LA PEOR RACHA DE YAMAHA
Rossi: "Esto es un desastre y nadie sabe por qué ocurre"
Emilio Pérez de Rozas
Periodista
Licenciado en Ciencias de la Información por la UAB. Hijo de Carlos Pérez de Rozas, sobrino de Kike y Manolo Pérez de Rozas, integrantes de una auténtica saga de fotoperiodistas. Trabajó en Diario de Barcelona, fundador de El Periódico de Catalunya en 1978 también formó parte de la redacción en Catalunya del diario El País. Colaborador del diario deportivo Sport y vinculado al departamento de Deportes de la cadena COPE, que dirige Paco González. Emilio suele completar muchas de sus informaciones con sus propias fotos, en recuerdo a lo aprendido junto a su padre y tíos.
Emilio Pérez de Rozas
“Ha sido todo un desastre, el problema es que no sabemos el por qué…”, comentó el italiano Valentino Rossi (Yamaha), tras su horrible Gran Premio de San Marino, celebrado el domingo en Misano, y donde acudieron 96.758 fieles amarillos. “Si hace un año, me dicen que nos pasábamos 22 carreras sin ganar, hubiese pensado que me estaban vacilando”, señaló Maverick Viñales, piloto oficial del equipo Movistar Yamaha, tras la carrera en el circuito Marco Simoncelli, en la costa Adriática.
El panorama de la antes campeona del mundo, de la marca que, para muchos, marcó el camino de Honda y Ducati, no puede ser más desolador. En Misano, la firma de los diapasones igualó su peor racha de la historia de número de grandes premios sin ganar, 22, de los años 1997 y 1998. Desde que Rossi venció magistralmente en el Gran Premio de Holanda, de Assen, el pasado año, han pasado 22 carreras (las 10 últimas del 2017 y las 12 primeras de este 2018) donde solo han ganando Honda y Ducati.
La racha de derrotas
La racha la empezó Marc Márquez (Honda) en Alemania y, de momento, la cerró, el domingo, Andrea Dovizioso (Ducati), que venció, por vez primera, en Misano Adriático. Las cuentas están, cómo no, lideradas por Honda (y Márquez), con 12 victorias: Márquez (Alemania, Brno, San Marino, Aragón y Australia, en 2017; Austin, Jerez, Le Mans, Assen y Alemania, en 2018), más las victorias de Dani Pedrosa (Valencia-2017) y Cal Crutchlow (Argentina-2018). Mientras que las 10 de Ducati, la atesora ‘Dovi’ (Austria, GB, Japón y Malasia, en 2017, más Catar, Brno y Misano, en 2018), sumándose, esta temporada, el resurgido Jorge Lorenzo: Mugello, Barcelona y Austria.
“No tengo ni idea de qué quieren hacer o hacen en Yamaha, si lo averiguáis, contármelo, por favor”, fue la última frase pronunciada por Rossi, sin perder la compostura, visiblemente resignado, ante la nube de decenas de periodistas italianos que le rodeaban en su triste conferencia de prensa de Misano. Porque el problema, no es solo, como señala el ‘Doctor’, que no saben ni han encontrado explicación al hecho de que el viernes y sábado eran competitivos y, de pronto, llegado el domingo dejaron de serlo hasta el punto de que el nueve veces campeón no realizó un solo adelantamiento en 27 vueltas (salió 7º y llego 7º, a 19 segundos de ‘Dovi’), perdiendo casi un segundo por vuelta ¡una auténtica barbarida a estos niveles!, el problema es que no saben por qué ocurrió.
Con la misma moto
“La moto era exactamente la misma que la que utilice en el último entrenamiento largo del sábado ¡la misma! Por eso creí que me iría, más o menos bien, en carrera, si era capaz de salir bien desde la tercera fila”, narró Rossi. “Salí y, en la cuarta curva, ya me di cuenta que la moto no tenía nada que ver con la del día anterior y, por tanto, ya supe que no podría hacer absolutamente nada”, se lamentó Rossi, que añadió: “Fue tremendo, la misma moto, el sábado, giraba 7 décimas de segundo más rápida”.
"Si hace un año, me dicen que íbamos a estar 22 carreras sin ganar, hubiese pensado que me estaban vacilando"
“Va a ser un milagro mantener la tercera plaza del Mundial, tras perder, lógicamente, la segunda, porque ya era un milagro ser segundo, tras Marc, en estas condiciones”, siguió explicando Rossi, que está ahora a 70 puntos de Márquez y tiene, cuarto (a 21 puntos, cuando faltan 150 puntos), a Lorenzo, que si no se hubiese caído en Misano ya le estaría mordiendo la oreja. “Después del parón veraniego, Ducati ha dado un salto tremendo y Marc sigue ahí con su Honda, él solo. Ese era el salto que nosotros, Maverick y yo, le pedíamos a Yamaha. Pero es que, en las tres últimas tempordas, ha ocurrido lo mismo: empezamos el Mundial con una moto competitiva y, cuando hay que dar el salto tras el parón, nos supera la competencia”.
Y todo eso, el fin de semana que, como suele ser habitual en el nueve veces campeón del mundo de motociclismo, estrenaba casco conmemorativo de la carrera italiana, que se celebra a 14 kilómetros de su casa de Tavullia, con el lema ‘Back to Misano’, es decir, regreso al futuro. Viñales acabó quinto, a 16 segundo de 'Dovi'; Rossi, séptimo, a 19 y el francés Johann Zarco, décimo, a 27 segundos, es decir, el piloto del equipo 'satélite' de Yamaha sí perdió un segundo por vueltas respecto al vencedor.
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