El observatorio de La Palma mide un inesperado aumento de la temperatura que duplica lo previsto

Los datos meteorológicos registrados durante las dos últimas décadas por los sensores del observatorio astronómico del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma (Canarias), revelan que se ha producido un aumento de la temperatura media en esta parte del mundo que es más del doble de lo que habían previsto por las simulaciones climáticas, e incluso más de lo previsto para los próximos 20 años. En concreto, la investigación, que ha sido liderada por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), muestra un aumento de más de 1,1ºC respecto a los niveles preindustriales.

Investigadores del Departamento de Física de la UAB han dirigido un estudio de largo alcance sobre las condiciones climáticas en uno de los principales puntos de observación astronómica del hemisferio norte, el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma. El trabajo se publica en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Los investigadores de la UAB Markus Gaug y Lluís Font analizaron una serie de datos meteorológicos de la zona registrados durante un periodo de 20 años por los instrumentos instalados en la cubierta del edificio de control del telescopio MAGIC. La estación meteorológica ha estado suministrando datos de temperatura, humedad relativa, presión atmosférica y velocidad y dirección del viento cada dos segundos durante todo este tiempo.

La AEMET no instaló una estación profesional en el Roque de los Muchachos hasta 2022. Sin embargo, gracias a los datos de otras 36 estaciones meteorológicas de la AEMET repartidas por la isla de Tenerife, desde hace años se pueden realizar estudios de variación de temperatura en Canarias.

Más del doble de lo previsto

Algunos estudios evidencian un aumento de 0,3ºC por década en la temperatura entre 1970 y 2010. Otras investigaciones más recientes habían obtenido un aumento por década de hasta 0,25ºC en la misma zona con datos históricos hasta 2014, y las simulaciones predecían entre 2015 y 2050 un aumento de temperatura de 0,3º a 0,5ºC por década.

A partir de los datos registrados desde 2004 por los telescopios MAGIC, y mediante análisis estadístico avanzado, los investigadores del Departamento de Física de la UAB han podido determinar con gran precisión las tendencias climáticas en esta zona. Los datos experimentales obtenidos muestran un aumento de 1,1ºC en los últimos 20 años, es decir, 0,55ºC por década. Esto supone más del doble del aumento previsto por los modelos climáticos para la misma zona, e incluso más de lo esperado para los próximos 20 años.

Los resultados muestran también un aumento de la amplitud térmica diurna, que es la diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas durante un periodo de 24 horas. Ese parámetro ha subido 0,13ºC por década, y también un aumento de las oscilaciones estacionales de temperatura, de 0,29ºC por década.

Fuerte aumento de la humedad detectada

Uno de los datos más sorprendentes observados es el aumento de la humedad relativa media diaria, que ha subido un 4% por década. Se trata de un aumento que también se observó en otros estudios realizados en el observatorio de Mauna Kea, en la isla de Hawái, y que contrasta con el descenso de humedad registrado en observatorios continentales.

Los investigadores consideran que una posible explicación de esta diferencia entre los observatorios insulares y continentales es el aumento de la evaporación del agua del mar que se produce como consecuencia del calentamiento global.

Afortunadamente para los astrónomos, el estudio de la UAB no ha encontrado cambios significativos en la frecuencia de las precipitaciones ni, sobre todo, en la aparición de fuertes tormentas. En este sentido, uno de los datos analizados por los investigadores ha sido la velocidad a la que puede cambiar la temperatura, que se ha mantenido por debajo de variaciones de medio grado por minuto en todas las mediciones, una condición que cumple los requisitos para el correcto funcionamiento del futuro Observatorio Cherenkov Telescope Array (CTAO).

“Además, no hay evidencias de que los cambios detectados en las condiciones meteorológicas puedan afectar al funcionamiento de los telescopios o aumentar el tiempo que deberán permanecer inactivos por las inclemencias meteorológicas en los próximos años, pero estos resultados son una evidencia más del preocupante ritmo del calentamiento global”, afirma Lluís Font.

“Además, todos sabemos que, a partir de un cierto aumento de temperatura, la linealidad del sistema climático termina y eso nos puede llevar a los ‘puntos de inflexión’ donde el clima cambia su comportamiento drásticamente”, añade Markus Gaug.

Estudio de referencia: DOI: 10.1093/mnras/stae2214

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