HERMANOS EN CATAR

Los Márquez, del 2014 al 2018

Marc y Àlex sueñan con repetir la proeza de conquistar, a la vez, los dos títulos mundiales

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Emilio Pérez de Rozas

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Papá Juliá Márquez estaba en la sala de prensa del circuito de Losail (Doha, Catar). No se lo quería perder. No todos los días un padre puede estar tan orgulloso de sus hijos como para perderse la conferencia de prensa de sus hijos, Marc y Àlex, como flamantes protagonistas de la sesión definitiva del gran premio que abre una temporada, un año, 2018, que podría ser, por qué no, idéntico al legendario 2014, cuando el pequeño se coronó rey de Moto3 y el mayor logró su segundo título de MotoGP.

Marc estaba ahí porque había entrado pegadito al francés Johann Zarco (Yamaha), que logró la 'pole  position' de la categoría reina, y el hermanísimo porque logró el mejor crono, por mucho, mucho, en Moto2 y liderará la primera parrilla del año, de este 2018 que huele a 2014 en casa de los Márquez Alentá.

Una broma muy divertida

Y es que el ambiente que rodea a estos chicos no puede ser ni más familiar, ni más deportivo, ni más cariñoso, ni más competitivo. A Marc los suyos, su equipo, el que lidera el extraordinario ingeniero Santi Hernández («ya saben, mi segunda familia, mi familia del 'paddock'»), le gastó ayer una broma muy divertida.

Crearon el año pasado un sistema para poder enviar pequeños mensajes de muy pocas palabras desde el 'box' hasta su cuadro de mandos. Son casi mensajes de emergencia o aviso. Un twitter técnico. Y ayer, durante el último ensayo, el equipo de Marc le gastó una broma a su piloto que, a la vez, sirvió de prueba. «Como dicen que este circuito se me atraganta porque no tiene muchas curvas de izquierda y a Àlex le va de maravilla, le gusta y es aquí muy veloz, Santi y los chicos decidieron enviarme, de pronto, el mensaje 'te sigue el 73', que es, como todos sabéis, el número de mi hermano».

«Son muy graciosos», dijo con enorme ironía Àlex, que se iba a la cama siendo el hombre más feliz del 'paddock' catarí «porque no hay mejor manera que empezar el año consiguiendo la pole position en la primera carrera pero, desde luego, esto no servirá de mucho, bueno, de nada, si mañana (por hoy) no puntuamos o no subimos al podio. Yo, desde luego, no pienso salir a saco a por la victoria. Esto es muy largo y no quiero cometer los errores del pasado año. Para ser campeón hay que puntuar. Como dice mi técnico, hay que pasar siempre, en todos los GP, bajo la bandera a cuadros».

Ritmo para estar adelante

Àlex sí reconoce que tiene ritmo para estar delante. También dice que Lorenzo Baldassarri, Francesco Bagnaia y Miguel Oliveira, que serán, sin duda, junto al hermanísimo los candidatos al título este año, pelearán por la victoria en Losail. «Este circuito es largo, hace un viento tremendo, en cada vuelta te llevas dos o tres sustos y habrá que correr con mucha cabeza».

¿Te asusta ser el favorito? «Yo no soy el favorito, simplemente voy rápido. Me siento mucho mejor preparado que el año pasado, vivo los fines de semana de carrera mucho más relajado que entonces y creo que rendiré mucho mejor los domingos. O eso espero».

Le preguntaron si ganar el título de Moto2 (sumado al de Moto3) le servirá para ser el compañero de su hermano Marc, el año que viene, en el equipo Repsol Honda de MotoGP.  «Quita, quita, yo voy a lo mío. No pienso en esas cosas, ¡ni hablar!»