Cambio climático

Sequía y patógenos amenazan la supervivencia de los bosques mediterráneos

Los árboles producirán menos hojas y frutos, lo que provocará un descenso en la regeneración forestal, concluye un estudio del CSIC

Vista panorámica del bosque de sabinas, encinas y carrascas desde "El Balconcillo", mirador natural junto a la localidad de Labros (Guadalajara), en la Red Natura 2000.

Vista panorámica del bosque de sabinas, encinas y carrascas desde "El Balconcillo", mirador natural junto a la localidad de Labros (Guadalajara), en la Red Natura 2000. / EFE / Juanjo Guillén

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La sequía y los patógenos amenazan la supervivencia de los bosques mediterráneos. Es la conclusión de un estudio científico liderado por investigadores de varios centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que acaban de publicarse en la revista 'Journal of Ecology'.

Los autores de la investigación han simulado el escenario climático de la segunda mitad de siglo para evaluar los efectos de la sequía y los patógenos exóticos en los bosques mediterráneos. Los resultados demuestran que se registrará una reducción en la producción de hojas y frutos, lo que se traducirá en un descenso en la regeneración de estos bosques.

La situación es dramática: la región mediterránea se está calentando un 20% más rápido que el promedio global, ejerciéndose de este modo una presión adicional sobre los ecosistemas ya estresados debido a la escasez de agua.

Además, en ese territorio, el número de especies invasoras ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas debido a un alto comercio internacional, la homogeneidad ambiental y la alta densidad de huéspedes potenciales, según apunta el CSIC en un comunicado.

Parque Natural Calblanque, en la Región de Murcia.

Parque Natural Calblanque, en la Región de Murcia. / EFE

El objetivo de la investigación, protagonizada por un equipo del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS) y la Estación Biológica de Doñana (EBD), fue evaluar los efectos negativos de la sequía y los patógenos exóticos en los bosques mediterráneos.

Lloverá un 30% menos

El experimento de campo incluyó la construcción de infraestructuras de exclusión de lluvia en bosques invadidos por una de las especies invasoras más devastadoras del planeta, Phytophthora cinnamomi. Gracias a estas construcciones los científicos consiguieron simular el escenario predicho por los modelos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), que estiman que en la región mediterránea lloverá un 30% menos durante la segunda mitad de siglo.

Entre los resultados del trabajo, destaca cómo la existencia de sequía y patógenos hace que los árboles inviertan sus recursos en su supervivencia, manteniendo su crecimiento y sus niveles de defensas y reservas químicas por encima de la producción de hoja y fruto.

La consecuencia del descenso en esta producción es la reducción de la capacidad de los árboles para realizar la fotosíntesis. "Cuando la hoja cae del árbol también se reduce el aporte de materia orgánica a los suelos, lo que produce su empobrecimiento", apunta el CSIC.

Ejemplares de alcornoques descorchados en el Parque Natural de los Alcornocales en Cádiz.

Ejemplares de alcornoques descorchados en el Parque Natural de los Alcornocales en Cádiz. / Junta de Andalucía

Estas alteraciones, en conjunto, provocan un descenso de la regeneración de los bosques. "Es además destacable el caso del alcornoque, particularmente sensible a la sequía y al patógeno Phytophthora cinnamomi, siendo, por tanto, los efectos negativos de los agentes del cambio global mayores en esta especie. Nuestros resultados parecen indicar que los bosques mediterráneos sufrirán un proceso de transformación, donde las especies más tolerantes a la sequía y a los patógenos serán quienes dominen el ecosistema”, concluye el investigador principal de este estudio, Álvaro Gaytán, del IRNAS-CSIC.

El trabajo se ha realizado gracias al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) como entidad financiadora principal y al MICINN y MINECO como financiación adicional. Ha sido liderado por el IRNAS-CSIC, junto a investigadores de la Universidad de Sevilla, la Universidad de Cádiz, la EBD-CSIC y la Misión Biológica de Galicia (MBG-CSIC).