BALANCE DE MANDATO

Una mirada al exterior

El AMB alcanza la meta del 0,7% e invierte más de 3,2 millones en cooperación internacional

Proyecto de cooperación internacional del AMB para suministrar agua potable en Kobane, norte de Siria

Proyecto de cooperación internacional del AMB para suministrar agua potable en Kobane, norte de Siria / AMB

A.G.

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Con tan solo un mandato de vida, el Área de Internacional y Cooperación es el servicio más joven del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Desde que echó andar en 2015, sus objetivos han sido claros: por un lado, potenciar la proyección exterior del AMB y, por el otro, trabajar en la promoción de una política solidaria a través del desarrollo de proyectos de cooperación internacional.

En el primer ámbito se han centrado especialmente en trasladar a escala europea proyectos metropolitanos innovadores y transversales, capaces de concurrir en convocatorias y lograr financiamiento, así como en integrarse en las grandes redes de metrópolis internacionales para lograr más visibilidad.

Ámbitos de cooperación

En el ámbito de la cooperación internacional, el logro principal ha sido conseguir destinar el 0,7% de los ingresos propios a cooperación –cuando antes era el 0,4%-, una de las grandes metas fijadas en el Plan Director de Cooperación (2017-2019). En total, el AMB ha invertido en este mandato más de 3,2 millones de euros en proyectos y convenios de cooperación.

Este plan, que establece los criterios y recursos del servicio, determinó además las áreas prioritarias de intervención, entre las que destaca la zona de la Mediterránea, «por una cuestión de actualidad, por el tema del refugio, y también por proximidad», explica Maria Peix, jefa del servicio de Cooperación del AMB.

«Hasta entonces no se hacía cooperación directa en la Mediterránea; adquirimos ese compromiso pensando: como no podemos acoger, apoyemos a los países que sí lo están haciendo”, puntualiza Peix. Así, el AMB empezó a desembarcar en países como Turquía, Siria, Líbano, Jordania o Grecia, trabajando en «una doble línea: reforzando gobiernos locales y núcleos urbanos, y dando apoyo en campos de personas refugiadas o asentamientos informales, adaptando la estrategia a cada país», apunta la responsable de Cooperación.

El tema del refugio ha sido central en los últimos cuatro años y a él se han dedicado el 51% de los recursos del departamento. Pero además de la Mediterránea, el AMB también ha reforzado sus actuaciones en África y Mesoamérica. Lo ha hecho a través de programas de cooperación técnica, que buscan fortalecer la gobernanza metropolitana en zonas como San Salvador o Maputo, donde ha colaborado, desde su experiencia, en la gestión de servicios compartidos como movilidad, espacio público o residuos, adaptándose a las singularidades locales.

Cooperación cordinada

El trabajo del AMB se ha basado sobre todo en integrar a los diversos actores sociales y económicos del territorio en la creación de una política pública de colaboración, impulsando un programa de cooperación coordinada para reforzar la acción directa de los consistorios.

«No tenemos la voluntad de competir con los ayuntamientos; nuestro deseo es reforzar y colaborar en las políticas de cooperación internacional de los municipios, especialmente de aquellos que, por sus dimensiones y presupuesto, no tienen tantos recursos para desarrollarlas», argumenta Oriol Illa, Director del Área de Internacional y Cooperación.

De este modo, han hecho posible que localidades como Begues –con cerca de 7.000 habitantes-, contribuya a desarrollar un programa de protección de niños y adolescentes refugiados en el Líbano, o que Viladecans, Gavà y El Prat aúnen esfuerzos con El Salvador para potenciar la economía circular a través de la gestión integral de los residuos.

Implicación ciudadana

Trasladar esta visión tan global al mundo local no es fácil, pues implica tratar temas que parecen lejanos. Por eso, otro de los retos del Área de Internacional y Cooperación es mostrar a la ciudadanía «que todo lo que pasa fuera tiene un impacto en nosotros», afirma Maria Peix, y que «podemos contribuir a minimizar los efectos sobre las desigualdades que nosotros mismos generamos», añade Oriol Illa.

Por eso han lanzado ‘Tenim Drets, Teixim Llibertats’, el primer programa metropolitano de Educación para la Ciudadanía Global (ECG), desarrollado por el AMB con 11 ayuntamientos metropolitanos. «Solo si la gente entiende qué está pasando con el tema del refugio podremos enfocar nuestra manera de trabajar, incidir políticamente y coger compromisos», reconoce Peix.

Trabajo en red

«El Área de Internacional y Cooperación es la que genera recursos para esta casa. Todos los servicios del AMB tienen proyectos internacionales y trabajamos con todos los ayuntamientos de manera directa o indirecta», afirma Xavier Tiana, jefe de Relaciones Internacionales y secretario general de Medcities, una red que integra a más de una veintena de ciudades mediterráneas para fortalecer el poder municipal e impulsar el desarrollo urbano sostenible.

La integración del organismo metropolitano en este tipo de redes, que pretenden empoderar a las ciudades y ayudarlas a gestionar realidades que, como la migración, pueden ser difíciles de gestionar, es una de las piezas fundamentales del servicio internacional del AMB para «tener una voz en Europa».

Suministro de agua potable en Kobane, Siria

Hay varias claves que explican la crisis mundial de refugiados y una de ellas es el conflicto bélico existente en Siria. Por eso, el 33% de los recursos que el Área Metropolitana de Barcelona destina a la Mediterránea son para este país. Allí, explica Maria Peix, «hemos trabajado mucho en los servicios básicos, centrándonos en nuestras competencias». Kobane, ciudad situada al norte del país y epicentro de intensos combates en 2014 y 2015, a causa de los cuales quedó destruida casi al 80%, perdió también con las guerras su principal fuente de suministro de agua, que abastece a unas 45.000 personas. En este contexto, el AMB, junto con Mezzaluna Rossa Kurda (Italia), la Media Luna Roja Kurda (Siria) y el Ayuntamiento de Kobani, ha llevado a cabo la reparación completa de la estación de bombeo de la ciudad, además dha dado apoyo técnico al equipo municipal encargado del ciclo del agua, una acción a la que ha destinado 72,177.86 euros.