Albert Sust: "El futuro del Liceu une cultura y tecnología"

El Gran Teatre del Liceu aspira a convertirse en un templo de arte y tecnología. Su jefe de informática, Albert Sust, cree que la innovación permite mejorar sus servicios para seguir siendo un referente cultural.

El Gran Teatre del Liceu, ¿es un espacio tecnológico? 

Es un espacio cultural que necesita ser puntero en tecnología para mejorar los servicios que ofrece. Tenemos un alto nivel de exigencia porque tenemos la obligación de devolver a la sociedad la confianza que siempre ha depositado en nosotros. 

¿Qué es innovación para una institución como la vuestra? 

La innovación es comunicación. Conseguir que el espectador participe e interactúe con el espectáculo. Por ejemplo, en colaboración con Cellnex, hemos instalado wi-fi y un sistema distribuido de antenas (DAS) en todo el recinto. Parece sencillo, pero no lo es por los materiales y las características arquitectónicas del edificio.

¿Para qué se necesita wi-fi en un teatro como el suyo?

Es imprescindible porque es la base de la comunicación actual. Por ejemplo, tenemos un servicio de subtítulos durante las representaciones y hemos realizado pruebas piloto para incorporar contenido asociado de interés como el contexto de la pieza o información del autor.

Ya veo a lo que se refiere cuando habla de mejorar el servicio…

Sí, pero va más allá. Queremos crear experiencias de interacción únicas. La realidad aumentada 360º es una gran oportunidad. Con unas gafas, el espectador podrá trasladarse desde su butaca al centro del escenario. Aún más, incluso si no está físicamente en el Liceo, podrá asistir a la ópera virtualmente.

¿Es, entonces, una manera de abrir el Gran Teatre del Liceu a todo el mundo? 

Estamos trabajando en esta dirección. Actualmente, Google Street View ya permite al usuario conocer los rincones que no se pueden visitar normalmente como el backstage o los pasillos internos.

¿Hay más planes en este sentido?

Tenemos el deber de devolver a Barcelona todo lo que nos ha dado. Tenemos un proyecto muy ambicioso para digitalizar todo el archivo histórico. Compartiremos los casi 175 años de historia del teatro con el gran público. Todo el mundo podrá disponer de información, material gráfico y audiovisual sobre el teatro.

¿Y mejoras en la parte técnica?

No solo habrá mejoras en la experiencia del público, también para los artistas que nos visitan. Por ejemplo, la orquesta esta empezando a usar partituras digitales, donde no necesitas pasar la página porque la partitura va fluyendo sola.

¿Cómo será el futuro tecnológico del Liceu?

Es difícil predecir porque está ligado a la evolución de la tecnología. Sabemos que durante muchos años los espectadores han tenido un tipo de experiencia concreta, y ahora tenemos la oportunidad de ofrecerles sensaciones nuevas.