Balance
La Bicivia de la Barcelona metropolitana: una buena idea a la que le faltan "criterios homogéneos y presupuesto blindado"
La circulación de bicis por la ronda ciclista del entorno de la capital creció un 34% entre 2019 y 2021, pero los expertos echan de menos una unificación de la red
40 años de lucha ciclista: ¿por qué Barcelona no es Ámsterdam?
La moto compartida metropolitana arranca con la incógnita de la rentabilidad más allá de Barcelona

El bicibús, en mayo de 2022, por la Gran Via, una de las arterias ciclables que conectan con el entorno metropolitano / Jordi Cotrina


Carlos Márquez Daniel
Carlos Márquez DanielPeriodista
Periodista especializado en Barcelona. En 'El Periódico' desde principios de siglo. Los últimos 17 años, dedicados a la información local: movilidad, urbanismo, infraestructuras, política municipal, barrios, área metropolitana y medio ambiente. Colaborador habitual en los programas de televisión 'Bàsics' (Betevé) y 'La Selva' (TV3).
Que el Bicing no consiguiera dar el salto a otros municipios en 2019 con la renovación del contrato tiene muchas lecturas, no precisamente positivas. En un momento de importante musculación del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), con la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) casi en marcha, no fue posible dar con los mecanismos para que la bicicleta pública de la capital catalana pudiera entrar en otros municipios, de manera que el servicio fuera común y compartido, como sí ha pasado recientemente con el concurso de licencias de 'motosharing'. Patinazo político en un momento en el que más se reclama intermodalidad y movilidad sostenible. Pero que no cristalizara puede que también tenga como explicación la carencia de conexiones ciclables. De infraestructura. Según los expertos, el proyecto de Bicivia (casi 550 kilómetros de conexiones metropolitanas) es una buena idea con una ejecución muy mejorable. Piden criterios homogéneos, un presupuesto asegurado y mejor señalización. Y que no todo dependa de la buena voluntad o el pasotismo del gobierno municipal de turno. Todo es susceptible de mejorar, pero muchas cosas se habrán hecho bien si según el conteo realizado por el AMB, entre 2019 y 2021, el paso de bicicletas por las arterias de la Bicivia creció un 34%, por un 123% en el caso de los patinetes.

El carril que une Barcelona y Esplugues por el parque de Cervantes, ejemplo de buenas prácticas / ACN
La cosa se entiende comparando la situación del transporte público: estupendo dentro de Barcelona, con un metro y un bus que llegan a todas partes, muy mejorable e incluso deficiente cuando se trata de conectar con otros municipios. Lo mismo sucede con los carriles bici y las calles aptas para el ciclismo. Qué duda cabe de que la situación es infinitamente mejor que hace 20 años. A no ser que las lindes fueran imperceptibles, como sucede entre Barcelona y L'Hospitalet o entre Cornellà y Esplugues, ir en bici de un municipio a otro del AMB a principios de siglo era algo que solo se reservaba a los deportistas de fin de semana. Y a un puñado de activistas que hacían de su movilidad una campaña diaria a favor del invento.
La falta de un 'libro de estilo'
Marta Casar, portavoz del Bicicleta Club de Catalunya (Bacc), lleva años siguiendo la evolución de la Bicivia, el proyecto que el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) puso en marcha en 2016 con la idea de, según reza el propio ente, "conectar, de forma rápida, directa y segura, de norte a sur y de este a oeste, la metrópolis". Pero no es eso, según el criterio de esta experta, lo que está sucediendo. O no en todas partes y con la intensidad deseada.
Se queja Casar de que el plan se ha delegado "en la buena voluntad de los municipios". Es decir, que cada ayuntamiento es el responsable del diseño de su propia red ciclable. Con consistorios, como el de Castelldefels, en los que se opta por revertir la malla de carriles bici. Al depender del viento político, puedes encontrar un mandato de mucho avance político y otro de barbecho.

Protesta de ciclistas de Castelldefels, a principios de septiembre, contra la eliminación de un carril bici del municipio / Jordi Pujolar (ACN)
Si antes comparábamos con el transporte público, lo de ser homogéneos se entiende a través de la ZBE. El paraguas ambiental lo ha liderado el AMB de principio a fin, con los consistorios delegando las competencias y aprobando sus correspondientes ordenanzas para poder desarrollarlo. El funcionamiento es el mismo y la señalización es igual para todos. Con lo que un conductor que entre en L'Hospitalet, Sant Adrià y Barcelona saben a qué atenerse sin distingos.
"Eso no sucede con la Bicivia. Te puedes encontrar una calle con un 30 y una bici pintados en el suelo, un carril bici de dos metros de ancho o uno que está encima de la acera", define Casar. O sea, en opinión de esta experta del Bacc, a la Bicivia le falta un diseño homogéneo, un "libro de estilo".
Ritmo más bien bajo
Que no sea siempre igual y que las conexiones no estén bien señalizadas "hace que los ciclistas no se sientan seguros". El AMB lidera la idea y dicta unas buenas prácticas, "pero hay muchas incongruencias que no son ningún incentivo para que cada vez se anime más gente a coger la bicicleta". Más allá de la falta de consenso en el dibujo de la infraestructura, Casar lamenta que el proyecto no naciera con un presupuesto blindado que permitiera poner una fecha final al despliegue. La Bicivia está al 66% de su ejecución total de 545 kilómetros, solo se ha avanzado un 1% en un año y nadie se atreve a aventurar cuándo estará terminada.

Un vecino de Sant Adrià observa las nuevas bicis del AMBici metropolitano / Carlos Márquez Daniel
El Bicicleta Club de Catalunya celebra la iniciativa y cree que con algunos arreglos y algo más de impulso, la apuesta por la bicicleta se dispararía. "Hay mucho margen de crecimiento", resume Marta Casar. Basta un dato para darse cuenta: según la encuesta de movilidad en día laborable (EMEF) referente a 2023, el 61,6% de los viajes dentro de los 7.700 km2 de la provincia de Barcelona no superan los dos kilómetros de distancia.
Pero no solo eso, pues el 84% de los desplazamientos se realizan dentro de la misma comarca. No solemos ir lejos, con lo que la bici puede ser una opción ideal para ir de un sitio a otro. Siempre, claro, que haya una infraestructura segura, señalizada, entendible, que no se interrumpa. Por la que apetezca pedalear.
Suscríbete para seguir leyendo
- Badia del Vallès aprovecha la liberalización de sus miles de pisos protegidos para convertirse en distrito universitario de la UAB
- Tres heridos en un choque entre dos autobuses urbanos en el centro de Barcelona
- Las clarisas confirman que las tres monjas de Pedralbes dejan el monasterio: 'Tras 700 años toca decir adiós
- Arquitectos barceloneses y neoyorquinos ganan el concurso para reformar la nave de las Tres Xemeneies
- Glòries: 10.000 aspirantes para 238 pisos arquitectónicamente novedosos y seductores
- Barcelona da luz verde a las obras de La Masia para convertirla en la futura sede social del Barça
- Las obras para la autovía B-25 en Sant Boi generan nuevas dificultades de movilidad por el cierre de una rotonda
- Comuns y vecinos de L’Hospitalet rechazan la posibilidad de construir un polideportivo en el parque de la Alhambra