Crisis climática

¿Qué pasaría si el mundo cortara hoy mismo todas sus emisiones?

Incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero frenaran de inmediato, el clima tardaría décadas en recuperarse

Los expertos reclaman medidas más contundentes para frenar el avance del calentamiento global

Central térmica en Grevenbroich (Alemania).

Central térmica en Grevenbroich (Alemania).

Valentina Raffio

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Imaginen la atmósfera del planeta como una taza de café y las emisiones de gases de efecto invernadero como una cucharilla que, desde hace ya décadas, remueve y altera el contenido de la vasija. Ahora imaginen que nos proponemos dejar de remover la bebida. Incluso si levantáramos la cucharilla ahora mismo, ya sea de golpe o paulatinamente, el café seguiría alterado durante un tiempo. Como ese café, también el clima sigue una cierta inercia; algo que, según esgrimen los expertos, debería tenerse en cuenta para diseñar medidas y pactos climáticos más contundentes para esquivar la catástrofe climática.

El escenario es el siguiente. Si la humanidad frenara de golpe todas sus emisiones de gases de efecto invernadero, aún existiría un 42% de probabilidades de sufrir un aumento global de las temperaturas por encima de los 1,5 grados de media; el umbral a partir del cual, tal y como alertan cientos de estudios y análisis, la crisis climática provocará daños mucho más graves para la salud de las personas, la biodiversidad y los ecosistemas. Esto se debe a la vida (y sobre todo a la longevidad) de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. También a los emitidos décadas atrás.

Según advierte un nuevo estudio publicado este lunes en la revista científica 'Nature Climate Change', incluso si frenáramos hoy mismo todas las emisiones de dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno y aerosoles varios, los termómetros globales aumentarían como mínimo 0,2 grados. Esto, sumado al calentamiento global actual, ya elevaría los termómetros por encima de 1,5 grados de media respecto a la era preindustrial. Este incremento de las temperaturas podría durar entre 10 y 20 años antes de que, como decíamos al principio, el clima volviera a estabilizarse.

Según argumenta Michelle Dvorak, científica de la Universidad de Washington y autora de este análisis, "es importante diferenciar cuánto calentamiento global se puede evitar con nuestras acciones y cuánto es inevitable debido a las emisiones pasadas". Esta premisa es clave para entender el futuro de "fenómenos climáticos que responden rápidamente a los cambios de temperatura global, como la evolución el hielo ártico y los eventos extremos como las olas de calor o las inundaciones", añade Kyle Armor, profesor asociado de ciencias atmosféricas y coautor de este estudio.

"Es importante diferenciar cuánto calentamiento global se puede evitar con nuestras acciones y cuánto es inevitable debido a las emisiones pasadas"

— Michelle Dvorak

Medidas más contundentes

Esta no es la primera (ni seguramente la última) llamada de atención que la comunidad científica lanza para frenar la crisis climática. El último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) señaló que, para evitar un calentamiento global extremo, las emisiones globales deben alcanzar su pico antes de 2025 y caer prácticamente a la mitad antes de llegar a 2030. En este sentido, los expertos piden aplicar estrategias de mitigación "rápidas", "profundas" e "inmediatas" a todos los niveles de la sociedad. Empezando, por ejemplo, por "una reducción sustancial en el uso de combustibles fósiles".


Frenar la crisis climática todavía es posible, pero no con los planes climáticos pactados hasta la fecha. Un reciente análisis de los compromisos climáticos a corto y plazo estima que 'las promesas climáticas' actuales solo ofrecen un 10% de probabilidades de limitar el aumento global de temperaturas a 1,5 grados. "Las acciones adoptadas hasta la fecha para abordar este desafío global son claramente insuficientes", alertaba hace tan solo unos días un manifiesto impulsado por una veintena de científicos y científicas de todo el mundo.

Hasta ahora, argumentan los expertos, la gran mayoría de planes climáticos se han limitado a plantear "cambios incrementales" y "acciones que se acomodan" a los estándares actuales de desarrollo. Pero para mitigar el avance de la crisis climática, harían falta impulsar "cambios transformadores, profundos y urgentes en las economías y sociedades". Más si tenemos en cuenta que, tal y como señala el estudio que encabeza este artículo, las medidas que tomemos ahora tardarán décadas en frenar el aumento de las temperaturas.