Balance anual

La reducción de emisiones en Catalunya se estanca: en 2024 bajaron un 1% frente al 5% del año anterior

El último informe anual del 'Monitor públic d’emissions de Catalunya' señala la falta de avances en el sector del transporte como el principal escollo para lograr bajadas de emisiones más ambiciosas

Fuentes del Govern apuntan a que el estudio está basado en estimaciones y que ahora se están ultimando los datos de 2023

ESPECIAL MULTIMEDIA | Objetivo 2025: el mundo se prepara para presentar los objetivos de reducción de emisiones más ambiciosos de la historia

Coches circulan por una carretera en la que un cartel indica el inicio de una zona de bajas emisiones.

Coches circulan por una carretera en la que un cartel indica el inicio de una zona de bajas emisiones. / ELISENDA PONS

Valentina Raffio
Guillem Costa
Barcelona
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La curva catalana de emisiones de gases de efecto invernadero está bajando a un ritmo mucho menor del previsto y, según advierte el último análisis del Monitor Públic d’Emissions de Catalunya, los esfuerzos realizados hasta la fecha "se quedan cortos" en comparación con los objetivos climáticos internacionales para evitar un calentamiento global extremo y esquivar los peores escenarios de la crisis climática. En un informe publicado este jueves, un panel de científicos independientes indican que, en 2024, las emisiones catalanas solo se redujeron un 0,9% frente al descenso del 5,4% registrado un año antes, en 2023. "Todavía estamos muy lejos de poder alcanzar los objetivos climáticos reclamados por la comunidad científica y pactados en el Acuerdo de París", constata el análisis.

Catalunya se propuso reducir sus emisiones a la mitad para 2030 y llegar a la neutralidad para 2050. Hasta ahora, solo se ha logrado un tercio del primer objetivo (el equivalente a una reducción del 33% respecto a los niveles de 2005). Según calculan los expertos del Monitor Públic d’Emissions de Catalunya, para cumplir esta promesa climática en los próximos cinco años las emisiones deberían bajar una media anual del 4,5%. El descenso más drástico se produjo en 2020, a raíz de la pandemia de covid-19, cuando la curva cayó un 9% respecto al año anterior. En los años posteriores se produjeron dos repuntes consecutivos y no fue hasta el año pasado que se volvió a observar una bajada

Escollo en el transporte, mejoras en otros ámbitos

El informe, liderado por especialistas como la investigadora Marta Torres, del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), afirma que el gran escollo para lograr bajadas aún más ambiciosas y consistentes de emisiones es el sector del transporte. Este ámbito por sí solo supone el 32% de las emisiones generadas en el territorio y, según los análisis, es prácticamente el único que no solo no ha reducido su huella de carbono en los últimos años sino que se sigue manteniendo en valores cada vez más altos. Actualmente, se estima que el consumo de gasolina por parte de coches, motos y demás vehículos se sitúa en unas 4,4 millones de toneladas al año y genera el equivalente a un tercio de las emisiones totales generadas en Catalunya

Los registros constatan un aumento de las emisiones relacionadas con el transporte y una reducción en el sector de la industria y la generación de energía

se observan señales de mejora en otros ámbitos como, por ejemplo, la industria, donde las emisiones han llegado a bajar hasta un 15% en los últimos años, o en el sector energético, que lleva al menos dos ejercicios experimentando una reducción consistente de su huella de carbono. En ambos casos, los expertos apuntan a que la disminución de las emisiones de estos sectores se explica, por un lado, por la reducción del uso de gas natural y, por otro lado, por el despliegue de las renovables que han pasado del 15,7% al 18,8% en el último año

Según defienden los impulsores de este análisis, los datos recogidos en este último balance demuestran hasta qué punto "urge adoptar medidas transformadoras", especialmente en los sectores que todavía no han realizado cambios estructurales como el transporte. "Necesitamos una hoja de ruta clara y objetivos concretos sectoriales y monitorizables", afirma Torres, quien también argumenta que "el estancamiento detectado en 2024 apunta a que todavía no hemos generado una dinámica suficiente para alcanzar los objetivos climáticos". En estos momentos el Govern de Illa ya está trabajando en un nuevo objetivo de reducción de emisiones, así como en un presupuesto de carbono propio. 

"Necesitamos una hoja de ruta clara y objetivos concretos sectoriales y monitorizables"

Marta Torres

— Científica

Fuentes del Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica consultadas subrayan que este informe está basado en estimaciones y por tanto prefieren no hacer una valoración. Destacan que el Govern maneja datos propios y aplicados en baremos internacionales. La última información oficial disponible acerca de las emisiones en Catalunya es de 2022. Ahora se están ultimando ya las de 2023 para publicarlas.

El Ejecutivo catalán hará una fuerte apuesta por la descarbonización cuando en 2028 saque a concurso la nueva concesión del transporte interurbano de viajeros

Sobre las emisiones provocadas por el sector de los transportes, cabe mencionar que en 2028 se acaban las concesiones de transporte interurbano de viajeros y se realizará un nuevo concurso. Será en ese momento cuando el Ejecutivo catalán ponga sobre la mesa una fuerte apuesta para lograr la descarbonización en este sector.

Más allá del transporte de pasajeros y mercancías, el Govern ya ha dejado claro que el veto a los coches con etiqueta B en las zonas de bajas emisiones entrará en vigor precisamSobre las emisiones provocadas por el sector de los transportes, cabe mencionar que en 2028, recuerdan desde la conselleria, habrá nuevos contratos. ente en 2028. Esta medida forma parte del plan para mejorar la calidad del aire que la Generalitat ya tiene aprobado.

Tendencia global

Más allá de eso, el balance de emisiones de Catalunya va en la misma línea de lo observado, por ejemplo, a escala estatal. Varios estudios independientes apuntan a que las emisiones bajaron un 7,6% en 2023 y repuntaron un 1% en 2024. En gran parte, según apuntan desde el Observatorio Sostenibilidad, debido al aumento de la huella del transporte por carretera, que actualmente es responsable de una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero generadas en España. En el conjunto de Europa se estima que en 2023 las emisiones bajaron un 8% respecto al año anterior pero, aun así, estas cifras siguen estando lejos de las promesas climáticas pactadas en el Acuerdo de París y confirmadas en las últimas cumbres del clima. 

Los estudios más exhaustivos realizados hasta la fecha sobre el presente y el futuro del cambio climático indican que en estos momentos el cómputo global de emisiones sigue al alza y el planeta sigue batiendo récords en las emisiones derivadas del petróleo, el carbón y el gas. De seguir así, según un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía, para finales de siglo la temperatura global podría aumentar casi 3ºC respecto a la era preindustrial y esto, a su vez, aumentaría aún más los desastres naturales en el planeta. El del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) afirma que la única manera de esquivar este escenario es lograr una drástica reducción de las emisiones que logre, por ejemplo, reducir a la mitad sus niveles para 2030 y llegar a cero neto para 2050.

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