EL GP DE AUSTRALIA

Mir se deja abrazar por una serpiente pitón

Ignasi Sagnier, DIRCOM del Mundial, a la izquierda, ayuda a Joan Mir para que se fotografie con una serpiente pitón, en Phillip Island (Australia).

Ignasi Sagnier, DIRCOM del Mundial, a la izquierda, ayuda a Joan Mir para que se fotografie con una serpiente pitón, en Phillip Island (Australia). / periodico

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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No nos engañemos, después de toda la odisea vivida en Motegi (Japón) y la suspensión de su vuelo a Melbourne, el joven piloto mallorquín, Joan Mir, de 20 años, que falló en su primera pelota de partido en el circuito japonés, tiene, este domingo, en el precioso y velocísimo trazado australiano de Phillip Island, junto al mar de Tasmania, una segunda oportunidad de conquistar su primer título mundial después de dominar, de forma arrolladora, con el récord, de momento, de ocho victorias (Catar, Argentina, Francia, Catalunya, Alemania, República Checa, Austria y Aragón) y 10 podios en 15 grandes premios.

Pero, sí, Mir, en su tercera temporada en el Mundial (precisamente, debutó en Australia en 2015), tiene algo de miedo y su equipo, el Leopard Racing, ha tratado de protegerlo aunque, al final, hemos logrado que hablase con la prensa, tras conceder una pequeña entrevista a la TV local en la que espera “ganar este gran premio y el título”.

El miedo, curiosamente, se le acentuó, de pronto, (“mira, mira, gallina de piel, que diría Cruyff”), cuando Ignasi Sagnier, DIRCOM de Dorna Sports SL, organizadora del Mundial de motociclismo, le animó a vivir una experiencia única, convivir por unos minutos con el koala Tilly, un cangurito de 10 meses llamado Rubén y hacerse una sesión fotográfica posando con una serpiente pitón de cabeza negra, de mordida no venenosa, que portaban las dos cuidadoras del Maru Koala and Animal Park, de Phillip Island, Mandii O’Brien y Elysha West.

Mir se fotografió con una serpiente pitón de cabeza negra y convivió con el koala 'Rubén' y el cangurito 'Filly'

Como puede apreciarse en las fotografías, Mir, que se negó mil veces, aunque todo el mundo creía que estaba fingiendo, pero su temor era verdadero, acabó entrando en la sala donde estaban los animalitos, todos muy controlados y dóciles, para dejarse fotografiar. Lo hizo, lo vivió, aunque al final prometió que “¡jamás, jamás!” se lo perdonaría a Sagnier aunque, inmediatamente, pidió ver las fotos para tenerlas en su móvil.

Mir, en efecto, está convencido de que “si vivimos un fin de semana normalito, es decir, sin que caiga el diluvio, como ocurrió en Japón, puedo hacer una buena carrera y pelear cuerpo a cuerpo con Romano (Fenati), que, en agua, va como una bala”. Para vivir un gran premio normalito, Mir sabe que ha de empezar bien, mañana viernes, en los primeros entrenamientos del Gran Premio de Australia, penúltimo del Mundial de Moto3, en el que aún tiene 55 puntos de ventaja sobre Fenati. “Ni mi moto ni yo estuvimos a la altura en Motegi”.

Todo el mundo está convencido en el paddock de Phillip Island que Mir no volverá a fallar y que hará valer las armas que le han convertido, no solo en un prodigioso candidato al título de Moto3, sino en un valor futuro, pues son muchos los que le consideran la próxima gran promesa, o realidad, del motociclismo español. Tras la conquista de su primer título mundial (si no lo gana en Australia, lo hará en Malasia, la próxima semana, o el 12 de noviembre, en Cheste (Valencia).

Esperando la revancha en la pista

En esa pequeña charla a pie de garaje, Mir ha insistido en que pelea por olvidar Japón cuanto antes y, tal y como confesó ayer a EL PERIÓDICO en el mismo aeropuerto de Narita, antes de abandonar el país del sol naciente con destino a Melbourne (Australia), "incluso creo que dejaré de comer sushi por un tiempo y eso que me encanta". "Ahora ya estamos en Australia y solo deseo que empiecen los entrenamientos cuanto antes. Cuando vuelves a la pista, se te olvida todo y te dedicas a pilotar. Todos en el equipo sabemos que si estamos frente a un fin de semana norma, tenemos las de ganar", añadió el lider de Moto3.

Mir reconoció que este es un trazado que le "encanta", aunque en sus dos carreras aquí (2015 y 2016) ha tenido muy, muy, mala suerte. "En mi debut, me tiró John McPhee y, el pasado año, se cayó, justo delante mio, nada más y nada menos que el campeón, Brad Binder, pero no pude evitarlo de ninguna manera. Y, sí, en esa ocasión, tenía pinta de que podía hasta ganar". Mir acabó diciendo que "antes que el título, espero y deseo disfrutar en carrera. Si disfruto, todo lo demás vendrá como consecuencia de esa felicidad, seguro".