ESCUELA MODÉLICA

¿Quieres ser mecánico de carreras? Estos son los pasos

La última generación de mecánicos de la Escuela Monlau Repsol, de Barcelona.

La última generación de mecánicos de la Escuela Monlau Repsol, de Barcelona. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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No es fácil, no, ser mecánico de competición. Bueno, en esta vida, nada es fácil para los jóvenes emprendedores, para aquellos que quieren abrirse camino en su ilusión, en aquello que les apasiona que, en el caso que nos ocupa, no es tanto correr, competir, llevar una moto o un coche de carreras como convertirse en mecánico de alta competición, en mecánico de carreras.

Es evidente que, como todo en la vida, uno puede ser autodidacta o empezar metiéndose en ese mundo vía "aquí estoy, quiero trabajar, digame que debo hacer", pero en el sofisticado mundo de la competición es evidente que se requiere unos estudios y, sobre todo, adquirir suficientes conocimientos como para que nada te sorprenda una vez llegues a un equipo de carreras, repleto de manuales, tecnología e informatica lo suficientemente sofisticada como para no controlarla, ni ser útil, en caso de carecer de esos conocimientos básicos.

Máster en ingeniería técnica de competición 2018

Máster en ingeniería técnica de competición 2018. / periodico

Conocimientos que no se pueden adquirir en muchos sitios y menos cuando tu ilusión no es otra que ser mecánico, ya que otra cosa es si deseas hacer una carrera universitaria que, como segundo paso, te pueda servir de base para ampliar experiencias en Masters sucesivos, estos sí, vinculados ya al mundo del 'paddock', de las carreras, de la competición.

En ese sentido, has de saber que la Escuela Monlau es pionera en la preparación y, sobre todo, adiestramiento, educaciones y practica de ese mundo que tu persigues sea el tuyo en un futuro inmediato. Cada año pasan por sus aulas, talleres y, por supuesto, equipos de alta competición decenas de muchachos, muchos de los cuales acaban, como ha sucedido a lo largo de los últimos años, en equipos oficiales o privados del Mundial de motociclismo, rallys o circuitos.

El Máster en Ingeniería de Competición 2018 de Monlau Repsol Technical School llega a su fin y, poco antes de su graduación, los alumnos realizaron la práctica final de motociclismo en el circuito de Calafat (Tarragona). Su misión fue comprobar si todas las modificaciones realizadas por ellos mismos en el aula y el taller durante los últimos meses se traducían en mejores prestaciones de la Moto3 creada y evolucionada por compañeros de anteriores promociones.

La jornada representó la culminación de dos micro-proyectos desarrollados por los futuros ingenieros de motorsport durante el prestigioso curso de postgrado. En esta ocasión, el desafío era continuar con la evolución de la Moto3 fabricada en 2014 por sus antecesores y que, año tras año, ha sido mejorada por los estudiantes, llegando incluso a debutar en el FIM CEV Repsol. 

Tras las últimas evoluciones introducidas sobre el último modelo, por fin llegó el esperado momento de someterlo a una severa prueba durante un test real. Durante el curso, los alumnos han diseñado y supervisado todo el proceso de fabricación de las piezas que afectan a dos áreas: ‘intake’ o conducto de aire y carenado. Con estas novedades se perseguía, por un lado, corregir el pico de presión en el llenado del airbox y, por otro, mejorar la ergonomía para facilitar el pilotaje.

Los encargados de comprobar los resultados sobre la pista fueron el piloto valenciano Sergio García, que la próxima temporada disputará el Mundial de Moto3 de la mano del Team Estrella Galicia 0,0; y el aragonés Julián Giral, joven promesa del Talent Team. Ambos rodaron también con la unidad de 2015 del Máster y, en base a sus sensaciones y a los datos de la telemetría, los ingenieros constataron el notable salto cualitativo conseguido gracias a las innovaciones introducidas.

El tutor del proyecto de moto del Máster en Ingeniería de Competición de Monlau Repsol Technical School, Ricardo Carrascosa, explicó que “el trabajo ha sido muy bueno durante el Máster y los resultados en pista así lo demostraron. Los alumnos deben sentirse satisfechos porque todo funcionó a la primera y la mejora fue sustancial. Pudieron llevar a pista su diseño y comprobar los resultados. Esta práctica les aporta experiencia para su futuro profesional y les otorga una visión más global”.

Nueve intensos meses

Los alumnos vivieron la jornada con pasión y la lógica incertidumbre que comprobar el resultado de su proyecto. “Es una satisfacción constatar que, después de tanto esfuerzo, el trabajo de 9 meses funciona. La valoración general del Máster es muy positiva porque gracias a estos estudios de Monlau Repsol hemos aprendido conocimientos de un gran valor para quienes queremos convertir el motorsport en nuestra profesión”, confesó Xavier Vicedo.

Su compañero Evelio Mataix añadía que “me siento realizado porque a lo largo del año hemos trabajado como un equipo para superar todas las dificultades surgidas durante el apasionante proceso de mejorar una moto de competición. Los resultados de tanto esfuerzo han sido realmente satisfactorios”.

Sin duda, una experiencia de incalculable valor de cara a la formación de estos futuros ingenieros de élite del motorsport que, durante el curso, han acumulado 350 horas teóricas y otras 50 de prácticas. Después de 9 intensos meses, el 12 de diciembre les llegará el esperado momento de recoger en Barcelona el diploma que les acredita como graduados de la promoción 2018 del Máster en Ingeniería de Competición de Monlau Repsol Technical School.