de Malasia. Ahora ya sé que, de momento, voy a sufrir de mi hombro en todas las curvas de izquierda, hasta que recupere toda la fuerza"

Marc Márquez

— Piloto oficial del equipo Repsol Honda, campeón del mundo de MotoGP

Márquez, que, el pasado 23 de enero, reconoció en la presentación del equipo Repsol Honda, junto al pentacampeón mallorquín Jorge Lorenzo, también lesionado de su brazo izquierdo, que había sufrido muchísimo tras la operación (“perdón, las dos operaciones, pues fue mucho peor de lo que pensábamos”), que le hacía tanto daño “que ni siquiera podía sonreir, cosa muy complicada para mi”.

Cuando los que no tenían ni idea de qué tipo de operaciones le habían hecho (colocación de un tope óseo y reconstrucción total de los ligamentos que hay detrás del hombro) pronosticaban una rehabilitación de seis semanas, lo que sabían aseguraron que la recuperación sería, como poco, de 20 semanas. Márquez, pues, se ha subido a la moto ocho semanas después de la intervención, realizada por los doctores Xavier Mir, Víctor y Teresa Marlet, en el Institut Dexeus, de Barcelona, y, por tanto, acudirá a Sepang (Malasia), la próxima semana, con un 70% de preparación.

“Alguien tiene que probar la moto, pues Jorge (Lorenzo) no puede viajar ya que aún está dolorido de su brazo izquierdo recién operado y Cal (Crutchlow) se ha pasado todo el invierno intentando recuperarse de su accidente al final de la pasada temporada y, por tanto, también llegará muy débil a Sepang”, señaló Márquez en Madrid.

Eso significa que por más voluntad y sacrificio que le ponga, por más sesiones diarias de hasta cinco horas junto a su fisio personal, Carlos J. García, su preparador físico Genís Cuadros y su ‘sparring’ José Luis Martínez, todos concentrados en Cervera (Lleida) desde que el 7 de diciembre abandonó el Institut Dexeus (“me hacía tanto daño que le pedí a los doctores quedarme un par de días más”), a Márquez le faltan aún de 12 semanas más de recuperación, lo que significa que no estará bien del todo hasta la cuarta carrera de la temporada (Jerez, 5 de mayo) y, por lo tanto, todo parece indicar que deberá competir a la defensiva en las tres primeras citas del año: Catar (10 de marzo), Argentina (31 de marzo) y Austin (Texas, EEUU, 14 de abril).