FALLECIÓ EN 1897

El primer hombre del tiempo

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Gisela Macedo

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Este jueves se cumplieron 122 años de la muerte de Francisco León Hermoso, alias Noherlesoom (seudónimo construido con la letras de sus apellidos), quien ha sido probablemente el meteorólogo más conocido por el gran público en España, con el permiso de Mariano Medina, gracias a la creación de su célebre Boletín Meteorológico a finales del siglo XIX, época en que se inició la distribución de información meteorológica.

Nació en Santa Cecilia del Alcor (Palencia) en el 1843 y, aunque estudió derecho, pronto se aficionó a la meteorología, sobre la que aprendió de forma autodidacta. Saltó a la fama gracias la creación en 1890 del Boletín Meteorológico de Noherlesoom, un tipo de publicación que en aquellos años tenían un gran éxito en otros países. No obstante, el de León Hermoso tenía una novedad sobre sus colegas del extranjero: ofrecía la predicción del tiempo nada menos que para los quince días siguientes, cuando las demás presentaban la predicción para uno o dos días. A pesar de que estaba claro que el objetivo de esto era puramente comercial, Noherlesoom justificaba sus pronósticos a largo plazo en base a novedosos métodos que nunca llegó a explicar con detalle, según publicó la revista RAM

Valiosa fuente histórica

La predicción para los quince días en lenguaje claro iba acompañada de sus famosos mapas, en tinta azul a partir del quinto número. Ocupaban parte del Atlántico y del continente europeo y eran de dos tipos: Un mapa general con el movimiento previsto de las depresiones y varios mapas de isobaras con las situaciones previstas para los quince días siguientes. La predicción del boletín se completaba con artículos de divulgación sobre meteorología y temas asociados. Así, la colección de los boletines meteorológicos de Noherlesoom constituye una valiosa fuente histórica sobre la actividad meteorológica nacional e internacional de finales del siglo XIX.

El boletín no dejó de publicarse ni una sola quincena entre febrero de 1890 y agosto de 1897, lo que hizo sumar un total de 181 números. Alcanzó una gran cantidad de suscriptores, muchos de ellos de instituciones oficiales, de lo que se enorgullecía Don Francisco. La suscripción anual costaba 5 pesetas de entonces en Madrid y 6 en provincias. Los ingresos le permitían mantener su administración en un lugar tan céntrico como los números 81 y 83 de la calle Mayor de Madrid. Así, Noherlesoom se convirtió en el primer explotador privado de la meteorología en España

Enemigo de la meteorología oficial

Como era de esperar, los reproches de los estamentos oficiales de la meteorología hacia los fundamentos científicos de las predicciones de León Hermoso no tardaron en llegar. Pero Noherlesoom contraatacó desde la tribuna de su boletín convirtiéndose en un feroz crítico de la meteorología oficial y especialmente de sus fracasos en la predicción del tiempo, bastante frecuentes como es de suponer en una época en que la predicción científica del tiempo estaba en su primera juventud. El boletín fue progresivamente dedicando más textos y editoriales a esa defensa mediante contraataque.

Un aspecto curioso sobre D. Francisco León Hermoso es que era un ardiente católico y visitaba Lourdes (Francia) cada año. Allí le sorprendió la muerte repentinamente el 25 de Julio de 1897. El siguiente número del boletín, donde se daba la triste noticia, fue el último que se publicó. Con esta edición pasó a la historia la publicación que popularizó la meteorología en España y que dejó inscrito en su historia a un gran precursor de la información del tiempo.