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Soluciones contra el cambio climático: poner precio a la contaminación

Ante la imposibilidad del crecimiento infinito, algunos expertos piden reformar la economía y otros, revolucionarla

Un coche eléctrico durante la recarga

Un coche eléctrico durante la recarga / EL PERIÓDICO

Michele Catanzaro

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Crecer sin parar en un planeta finito no tiene sentido, pero el mercado parece ignorarlo.  "Necesitamos una economía que tome en consideración explícitamente la dependencia humana de la biosfera", reza un manifiesto contra el cambio climático firmado por 11.000 científicos hace unas semanas. Mientras algunos expertos piden reformas, otros claman por un nuevo sistema económico.

Emitir gases de efecto invernadero le sale gratis a los productores en buena parte del mundo. Pero el conjunto de la sociedad acaba pagando, a la hora de remediar las consecuencias.

Bajar el coste de emitir es un incentivo para aplicar tecnologías menos contaminantes

"Una solución es ponerle precio a las emisiones - explica Jeroen van den Bergh, economista y profesor ICREA del Institut de Ciències i Tecnologies Ambientals (ICTA-UAB) - o bien aplicándoles impuestos, o bien estableciendo un tope y permitiendo un mercado de emisiones" explica.

En la segunda opción, los que contaminan más pueden hacerlo sólo comprando a los que contaminan menos cuotas del total permitido. "El precio de las emisiones se adapta a los cambios: por ejemplo, baja si una innovación tecnológica las reduce", explica van den Bergh. El sistema ya se está aplicando en Europa con el nombre de EU ETS. "Es un mecanismo aún débil, pero ha demostrado su viabilidad", afirma el economista.

Van den Bergh pide que la COP25 no se limite a establecer objetivos de emisiones, sino políticas concretas, que deben ser necesariamente internacionales ("ningún país lo hará solo, por temor a la competencia de los otros").

Messi y el CO2

"Poner impuestos y precios no hará que se consuma menos", discrepa Mario Giampietro, ingeniero y profesor ICREA en el ICTA-UAB. Según este experto, los modelos económicos obvian analizar en qué sectores concretos se está consumiendo energía.

Algunos expertos abogan por el "posdesarrollo", una reducción radical del consumo

Este análisis revela que los cambios necesarios son drásticos. "Messi no juega igual si le obligamos a expirar tres cuartas partes menos de dióxido de carbono", afirma irónicamente.

Según Giampietro, la reducción de emisiones de Europa en los últimos años se debe a la crisis económica y a externalización de la producción a otras partes del mundo. Además, transitar hacia las energías renovables aumentaría durante un tiempo las emisiones, debido a la construcción de nuevas infraestructuras.

Giampietro aboga por el "posdesarrollo", una economía basada en la cura, que cuestione el papel de las finanzas y de la propiedad privada, entre otros aspectos. "En los años 60, se consumía la mitad de la energía de hoy y no éramos menos felices", concluye.