ANÁLISIS PIONERO

Vivir con el calor del Sahara, amenaza para un tercio de la población del planeta

Un estudio alerta de que en 50 años entre mil y 3.000 millones perderán el "nicho climático" de seis milenios

Desierto del Sahara.

Desierto del Sahara. / LS ON RAJ

Idoya Noain

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El coronavirus ha cambiado el mundo y nuestro estilo de vida de formas que eran difíciles de imaginar hace solo unos meses, forzando a velocidad de vértigo a nuestra mente a tratar de imaginar el futuro, a pensar cómo adaptarse o incluso cómo modular la nueva realidad. Quizá ese reto sirva para ayudar en otro terreno de cambios aún más radicales ante los que la ciencia lleva ya mucho más tiempo advirtiendo y pidiendo acción: el cambio climático. Y la urgencia se ha ratificado en un estudio aparecido este lunes en 'Proceedings', la publicación oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, en el que se alerta de que en los próximos 50 años, por el crecimiento de la población y el calentamiento global, más de mil millones de personas dejarán de vivir en el “nicho climático” en que la humanidad ha prosperado 6.000 años.

El estudio ha sido realizado por un grupo internacional multidisciplinar de cinco expertos, incluyendo científicos del clima, ecologistas y antropológos, de Europa, China y Estados Unidos, que han quedado impactados por sus propias conclusiones y por la vulnerabilidad humana que estas demuestran. Porque en las perspectivas más optimistas de sus análisis se producirá un cambio en el que 1.200 millones de personas se verán forzadas en 50 años a desplazarse o a soportar si no lo hacen temperaturas insufribles. Pero en el peor escenario posible, sería un tercio de la población mundial la que, en meras cinco décadas, estaría viviendo en zonas tan calientes como las de temperaturas más altas hoy en el desierto del Sáhara.

El "nicho" durante milenios

El estudio, pionero en el análisis de las condiciones climáticas óptimas para la humanidad en los últimos seis milenios, ha establecido dos franjas climáticas donde se ha producido ese “nicho”: una que se mueve en una media de entre 11 y 15 grados celsius, y otra, algo menos poblada, con temperaturas medias de entre 20 y 25 grados. Combinando esos datos con previsiones de calentamiento y crecimiento de la población, llega la alerta. 

Si no se adoptan medidas para frenar el calentamiento o se producen enormes migraciones, se calcula que para 2070 la temperatura experimentada por los humanos se elevará unos 7.5 grados. Eso son 2.3 veces más que el aumento general previsto de la temperatura y es una discrepancia que se atribuye a que la tierra se calentará mucho más rápido que los océanos, pero también amplificada porque los mayores crecimientos de población se proyectan en las áreas ya más calientes de Asia y África.

Presión migratoria

Los escenarios permiten anticipar enormes retos a los sistemas de producción de alimentos y también presiones migratorias. Y los autores del estudio recuerdan que, aunque “la migración puede tener efectos beneficiosos en las sociedades, a gran escala inevitablemente causan tensión, incluso ahora, cuando la relativamente modesta cantidad de 250 millones de personas viven fuera de sus países de nacimiento”.

Es una realidad a la que también ha apuntado John Schellnhuber, un asesor de Angela Merkel en cambio climático que no ha participado en el estudio pero en declaraciones a 'The Washington Post' ha dicho que este respalda la idea de que “la migración a gran escala (gestionada y facilitada) debe ser parte de la estrategia de adaptación global” al clima y sus cambios.

También el profesor de geografía humana en la Universidad de Exeter Neil Adger ha hablado con el 'Post' sobre otros impactos de los cambios a los que señala el estudio (en el que tampoco ha participado) y ha asegurado que “seremos testigos de movimientos imperceptibles durante décadas que representarán un movimiento profundo en la geografía económica del mundo humano”.