El coche eléctrico compartido de El Prat escala hasta los 500 usuarios tras año y medio de funcionamiento

Resulta curioso comprobar cómo cada ciudad busca e implementa sus propias soluciones de movilidad. Y cómo, en algunos casos, las propuestas que se descartan en un lugar, se aplican con éxito a escasos kilómetros. Es el caso del coche eléctrico compartido, descartado repetidamente por Barcelona pero abrazado por el Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, que puso en marcha el invento en febrero de 2023 con la idea de que los trabajadores de los polígonos, por la mañana, y los vecinos y jóvenes, por las tardes, optaran por este sistema de 'sharing' y dejaran su vehículo particular (en caso de tenerlo) en casa. Un año y medio después, el servicio, que gestiona la cooperativa Som Mobilitat, dispone de unos 500 usuarios que han realizado 250.000 viajes y le han evitado a la ciudad, siempre a la sombra del aeropuerto, 19 toneladas de CO₂.

Los 12 coches disponibles (uno de ellos, una furgoneta) deben recogerse y entregarse en alguno de los cuatro puntos de recarga distribuidos por la ciudad. Los precios van desde los 4,5 hasta los 6 euros por hora, con posibilidad de quedárselo todo un día por una tarifa de entre 45 y 60 euros diarios. Son todos eléctricos, incluyen servicio en carretera y seguro a todo riesgo con franquicia de 200 euros. En caso de tener menos de 25 años, será necesario acreditar como mínimo dos años de carnet.

Por toda Catalunya

Los usuarios tan solo tienen que descargarse la aplicación móvil, disponible para Android e iOS y de nombre 'El Prat carsharing', y reservar el coche, del mismo modo que se hace con el Bicing o el servicio de bicicleta compartida metropolitana, el AMBici. Este servicio, que se estrenó en enero de 2023, dispone de 14 estaciones en la ciudad y 600 abonados que realizan unos 6.000 viajes al mes. Un portavoz del consistorio explica que, a diferencia de otros municipios del entorno, los desplazamientos suelen ser interiores, cosa que viene a demostrar la condición de 'cul de sac' de la ciudad.

Si se quiere apostar por este sistema de manera más universal, también se puede descargar la aplicación 'Som Mobilitat carsharing', en la que se incluyen los vehículos eléctricos de El Prat y los de una treintena de municipios más repartidos por toda Catalunya. Mataró, Badalona, Vic, Sabadell o Girona son algunas de las ciudades en las que también se puede optar por la movilidad eléctrica compartida. Barcelona está igualmente en la lista, de la mano de los aparcamientos públicos de BSM, pero apenas son 32 los autos disponibles.

La capital catalana siempre se ha mostrado reacia al desarrollo a lo grande del 'sharing' de coches por una doble razón. Primero, porque los niveles de congestión no invitan a desplegar más vehículos por las calles, por mucho que sean, en teoría, compartidos. Y segundo, porque el espacio público no es infinito y tampoco los aparcamientos subterráneos van sobrados como para ir albergando coches de todos y de nadie.