Entidades ecologistas dudan de que el oso Cachou muriera atacado por otro oso

El Conselh Generau d'Aran asegura, basándose en el informe preliminar de la necropsia, que el animal falleció agredido por otro plantígrado y cayendo por un fuerte desnivel de unos 40 metros

Uno de los agentes rurales que han encontrado muerto al oso Cachou saca fotos con el cadáver del animal, el pasado día 10

Uno de los agentes rurales que han encontrado muerto al oso Cachou saca fotos con el cadáver del animal, el pasado día 10 / periodico

Europa Press

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Entidades ecologistas han puesto este miércoles en duda que el oso Cachou, al que el verano pasado se le atribuyeron varios ataques a ganado y que fue encontrado muerto la semana pasada en Les (Lleida), pudiera morir atacado por otro oso y despeñado, como ha explicado el martes el Conselh Generau d'Aran basándose en el informe preliminar de la necropsia.

Las entidades Ipcena-EdC, Seo Birdlife Catalunya, FAPAS y la Federación Ecologistas de Catalunya sostienen en un comunicado conjunto que no es creíble ni tiene ningún fundamento técnico afirmar que el oso Cachou se ha peleado con otro oso, fundamentalmente "porque en cualquier enfrentamiento las principales agresiones se dirigen hacia la cabeza, que con las grandes garras y también mordeduras, produzcan graves heridas en el rostro, orejas y hocico, que no es el caso del buen estado del rostro en que fue encontrado por los agentes rurales".

También consideran que no es creíble la versión que exponen en el informe preliminar a la hora de justificar la muerte de Cachou, de haber caído por un fuerte desnivel de unos 40 metros.

Argumentan que si fuera cierto, en una caída de 40 metros con fuerte desnivel, con su peso que puede ser de más de 200 kilos, "los golpes le hubieran producido, seguro, fracturas en las extremidades, y rasguños en la caja del emisor GPS del collar".

Apuntan también que la técnica disuasoria de aplicar fungicida a los cuerpos de los animales matados por el oso resulta del todo "improcedente y temeraria, ya que no está incluida en el protocolo, del ministerio del 2019, y por tanto supone una medida irresponsable, no solo para el oso, sino para el resto de fauna que consume carroña a la que con dosis menores le puede provocar la muerte".

Las entidades agregan que una de las imágenes aportadas por los agentes ambientales de la Val d'Aran y los Agentes Rurales de la Generalitat en el momento de encontrar el cadáver, es la del rostro del oso con sonrisa sardónica, "típico en los mamíferos muertos por envenenamiento".