Investigación

¿Cómo afecta la urbanización a los microbios del suelo?: las bacterias se adaptan, los hongos resisten

El ciclo de nutrientes persiste incluso en suelos urbanos altamente perturbados, concluye un estudio

Singapur, donde se desarrolló parte de la investigación.

Singapur, donde se desarrolló parte de la investigación. / Pixabay

Ramón Díaz

Ramón Díaz

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Mientras las ciudades siguen expandiéndose, entender la vida bajo nuestros pies se vuelve crucial. Las bacterias y hongos, aunque invisibles, son ‘ingenieros de ecosistemas’ y desempeñan un papel fundamental en los ciclos bioquímicos: garantizan agua limpia, aire puro y suelos fértiles. Su capacidad para adaptarse —o resistir— a la urbanización definirá, en parte, el futuro de la vida en las urbes y, por extensión, de la humanidad.

Un estudio publicado en Environmental Science and Ecotechnology revela que la urbanización está reconfigurando las comunidades microbianas del suelo a nivel global, impulsando una homogenización inesperada y creciente en las poblaciones bacterianas, mientras que los hongos mantienen una resistencia notable ante los cambios.

La investigación concluye que los entornos urbanos favorecen a las bacterias generalistas, capaces de adaptarse a condiciones diversas, mientras que los hongos conservan roles ecológicos especializados. A pesar de estas diferencias, la superposición funcional entre ambos grupos asegura la resiliencia de los ecosistemas, permitiendo que procesos esenciales como el ciclo de nutrientes persistan incluso en suelos urbanos altamente perturbados.

Dirigido por un equipo de investigadores de instituciones de diferentes países, el estudio analizó comunidades microbianas en tres biomas: boreal (Lahti, Finlandia), templado (Baltimore, Estados Unidos) y tropical (Singapur).

Los científicos examinaron suelos a lo largo de un gradiente de urbanización, desde bosques naturales hasta parques urbanos de distintas edades, para entender cómo la presión humana altera la diversidad y funciones de estos microorganismos.

Cultivo de bacterias en un nlaboratorio.

Cultivo de bacterias en un nlaboratorio. / EFE

Las bacterias, con su capacidad de reproducción rápida y transferencia horizontal de genes, mostraron una adaptación sorprendente. En entornos urbanos, el 90% de las bacterias identificadas fueron clasificadas como generalistas; es decir, capaces de prosperar en condiciones variables.

Esto se tradujo en una homogenización creciente: la similitud promedio de sus comunidades aumentó del 79% en bosques vírgenes al 85% en parques urbanos jóvenes.

Una fuerza poderosa

"La urbanización es una fuerza poderosa que remodela las comunidades microbianas del suelo, pero bacterias y hongos responden de maneras radicalmente distintas", explica Nan Hui, autora principal del estudio.

En contraste, los hongos demostraron una mayor especialización. El 83% de las especies fúngicas en suelos urbanos fueron catalogadas como especialistas, adaptadas a nichos ecológicos específicos.

Según el estudio, esta divergencia se debe a diferencias evolutivas: las bacterias, con generaciones más cortas, pueden ajustarse rápidamente a cambios ambientales, mientras que los hongos, con ciclos de vida más largos y menor dispersión, mantienen roles vinculados a sustratos complejos, como la descomposición de materia orgánica recalcitrante.

Aunque ambos grupos respondieron de forma opuesta a la urbanización, el trabajo destaca que sus funciones ecológicas, como el ciclado de carbono y nutrientes, se mantuvieron estables. Esto sugiere una redundancia funcional: incluso si algunas especies desaparecen, otras con roles similares compensan las pérdidas, asegurando la continuidad de procesos críticos.

El equipo utilizó secuenciación genética (Illumina MiSeq) y microarrays (GeoChip 5.0) para analizar la composición taxonómica y las funciones microbianas en 120 parcelas de estudio. Los parques urbanos se clasificaron según su antigüedad: jóvenes (de 10 a 20 años) y antiguos (más de 60 años), comparándolos con bosques de referencia sin perturbación humana significativa.

Imagen aérea de Baltimore, donde se desarrolló parte del estudio.

Imagen aérea de Baltimore, donde se desarrolló parte del estudio. / Fletcher6

Los resultados mostraron que la homogenización bacteriana estuvo ligada a factores como el pH del suelo y la relación carbono-nitrógeno, comunes en entornos urbanos. En cambio, las comunidades fúngicas mostraron una estructuración influenciada por eventos históricos, como la colonización pasada de especies, más que por condiciones ambientales actuales.

"Los hongos dependen de la ‘memoria ecológica’ (el legado de interacciones previas), lo que limita su adaptación inmediata a cambios abruptos", detalla el estudio. Una fuerza poderosa

Dudas sobre el futuro

Estos hallazgos tienen repercusiones directas en la planificación urbana y la gestión de espacios verdes. Diseñar áreas urbanas que promuevan la salud del suelo requerirá estrategias que consideren tanto la adaptabilidad bacteriana como la preservación de nichos fúngicos.

Por ejemplo, la elección de vegetación con hojarasca de descomposición lenta podría favorecer a los hongos especialistas, mientras que la diversidad de sustratos ayudaría a mantener la redundancia funcional de las bacterias.

Aunque la investigación subraya la resiliencia de los suelos urbanos, advierte que la pérdida continua de especies especializadas, tanto microbianas como macroorgánicas, podría erosionar esta capacidad a largo plazo.

"La redundancia funcional es un colchón, pero no es infinita. Necesitamos minimizar las perturbaciones extremas para preservar la biodiversidad invisible que sustenta nuestros ecosistemas", resalta. Hui.

El trabajo abre nuevas líneas de investigación, como el impacto en las comunidades microbianas de prácticas de manejo urbano. Además, plantea interrogantes sobre cómo el cambio climático, sumado a la urbanización, afectará estas dinámicas.

Impacto de la urbanización en las comunidades microbianas del suelo en diferentes climas y tipos de vegetación.

Impacto de la urbanización en las comunidades microbianas del suelo en diferentes climas y tipos de vegetación. / Environmental Science and Ecotechnoly

La publicación resume en cuatro puntos los resultados más destacados de la investigación:

–La urbanización aumenta la similitud de las comunidades microbianas de aproximadamente el 79 % al 85 % en todos los biomas.

–Las bacterias se homogeneizan más que los hongos y los rasgos funcionales convergen más rápidamente en las bacterias.

–Los suelos urbanos albergan aproximadamente un 90 % de bacterias generalistas, pero aproximadamente un 83 % de hongos especialistas, lo que revela contrastes adaptativos.

–A pesar de las respuestas divergentes, los rasgos microbianos compartidos sustentan la resiliencia del ecosistema.