¿Son las sartenes antiadherentes un peligro para la salud? Esto dicen los expertos
La etiqueta ‘libre de PFOA’ no garantiza la ausencia de otros ‘químicos tóxicos eternos’ en su revestimiento

Las sartenes con antiadherente suelen llevar PFAS con tóxicos eternos / Agencias


Joan Lluís Ferrer
Joan Lluís FerrerEl revestimiento antiadherente que tienen la mayoría de sartenes (pero también planchas de cocina, cacerolas y otros utensilios similares) que se comercializan en España no está, ni mucho menos, exento de algunos riesgos que pueden afectar a la salud humana. Hoy en día siguen vendiéndose artículos de este tipo en los que se han empleado ‘químicos eternos’, o ‘químicos tóxicos’, que es como se conoce a la gran familia de compuestos denominados PFAS (Sustancias Perfluoroalquiladas, en inglés). Se trata de elementos químicos de gran permanencia en el medio ambiente y también en el organismo humano, al que ya han llegado hace tiempo y para el que suponen un grave factor de riesgo.
¿Son seguras las sartenes y otros cacharros con revestimiento antiadherente que se venden hoy en España? Lo cierto es que desde hace un tiempo se observa cómo muchos fabricantes colocan una pegatina en sus artículos para advertir de que se ha prescindido de alguno de estos compuestos, como el PFOA (ácido perfluorooctanoico, de la familia de las PFAS), y eso puede servir para tranquilizar al consumidor.

Las sartenes de hierro fundido o acero inoxidables son alternativas más seguras / Agencias
El problema es que el PFOA no es el único compuesto de este tipo que puede ser problemático. Hay cientos de ellos, lo que sucede es que a menudo es el secreto mejor guardado de los fabricantes. “Las empresas no informan debidamente de qué otras sustancias de esta categoría o de otras pueden estar presentes en el revestimiento, si es el caso”, afirma Carlos de Prada, que dirige la iniciativa Hogar sin Tóxicos, dedicada a alertar de peligro para los consumidores de los ‘químicos eternos’.
Este experto recuerda la historia de las “sustituciones lamentables”, es decir, la prohibición de un determinado compuesto químico considerado peligroso por otro que, a la postre, resulta ser bastante parecido, con lo que la situación queda como estaba. “Sustancias de toxicidad más estudiada son simplemente sustituidas por otras menos investigadas, pero que luego se descubren que también eran tóxicas”.
Peligros para la salud
En función de los PFAS que pueda haber en estos revestimientos antiadherentes, los expertos consideran que podrían suponer un elemento de riesgo para la salud. La Endocrine Society, por ejemplo, ha relacionado los PFAS en general a incrementos de riesgo de padecer algunos problemas de salud, como cáncer, alteración de los niveles de colesterol, de la función tiroidea, de la respuesta inmunitaria o del funcionamiento de hígado y riñones, además de dañar la salud reproductiva e incrementar el riesgo de defectos congénitos.

La industria química es, según los expertos, bastante opaca sobre los PFAS / Agencias
“Esto, por supuesto, no quiere decir que necesariamente vayan a producirse tales consecuencias, pero sí que, en atención a lo que sabe la ciencia, puede ser aconsejable optar por un principio de precaución”, añade de Prada.
La mejor alternativa, afirman los expertos, es optar, una vez más, por lo tradicional, en concreto, por las sartenes que había antes de que irrumpiera la moda de las antiadherentes. Las de acero inoxidable o hierro fundido evitan la molestia de estar pendientes de si estamos ingiriendo PFAS o no.
También otros materiales en contacto con alimentos
Ahora bien, como señaló un informe publicado en 2021 en Health and Environment, dejó claro que, aparte de sartenes y cacerolas, muchos otros envases y materiales en contacto con alimentos están afectados por el mismo problema. En concreto, se encuentran en envases de restaurantes de comida rápida y para llevar, así como los que hay en supermercados de toda Europa. Este informe señalaba que “el uso de productos químicos PFAS, persistentes y perjudiciales para salud en envases de alimentos y vajillas desechables es una práctica generalizada en toda Europa”. Las PFAS “pueden encontrarse en envases de alimentos de papel y cartón (por ejemplo, envases de comida para llevar, bolsas de palomitas de maíz para el microondas, cajas de pizza, envoltorios para hornear magdalenas, pasteles preparados, etc.”, señala Hogar sin Tóxicos.
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