¿Podrían reactivarse los volcanes de la Antártida? Esto es lo que sucedería

El continente helado tiene numerosos conos que pueden entrar en erupción y ello desataría una espiral de inquietantes consecuencias

La Antártida tiene volcanes ocultos bajo el hielo que pueden entrar en erupción

La Antártida tiene volcanes ocultos bajo el hielo que pueden entrar en erupción / National Science Foundation

J. L. Ferrer/Redacción

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La Antártida no es solo hielo sobre una masa de tierra. En medio de sus extensas masas congeladas alberga también volcanes. La mayoría de ellos están inactivos, pero los científicos creen que podrían volver a despertar debido al progresivo calentamiento y consiguiente derretimiento que están experimentando las regiones heladas de la Antártida.

El planeta experimentó su último gran deshielo hace entre 12.000 y 7.000 años, después de la última edad de hielo. Durante este período de derretimiento masivo, la actividad volcánica aumentó entre dos y seis veces en comparación con los niveles normales. Los científicos creen que ese aumento repentino de las erupciones fue causado por el derretimiento de los glaciares, que alivió la presión que éstos ejercían sobre el manto de la Tierra, permitiendo de este modo que más magma ascendiera y saliera a la superficie, explica el portal especializado IFLScience

Repetirse ahora lo mismo por el calentamiento global

Algo parecido podría empezar a suceder ahora debido al calentamiento derivado de las emisiones de gases de efecto invernadero por acción humana. Y es que la Antártida está sufriendo una progresiva pérdida de hielo que va mucho más allá de lo que inicialmente se esperaba por parte de los científicos.

El volcán Erebus, de la Antártida, visto a través de Google Earth

El volcán Erebus, de la Antártida, visto a través de Google Earth / Google Earth

Un artículo publicado recientemente en la revista Science afirmaba: “A medida que se alivia el peso de los volcanes, los gases atrapados en el magma se liberan como el burbujeo de una botella de champán descorchada, lo que provoca erupciones”.

Hay constancia de la existencia de más de 130 volcanes en la Antártida. Aunque muchos de ellos están bajo el hielo, algunos permanecen activos. El más destacado es el Monte Erebus, el volcán activo más grande de la Antártida, que ha estado en erupción de forma continua durante décadas.

Los investigadores creen que, si algunos de estos volcanes entraran en erupción por el derretimiento antártico, se podría desatar una espiral de retroalimentación erupciones-derretimiento. De hecho, cuando tuvo lugar el último episodio de deshielo, el incremento del vulcanismo ayudó a acelerar aún más la pérdida de la capa de hielo. Esto se debió principalmente a la liberación de cenizas oscuras que redujeron el albedo (capacidad de una superficie de reflejar la luz), por lo cual las superficies, al ser más oscuras, tienden a absorber más calor.

Las consecuencias de una cadena de erupciones

De generarse una cadena de erupciones en la Antártida por esta causa, las consecuencias serían múltiples y no precisamente tranquilizadoras para el resto del planeta. Para empezar, podría deteriorarse rápidamente la capa de hielo de la Antártida occidental, liberando grandes bloques de hielo al océano y acelerando la subida del nivel del mar.

Además, este eventual aumento de la actividad volcánica inyectaría más emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, elevando aún más la temperatura de la Tierra. Esto, a su vez, podría conducir a una mayor pérdida de hielo, desencadenando más erupciones, y así sucesivamente.

Hay decenas de volcanes en la Antártida, muchos de ellos bajo el hielo

Hay decenas de volcanes en la Antártida, muchos de ellos bajo el hielo / Agencias

Los científicos, en todo caso, son cautos al hacer comparaciones entre el último deshielo de la Tierra y el actual cambio climático provocado por el hombre, especialmente en lo que respecta a sus relaciones con el vulcanismo, ya que las escalas de tiempo y la dinámica son muy diferentes. Las erupciones volcánicas, en general, también son notoriamente difíciles de predecir, admiten.

"La dificultad de este campo de estudio reside en la escala temporal. Los sistemas volcánicos se forman a lo largo de varios cientos de miles de años, mientras que el cambio climático se produce en unas pocas décadas. Todavía no tenemos suficiente perspectiva para tener una visión clara de los cambios que se están produciendo en la actividad volcánica", dijo Virginie Pinel, directora de investigación de vulcanología en el Instituto Nacional de Investigación para el Desarrollo Sostenible de Francia, a Polytechnique Insights. "Sin embargo, el cambio climático representa una oportunidad para que comprendamos mejor los factores que modulan y desencadenan las erupciones, como si se tratara de un experimento a escala real".

Estudio de referencia: https://www.science.org/content/article/could-melting-ice-wake-antarctica-s-volcanoes

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