Economía circular

Bibliotecas de cosas, la solución para aprovechar la vida útil de los objetos

Son una buena opción para ahorrar dinero en cosas que no usamos todos los días

Los mejores regalos para un padre manitas al que le encante el bricolaje

Los mejores regalos para un padre manitas al que le encante el bricolaje

Martina Jané

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una familia de hoy en día vive rodeada, aproximadamente, de entre 3000 y 4000 objetos que apenas usa y que probablemente nunca llegarán al final de su vida útil. Así lo explica Rezero, una fundación dedicada a buscar soluciones para alargar la duración de las cosas.

La biblioteca es el lugar donde se cogen en préstamo libros, revistas o películas. ¿Se puede hacer lo mismo con objetos que se utilizan esporádicamente? En economía circular existe un concepto llamado "biblioteca de cosas", donde se almacenan y organizan objetos útiles que se ceden a los usuarios.

Consumo colaborativo

En su gran mayoría, los elementos que se pueden encontrar en una biblioteca colaborativa se usan menos de una vez al mes. No tenerlos en casa supone un ahorro de dinero y espacio, además de tener un impacto positivo en el medio ambiente, pues no es necesario fabricar cien taladros si cien personas pueden compartir uno.

Estos espacios llevan la idea y el concepto de comunidad a otra escala, pues fomentan el consumo colaborativo a través de un modelo de economía social y solidaria basada en el apoyo mutuo. En muchos casos, cuando se inician estos proyectos, vecinos y residentes cercanos donan productos que apenas emplean para que todos los usuarios puedan compartirlos.

Un modelo extendido por el mundo

En Barcelona se inauguró a principios del 2020 la 'Biblioteca de les Coses', en el distrito de Sant Martí. La iniciativa de Rezero y Nusos cooperativa preparó un servicio donde, por el precio de entre uno y tres euros a la semana, se pueden tomar prestadas cosas como herramientas para el bricolaje y la jardinería, a carritos para bebés, sillas de ruedas o muletas.

Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Suiza o Australia, son algunos de los países donde hay bibliotecas de cosas, con formatos de negocio diferentes. Por ejemplo, en la ciudad de Basilea (Suiza), 'Leihlager' ofrece una suscripción anual, una semanal y una gratuita para colectivos vulnerables, para que puedan escoger desde juguetes para niños a todo lo necesario para irse de cámping.