CRISIS MEDIOAMBIENTAL

La generación Greta vuelve a protestar por el clima en todo el planeta

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Manuel Vilaseró

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El curso escolar acaba pero la protesta estudiantil contra el cambio climático no pierde fuelle. Al contrario. La segunda huelga mundial liderada por la adolescente sueca Greta Thunberg ha vuelto sacar este viernes a las calles a centenares de miles de jóvenes de más de 1.600 ciudades de unos 130 países. Y habrá más. Tras el respiro vacacional planean un 27 S a semejanza de las protestas feministas del  8 M: un paro mundial  del conjunto de la población. Un paso arriesgado que si coronan con éxito dará un nuevo empujón a la lucha por erradicar las emisiones de gases de efecto invernadero.   

"Ya va siendo hora de que los adultos se sumen, que toda la sociedad se tome en serio un problema que nos afecta a todos", argumenta Lucas Barrero, el alumno de la Universidad de Girona que fue el primer en importar a España los Fridays for Future, los viernes de protesta climática. No sólo es un deber de los adultos. Es una necesidad de quienes han sido el alma de la organización. "Ha sido duro estos meses de trabajos de coordinación, de manifestaciones todos los viernes", explica y lamenta que ni siquiera ha podido ponerse aún a "estudiar el examen final del lunes". No lo puede suspender, sino le quitan la beca.

Emergencia climática

Toca también que "otros colectivos que están actuando de modo disperso unan sus fuerzas en la línea del manifiesto lanzado" el pasado en martes en Madrid junto a las principales organizaciones ecologistas. El texto reclama a los futuros gobiernos la declaración del "estado de emergencia climática", como han hecho ya Gran Bretaña e Irlanda.

En el manifiesto ya participaron nuevas oenegés como Extinción Rebelión España, Madres por el Clima y Profesores por el Futuro, que se han sumado a las manifestaciones. La reclamación de la declaración de emergencia ha sido también uno de los lemas de la manifestación. "Es una urgencia, lo dice la ciencia", advierten. En los últimos meses se han acumulado los estudios científicos que revelan los impactos del calentamiento global y destacan la necesidad de actuar sin demora.

Momento exámenes

Los exámenes han afectado también a la participación en algunas de las marchas de las 60 ciudades españolas que se han sumado a la huelga. La de Madrid, por ejemplo,  que ha reunido a cerca de 1.000 jóvenes en el mismo itinerario que el 15M llevó a unos 4.500 de la Puerta del Sol al Congreso de los Diputados.  

"Para cambios sin precedentes hacen falta medidas sin precedentes", rezaba la reflexiva pancarta de Fridays for Future que abría la marcha. El menor número no ha restado ni un ápice de entusiasmo de los manifestantes que no han parado de gritar "No hay planeta B" o "Si el planeta fuera un banco ya estaría rescatado", mientras mostraban carteles elaborados entre examen y examen. "Si los árboles dieran wifi los plantaríamos como locos", proclamaba uno. Bien que lo saben los adolescentes.

A los exámenes como elemento disuasorio se ha sumado en Barcelona la lluvia. Unas 200 personas han partido de la plaza de la Universitat para bajar por Pelai y la plaza Catalunya, hasta la plaza de Sant Jaume, donde han leído un manifiesto.

Multitudes en Alemania

Por fortuna no en todos los países los exámenes son a finales de mayo. En muchos el curso ya ha acabado. En Berlín, Bonn, Hamburgo y multiples ciudades alemanas los estudiantes se han echado en masa  las calles. En París se han juntado 20.000. En Estocolmo la ciudad de Greta, pese a que no llega al millón de habitantes, 4.000 jóvenes han secundado a su paisana.

En realidad poco les ha importado si en tal o cual ciudad han participado más o menos jóvenes. "Lo importante es que todos sumemos, aunque estemos en el lugar más aislado del mundo", explicaba una de las portavoces del movimiento madrileño.

Basta ojear el perfil de Greta en Twitter para comprobar como la protesta ha llegado a sitios tan remotos como la siberiana Novosibirsk o a la península turca de Anatolia, donde unos niños han escrito con piedras en el suelo "También tenemos clima".

Judíos y palestinos

En Jerusalén medio millar de estudiantes judíos israelíes y árabes palestinos marcharon juntos hasta la Knéset (Parlamento).  Hasta en las convulsas Venezuela y Siria, grupos de jóvenes han tenido el ánimo de poner el cambio climático en la complicada agenda de sus países, aunque haya sido de modo testimonial. Particularmente tierna es la imagen de unos niños tutelados por monjas que lucen carteles ante las cámaras en una población remota de Nigeria.

En un principio la protesta de este viernes se había pensado solo para el ámbito europeo, en visperas de las elecciones al Europarlamento. Se trataba de concienciar a los ciudadanos para que votaran a la opciones que tuvieran como proridad salvar el planeta. De hecho en varios países, incluido España, el movimiento ha difundido vídeos de youtubers, 'influencers' y científicos llamando a tener en cuenta el cambio climático a la hora de acercarse a los colegios electorales, pero en el seno  de las tres campañas electorales del superdomingo español han pasado desapercibidos.

Al final se optó por extender el llamamiento a todo el mundo, como en el 15 M. Aaron Langguth, un estudiante de Berlín, detacaba a los medios durante la manifestación como, "el cambio climático no se detiene en las fronteras, y un día u otro, se volverá irreversible". La Greta germana, Luisa Neubauer, ha lanzado junto a la activista sueca una llamada al pueblo alemán en una tribuna el rotativo Süddeutsche Zeitung donde afirma que "es el momento de que todos resistamos a escala mundial". "Sentimos que numerosos adultos no han comprendido que los jóvenes no podemos parar la crisis climática solos", han alertado.

El próximo otoño se jugarán partidos decisivos en los que podrá comprobarse si los países se toman en serio el reto. La ONU ha convocado una cumbre de jefes de Estado en Nueva York en la que pretende obntener un aumento en los compromisos de reducción de emisiones mientras que los estados de la UE deben presentar antes de finales de año sus planes nacionales definitivos a lucha contra el cambio climático.