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Deforestación

El mundo perdió el año pasado una superficie de bosque equivalente a toda Andalucía

Un informe alerta del incumplimiento de los compromisos contraídos por los países

El mundo sigue deforestando sus selvas

El mundo sigue deforestando sus selvas / UTPL

EFEVerde/Redacción

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En 2024 se perdieron 8,1 millones de hectáreas de bosque en el mundo (el equivalente casi a toda Andalucía), lo que representa 3,1 millones más que la pérdida máxima contemplada como objetivo para 2030. El dato se ha divulgado cuando falta menos de un mes para la Conferencia del Clima en Belén COP30 (Brasil) que tiene la lucha contra la deforestación entre los temas más importantes.

Los datos están recogidos en el informe de este año de ‘Evaluación de la Declaración sobre los Bosques’, una iniciativa independiente y colaborativa liderada por una coalición de organizaciones de la sociedad civil e investigadores aglutinada en la Forest Declaration Assessment Partners y que realiza análisis anuales desde 2015.

Por encima del objetivo mundial

Entre 2018 y 2020, la deforestación media anual mundial llegó a los 8,3 millones de hectáreas, algo más de lo que se registró en 2024. «Esta es nuestra referencia», señaló en la presentación del informe Erin Matson, autora principal de la Evaluación de la Declaración sobre los Bosques 2025.

«Para alcanzar la deforestación cero en 2030, tendríamos que reducirla en un 10 % cada año», asegura.

Vista por satélite de la deforestación de la selva amazónica

Vista por satélite de la deforestación de la selva amazónica / Agencias

Sin embargo, en 2024, se talaron 8,1 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo, lo que supone un 63 % de desviación con respecto al objetivo de cero deforestación. Es decir se talaron 3,1 millones de hectáreas más de bosque de lo previsto.

Los países incumplen sus compromisos

El documento apunta que los líderes mundiales están incumpliendo los objetivos de reducir la deforestación de acuerdo a los compromisos adquiridos por primera vez en 2014, que fueron renovados con la Declaración de Líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra (2021) y que se incorporaron al balance global de la COP28 celebrada en Dubái, en 2023.

«Cada año, la brecha entre los compromisos y la realidad se amplía, con impactos devastadores en las personas, el clima y nuestras economías. Los bosques son una infraestructura indispensable para un planeta habitable. Si no se los protege continuamente, se pone en riesgo nuestra prosperidad colectiva», asevera Matson.

La Evaluación mide el progreso de los compromisos de países, empresas e inversores para eliminar la deforestación y lograr la restauración de 350 millones de hectáreas de tierras degradadas para 2030, según los compromisos de Glasgow y del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.

Tala para impulsar una plantación de aceite de palma en Indonesia

Tala para impulsar una plantación de aceite de palma en Indonesia / Mighty Earth

También mide la reducción de la pérdida forestal con respecto a la línea de base del período 2018-2020 y determina la distancia que separa a las regiones de alcanzar la pérdida cero para 2030.

Pérdida de bosque tropicales por los incendios

En 2024 se perdieron alrededor de 6,73 millones de hectáreas de bosques tropicales remotos y prístinos, principalmente debido a los devastadores incendios que arrasaron América Latina, Asia, África y Oceanía.

En total, los compromisos mundiales se desviaron un 190 % de sus objetivos de protección de estos bosques ricos en carbono, cuya pérdida liberó 3.100 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, casi el 150 % de las emisiones anuales del sector energético estadounidense.

Degradación alarmante en la región amazónica

La degradación forestal asociada a los incendios fue «particularmente alarmante» en los ocho países de la región amazónica: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

Incendio en la Amazonía brasileña

Incendio en la Amazonía brasileña / Agencias

Las emisiones asociadas a estos incendios alcanzaron aproximadamente 791 millones de toneladas métricas de equivalentes de dióxido de carbono (Mt CO₂e), siete veces el promedio de emisiones por incendios en los dos años anteriores (117 Mt CO₂e) y más que las emisiones totales de GEI de un país industrializado como Alemania.

La tala, la construcción de carreteras o la recolección de leña además dañan, aunque no talen, los bosques, llevándolos a un deterioro gradual que genera impactos significativos, como las emisiones de carbono.

Restauración de zonas deforestadas

El informe señala también que existen iniciativas de restauración activas en marcha en al menos 10,6 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas.

Esto representa alrededor del 5,4 % del potencial global de reforestación (una medida de las áreas que pueden reforestarse después de haber sido completamente deforestadas) y sólo el 0,3 % del potencial global de restauración biofísica de los bosques (una medida de las áreas que estaban degradadas o deforestadas), datos «muy por debajo» del objetivo del 30 % establecido en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.

Aproximadamente dos tercios de esta área (unos siete millones de hectáreas) se encuentran en regiones tropicales, 3,3 millones de hectáreas en zonas templadas y 250.000 hectáreas en bosques boreales.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), WWF, World Resources Institute, The Nature Conservancy, The Brazilian Coalition on Climate, Forests and Agriculture, la Universidad de Swansea (Gales), FSC, Conservation International, están entre otras entidades que trabajan en la elaboración del informe.