Comprometidos con el Mediterráneo Oriental

Objetivos: garantizar un refugio digno y la sostenibilidad ambiental en esta región

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Anna Rocasalva

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En los últimos años, el desplazamiento masivo de ciudadanos provocado por las guerras, el hambre y las desigualdades han puesto a prueba las democracias occidentales y han hecho tambalear los valores sobre los cuales se fundó la propia Unión Europea. La cooperación internacional es la herramienta que estructura el propósito de mejorar la calidad de vida allí donde se reciben las ayudas, poniendo a las personas en el centro para incorporar su voz e implicación. Las instituciones deben, en definitiva, dar respuesta a esta emergencia humanitaria y, además, hacerlo de una forma efectiva.

Garantizar los derechos humanos de las personas refugiadas y conseguir unas condiciones de vida digna para ellas y sus territorios de acogida han sido y siguen siendo una prioridad del mandato 2015-19 del Área Metropolitana de Barcelona. El AMB está comprometida con el Mediterráneo, por ello el Plan Director de Cooperación 2017-19 contempla la necesidad de actuar en el Mediterráneo Oriental en materia de refugio y sostenibilidad ambiental.

En la actualidad, los recursos económicos de los proyectos de cooperación del AMB destinados a la zona del Mediterráneo Oriental ascienden a un total de 981.355,71 euros. «Y si se cumplen las expectativas, en este mandato habremos superado el millón de euros en ayudas a las personas refugiadas en estas zonas», anuncia el vicepresidente del Área de Internacional y Cooperación del Área Metropolitana de Barcelona, Alfred Bosch. 

«El capital ha sido repartido entre distintas zonas geográficas, la mayor parte en el Líbano, por las facilidades y la rapidez con la que pudimos entrar a trabajar», explica Bosch. En este país del Oriente Medio, frontera con Siria, Israel y Palestina, el AMB ha destinado 377.502,82 euros, el 42% de los recursos económicos. Le siguen Siria, con 275.142,86 euros; Grecia, con 150.320 euros; Jordania, con 70.000 euros; y, finalmente, Turquía con 23.506,12 euros.

COOPERACIÓN DIRECTA

El enfoque del trabajo en el Mediterráneo - cooperación que el AMB realiza con instituciones y entidades de los territorios de acogida - tiene una doble estrategia. «Por un lado tenemos la estrategia centrada en los derechos humanos de las personas refugiadas, focalizada en Siria, que es el epicentro del conflicto, y los países de acogida a estas personas», comenta la jefa del servicio de Cooperación, Maria Peix. «Y, por otro lado, tenemos la estrategia de sostenibilidad ambiental, basada en proyectos de gestión de residuos principalmente», agrega. Y es que el desplazamiento forzoso de personas que huyen de los conflictos armados ha generado nuevos retos a los territorios que están acogiendo, como son la gestión adecuada de los suministros básicos de agua, residuos y saneamiento, entre otros. 

Uno de los temas principales de la agenda local del Mediterráneo es la gestión de residuos pero éste se ha convertido en una prioridad para los territorios de acogida dado que su gestión ha quedado saturada por la llegada masiva de personas. El AMB se ha implicado de lleno en este reto ya que sus competencias y conocimientos en gestión de agua, residuos, espacio público, urbanismo, movilidad, etc, están directamente relacionados. Un ejemplo de ello es el proyecto de reciclaje de chalecos salvavidas, sobreacumulados en las playas de Lesbos, provocando un problema de impacto ambiental.; o los proyectos de ayuda para la gestión integral de residuos sólidos en las comunidades de acogida del Líbano. «Al mismo tiempo trabajamos en campamentos de personas refugiadas donde se tiene que hacer gestión de agua, espacios lúdicos y viviendas, que son temas muy vinculados al área metropolitana», añade Peix.

TREINTA SÉPTIMO MUNICIPIO

Durante el 2018, el AMB ha fortalecido el trabajo en Siria, concretamente en el Kurdistán sirio y en la zona de Damasco y Alepo. Con ésta última, el ente metropolitano está allanando el camino para, sí es posible, llegar a adquirir un compromiso más fuerte con la ciudad. «Nuestra intención a largo plazo es poder incorporar Alepo como nuestro treinta séptimo municipio metropolitano», explica Bosch. Se trataría de establecer una relación de colaboración similar a la que ya hizo la ciudad de Barcelona con Sarajevo, cuando la incorporó como parte de su onceavo distrito municipal. «Aleppo se parece a Barcelona, es muy poblada, muy comercial, dinámica y activa pero tremendamente afectada por la guerra y nuestra idea es llegar a integrarla como parte de nuestra familia metropolitana», agrega el vicepresidente del Área de Internacional y Cooperación.De momento es una voluntad pero se trataría de una forma de hermanamiento solidario, teniendo en cuenta Alepo, por ejemplo, al elaborar el presupuesto estratégico o el Plan Metropolitano y dedicándole la misma atención que el AMB dedica al resto de municipios metropolitanos.

COMPROMISO CIUDADANO

El AMB también apuesta por promover la conciencia crítica y el compromiso de la ciudadanía y las instituciones con los derechos humanos de las personas refugiadas a través de proyectos y el programa Tenemos Derechos Tejemos Liberdades . «Nuestro objetivo final es trabajar desde una óptica local y, a la vez, global», concluye Peix. Para ello, el AMB trabaja dentro del territorio metropolitano, con ayuntamientos y asociaciones, liderando un proceso de concienciación para adquirir compromisos con la realidad del Mediterráneo.