Especies invasoras

¿Por qué las cotorras exóticas ya invaden 15 comunidades autónomas de España?

Las ciudades se han convertido en focos idóneos de propagación de la cotorra argentina y la de Kramer

Las cotorras exóticas invaden 15 comunidades autónomas de España

Las cotorras exóticas invaden 15 comunidades autónomas de España / Antonio Acero/SEO

Joan Lluís Ferrer

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La cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la de Kramer (Psittacula krameri) son un símbolo que representa el fenómeno de las especies invasoras, al menos en las ciudades. Y es que ambas especies se han expandido por la Península Ibérica desde 1991, llegando a todos los rincones, aunque siempre han preferido una vida eminentemente urbanita. De hecho, un artículo publicado recientemente en la revista Diversity and Distributions, liderado por la investigadora del CREAF Laura Cardador, demuestra que las ciudades y carreteras han sido el trampolín que han permitido que ambas cotorras colonizaran la Península y que se hayan establecido de forma permanente.

Y es que se trata de especies en rápida expansión. El primer registro de cotorra argentina data de 1975 en la ciudad de Barcelona. Ya a principios de los años 80 también se detectó en Madrid y Puerto de la Cruz (en Tenerife). Actualmente, según el último censo de SEO/BirdLife en 2015, la especie ya se distribuye por al menos 15 comunidades autónomas, 27 provincias y 142 municipios, siendo sus principales núcleos reproductores Madrid y Barcelona.

En cuanto a la cotorra de Kramer, según la base de datos del estudio, la primera cita en la Península es de 1970 en Zorita (Cáceres). A principios de los 80 también se habría observado en La Laguna (Tenerife), Maspalomas (Gran Canaria), Gijón (Asturias), Málaga, Almería y en Santarem, en Portugal. Según los censos de 2015 de SEO/BirdLife, la población española se distribuye al menos en siete comunidades autónomas y una ciudad autónoma (incluyendo 13 provincias, una ciudad autónoma y 34 municipios). 

Evolución de las cotorras invasoras en la Península

Evolución de las cotorras invasoras en la Península / CREAF

Este estudio refuerza una idea que lleva tiempo trabajando desde el ámbito científico: los hábitats humanos juegan un papel muy importante en la expansión y permanencia de las especies invasoras. Esos hábitats incluyen las ciudades, pero también otros que el ser humano ha degradado, zonas periféricas e infraestructuras que conectan todas estas zonas antropizadas.

Especies amantes de hábitats urbanos

¿Cuáles son los motivos? Por un lado, las cotorras de Kramer y argentina se han expandido gracias a las liberaciones voluntarias o involuntarias de individuos desde jaulas en las ciudades, donde vivían como mascotas. Sin embargo, ésta no sería la única explicación, ya que estas cotorras han colonizado nuevos lugares en la Península después de 2005, cuando la comercialización de estas especies ya estaba prohibida en Europa.

En ese sentido, el equipo de investigación cree que la gran conectividad entre ambientes humanizados ha sido otro motivo importante. Las cotorras que viven en las ciudades pueden desplazarse cómodamente de un sitio a otro siguiendo las infraestructuras humanas (carreteras, vías ferroviarias...) que conectan las urbes u otros ambientes que los humanos hemos alterado. Con este movimiento han podido colonizar nuevos ambientes urbanizados en todo el territorio. 

Cotorras en un parque de Barcelona

Cotorras en un parque de Barcelona / El Periódico

Por último, el estudio expone que las cotorras parecen tener ya una pre-adaptación a vivir en las ciudades, porque ya lo toleraban bien en su ambiente de origen. Esto implica, por ejemplo, que se aprovechan de la falta de depredadores en las ciudades para sobrevivir y reproducirse con éxito, que son capaces de desarrollar comportamientos innovadores para sortear peligros o amenazas, o que aprovechan gran variedad de recursos para alimentarse. 

Participación ciudadana

Gran parte de los datos que se han utilizado en el estudio provenían de plataformas de ciencia ciudadana, donde la ciudadanía ha ido colgando información de cotorras vistas en diferentes lugares de la Península desde 1991 hasta 2016. "La ciencia ciudadana y las observaciones registradas a lo largo de casi un siglo en distintos medios, anuarios y noticiarios ornitológicos, atlas o webs pueden integrarse en modelos matemáticos que ayuden a comprender mejor cómo se producen las invasiones biológicas", pone de relevancia Cardador. 

Este estudio nos sirve para entender que las cotorras se han expandido ligadas a los hábitats humanos. Según Laura Cardador, "ahora el modelo que hemos desarrollado puede ser una buena primera aproximación para ayudar a priorizar acciones de gestión porque puede identificar áreas sensibles a recibir nuevas colonizaciones, así como áreas en las que podríamos esperar más impactos, tanto por interferencias con las actividades humanas, como con especies sensibles". 

Las cotorras invaden España

Las cotorras invaden España / Agencias

El estudio se ha llevado a cabo por un equipo de personas de diferentes instituciones como son la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), Sevilla, la Universidad de Montpellier, el Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research, de Berlín, Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), Zaragoza, Universidad de Sevilla y Universidad Pablo de Olavide, también de Sevilla. 

Estudio de referencia:  https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/ddi.13591

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