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Espectáculo natural

Auroras boreales en Catalunya: los expertos dan una fecha para un nuevo espectáculo este mes de octubre

Según registros, en España se ven estos bellos espectáculos celestes desde hace tres siglos

Vuelven las auroras boreales a España: estas son las zonas dónde se han podido ver

Auroras boreales: qué son y por qué se forman

Aurora boreal en el Pantà de la Baells, Cercs (10/05/2024).

Aurora boreal en el Pantà de la Baells, Cercs (10/05/2024). / Robert Ramos

Zoe Campos Corral

Barcelona
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En mayo de 2024, una especie de aurora boreal tiñó de colores el cielo de gran parte de España.

Ahora que el sol está aumentando su actividad, los expertos creen que podría repetirse un fenómeno similar en nuestro país.

El espectáculo celestial, típico del Polo Norte, podría alcanzar una intensidad que no se veía desde hace más de dos décadas.

¿Por qué han llegado a España?

Las auroras boreales se producen por una tormenta solar caníbal. Este tipo de tormentas suceden cuando el sol lanza dos eyecciones de masa coronal (CME) seguidas, es decir, cuando al mismo tiempo que se produce una explosión en el sol tienen lugar otros estallidos de menos potencia, que quedan fusionados por el más grande.

En estas circunstancias, la segunda eyección es más rápida que la primera, así que la alcanza y la absorbe.

La combinación de estas dos eyecciones libera una energía que da lugar a una tormenta geomagnética insólita.

Seguidamente, la tormenta impacta en la magnetosfera terrestre; los átomos de oxígeno y el nitrógeno de la atmósfera se excitan. El resultado: un espectáculo visual llamado auroras boreales.

Excepcionalidad del fenómeno

Lo excepcional en este caso es que el óvalo auroral la región en forma de anillo alrededor de los polos donde se producen las auroras- puede expandirse tanto que puede aparecer en lugares tan inusuales como nuestra Península.

Asimismo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (Noaa) informan de que el actual ciclo solar (número 25) está registrando niveles más elevados en su actividad y, en consecuencia, se esperan tormentas de G4 y G5.

Para entenderlo, la Noaa utiliza un sistema de cinco niveles llamado 'Escala G' que sirve para indicar la gravedad de la actividad geomagnética prevista. La escala varía de G1, nivel más bajo, a G5, nivel más alto. Por lo tanto, si la tormenta solar caníbal genera un nivel G4 o G5, las auroras podrán ser visibles en latitudes más bajas de lo normal. 

Auroras no tan insólitas

Si echamos la vista atrás, muchos recordarán que en 2024 miles de personas fotografiaron auroras boreales en lugares como Catalunya, Galicia o Andalucía.

De hecho, no se recuerda un acontecimiento parecido desde 2003.

Pero la realidad es que el físico Manuel Rico y Sinobas, uno de los pioneros en el estudio de la meteorología en España, ya registró auroras boreales tres siglos atrás.

El folleto Sinobas, de la Aemet, publicó noticias sobre 'Las auroras boreales observadas en España durante el siglo XVIII y parte del XIX', que más tarde fueron científicamente confirmadas. También existen registros sobre auroras boreales en plena Guerra Civil Española, concretamente el 25 y 26 de enero de 1938.

¿Cuándo se dará la próxima tormenta solar caníbal?

En cuanto al futuro, los expertos no pueden predecir cuándo se producirá exactamente la siguiente tormenta solar caníbal. Lo que sí pueden es hacer una aproximación: todo parece indicar que el nivel máximo del actual ciclo solar se producirá entre 2025 y 2026, concretamente entre los días 20 y 29 de octubre.

Si eso es cierto, el norte peninsular se puede convertir en el escenario de este excepcional espectáculo.

Seguramente no será tan intenso como el registrado en mayo de 2024, pero será lo bastante potente como para teñir de luces el cielo en varios puntos de España, de oeste a este.

En Catalunya se espera que se pueda ver en la provincia de Tarragona.

Riesgos para la tecnología

Cabe destacar que las grandes tormentas geomagnéticas pueden tener consecuencias sobre infraestructuras tecnológicas, llegando a dañar satélites o redes eléctricas.

Así, un futuro episodio de auroras boreales podría ser una amenaza para el funcionamiento habitual de estos sistemas, pudiendo estropear o paralizar los equipos electrónicos de nuestro país, aunque no tenga ninguna implicación directa sobre la salud población.